Jaime Nebot Saadi, presidente vitalicio del Partido Social Cristiano (PSC), de la derecha tradicional ecuatoriana, expuso a través de Facebook y Youtube su propuesta de Federalismo para superar el “Estado Fallido” ecuatoriano. En su alocución Nebot espeta:
“El momento de una república federal y unida ha llegado. Y a los que vean fantasmas divisionistas, les recordamos que México, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Alemania y Suiza, entre otros, son países unidos y federales. El estado federal mantiene un estado central, debidamente financiado, que gobierna mucho y administra poco”.
A pesar de lo dicho por Nebot, hay que tomar con cautela el federalismo. