Para Naskicet Domínguez y Yunier Riquenes “todo comienza en la página de un libro”. Ese es el slogan de su proyecto Claustrofobias que se empeña en promocionar obras literarias cubanas y fomenta el hábito de lectura en jóvenes a través de métodos tradicionales como la distribución de boletines impresos, y otros novedosos como el acceso a la información a través de una red WI-FI.
Ganador del primer lugar del premio de diseño “Calle B” 2013 por el sitio web de Claustrofobias y del premio “El Reino de este Mundo” de la Asociación Hermanos Saíz por el documental “Siempre el teatro siempre”, Naskicet es también productor, editor y director audiovisual.
Yunier Riquenes es graduado en Letras por la Universidad de Oriente (2006). Los cuentos “Lo que me ha dado la noche” (Editorial Oriente, 2007) y la novela “La edad de las ataduras” (Ediciones Matanzas, 2010), se destacan entre sus obras publicadas. Ambos creadores conversaron con OnCuba acerca de Claustrofobias.
¿Cómo y por qué surge el proyecto?
Yunier Riquenes (YN): Claustrofobias es un proyecto de promoción literaria que tiene como objetivo esencial promover el hábito de la lectura y proyectar obras de escritores cubanos, de dentro y fuera de la Isla. Trabajamos con los soportes más tradicionales y también con los más recientes, es decir, tratamos de incorporar las tecnologías de la información y la comunicación en la promoción de la literatura para que las personas puedan acceder al mundo de los libros, los escritores, y de las obras literarias. El proyecto nació el 2 de enero de 2012, ya estamos cerca de cumplir tres años.
Naskicet Domínguez (ND): Surge porque vimos que podíamos fusionar nuestros intereses comunes. Yo he tenido muchos libros en casa, soy lector. Yunier es escritor. Yo tenía un proyecto de promoción asociado al mundo de la informática y otro de promoción cultural, y él tenía uno de literatura que se llamaba Mercado Libre. Mi intención al parecer se veía muy utópica para las autoridades de cultura en la provincia, o no era de su interés. Es por eso que decidimos emprender juntos la aventura. Diseñé la página web y le pusimos el nombre basado en el poemario que Yunier había publicado. Al principio pensamos en promocionar solo su obra, pero nos percatamos que sería un acto egoísta no reconocer la existencia de otros escritores que también debían y deben ser leídos, y a partir de ese momento el sitio comenzó a pertenecer a todos los escritores cubanos.
Por otra parte, una de las ventajas del proyecto es que no solo se queda en el mundo virtual, no es solo una página web, sino que se desplaza hacia otros espacios físicos: se trabaja en la radio, se realizan materiales audiovisuales, se interactúa directamente con el público, se confeccionan boletines mensuales, impresos y digitales, contamos con una librería real y soñamos con tener una editorial y una productora audiovisual. Todo en función de la literatura cubana.
¿Quién o quiénes auspician el proyecto?
YR: Contamos con el apoyo legal y de presupuesto de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), no es suficiente para lo que queremos lograr, pero es ese el respaldo que permite intervenir legalmente en los espacios que soñamos. Buscamos colaboraciones con otras instituciones. La Editorial Oriente, por ejemplo, colaboró en la impresión de un poster y nosotros con la realización de un spot promocional para ellos. Con Ediciones La Luz, de Holguín, hemos trabajado juntos también en la realización de spots y sueltos promocionales, entre otras acciones y negocios de intercambio que podemos hacer mediante los convenios de trabajo.
La intención de nuestro proyecto es promocionar el libro cubano, sin embargo, la mayoría de las editoriales nos dicen que no cuentan con fondos destinados a la promoción. En Cuba hay escritores muy buenos, pero las obras de muchos de ellos necesitan una estrategia promocional que se acerque a ese autor y a su obra.
Evidentemente el apoyo ha sido insuficiente, pero desarrollar la autogestión como premisa fundamental es importante. Cuando quieres lograr algo te conviertes en una persona tozuda, siempre insatisfecha.
¿Cómo acceden a Internet para mantener el sitio?
ND: Esto ha sido gracias a una mano amiga que paga el dominio desde el exterior, pero el mantenimiento y actualización corre a cuenta nuestra. Hace poco más de un año el acceso a la página desde la sede de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) era bastante viable, pero de un tiempo acá resulta muy difícil visitar la web por lo extremadamente lenta que está la conexión. Lo mismo nos sucede en la sede de la UNEAC. Ahora a través de Nauta en ETECSA, eventualmente podemos acceder con nuestro salario.
Si al menos tuviéramos un teléfono y un simple correo electrónico en la casa muchas otras cosas pudiéramos hacer: contestar más de un centenar de correos que nos llegan a la semana, actualizar… Pero hay que seguir.
A pesar de los inconvenientes, una de nuestras mayores alegrías es que nuestra página web cuenta con una amplia visibilidad a nivel internacional. Recibimos mensajes y solicitudes desde universidades costarricenses, inglesas, norteamericanas y españolas. Algunas de ellas han tomado parte de la información de la página como referente de estudios sobre el libro y la literatura contemporánea en Cuba. Es decir, que la página ha funcionado como un observatorio útil para investigadores que han evaluado lo que se escribe en Cuba.
El temor a los espacios cerrados es una sensación opuesta a la libertad que podría experimentarse al leer. ¿Tiene alguna relación esta sensación de opuestos con el nombre del proyecto?
ND: Claustrofobias es el nombre de un poemario de Yunier, pero fuimos más allá del concepto médico del miedo a los espacios cerrados, re-contextualizamos el término y lo convertimos en miedo a los encierros mentales. A esos son a los que hay que temerles hoy día, son los más peligrosos, los que acaban con un país, su cultura y su gente. Claustrofobias apuesta por la gente de Cuba.
¿Qué tipo de literatura se puede encontrar en el proyecto?
YR: Está enfocado en en la diversidad de los contenidos. El libro es el objetivo esencial del proyecto. Se pueden encontrar libros de medicina, de cocina, de ciencia, de fotografía, etc., además de obras narrativas o poéticas de autores cubanos y universales.
¿Cómo combinas el rol del escritor, con la vicepresidencia de la AHS y con la promoción literaria?
YR: Imagínate, soy miembro de la Dirección Nacional de la AHS y vicepresidente de la organizació aquí en la provincia. Dos cargos con funciones diferentes. Hacemos dos sesiones de radio en la semana, “Páginas Nuevas”, en Radio CMKC, donde se promueve lo que está pasando con el proyecto y tendremos dentro de poco un espacio en la Revista Radial “Visión”, de Radio Rebelde. Además, debo asistir a reuniones cada mes en La Habana o en otras provincias. Todo esto sin dejar de hacer mi obra literaria.
Para la próxima feria del libro con la Editorial Letras Cubanas debe salir un libro de cuentos: La espalda marcada, cuentos que van hacia lo sensual, lo erótico, cuentos que dialogan con la realidad cubana actual. Las formas del amor es el otro título que debe salir publicado por Ediciones Santiago, con el apoyo de un grupo de amigos como Amels Rodríguez, Raúl Ezequiel Gil y Naskicet Domínguez, en el diseño y las ilustraciones, y la edición de Zaylen Clavería.
El tiempo que nos dejó Eliseo es muy breve, eso no lo advirtió. Pero ahí está y hay que aprovecharlo.
Has dicho que prefieres más hacer que criticar. ¿Qué está haciendo Claustrofobias ahora?
YR: Nosotros asumimos el pensamiento martiano que dice: La mejor manera de decir es hacer. Actualmente en Cuba se critica mucho, pero se hace una crítica poco objetiva, al cubano le gusta criticar pero no acepta que lo critiquen. Nosotros no creemos que lo que estamos haciendo es lo mejor del mundo, estamos inconformes con lo logrado. Existen otras estéticas y formas de proponer que hay que respetar, creemos en el respeto al otro. Nosotros solo queremos dar nuestro punto de vista. Creemos en la diversidad de estéticas, de estilos, de géneros.
Claustrofobias está en un nuevo período. En menos de tres años vamos a llegar al millón de visitas al sitio. Estuvimos invitados a participar en el evento “Palma Digital” que organizó Cubarte, del 11 al 14 de noviembre en la Habana. Estuvimos hablando sobre el uso de las nuevas tecnologías en la música y en el audiovisual.
He podido participar en ferias internacionales del libro como escritor, conmigo me llevo una parte de Claustrofobias para dar a conocer la obra de muchos escritores de Sagua la Grande, Baracoa, Jiguaní, y de Baire que no pueden estar en estas ferias físicamente. Pero esperamos participar en alguna como proyecto, con lo que lleva, al menos soñamos con eso, que desde el stand de Cuba el público pueda ver y comprar las propuestas, que también puedan usar su celular para encontrar y comprar las propuestas cubanas.
En febrero estaremos en la Feria del Libro de La Habana, tendremos un stand gracias al Instituto Cubano del Libro, queremos que desde allí los que asistan a la feria puedan conocer desde los celulares las ofertas de las editoriales cubanas y extranjeras, entre otras acciones que no voy a adelantar.
Ahora mismo estamos muy contentos con la realización de la multimedia 1001 libros, este trabajo debe llegar a todas la escuelas donde trabaja la Brigada de Instructores de Arte José Martí. Son doscientos títulos que permiten conocer la literatura universal.
Projecto Muy interesante !
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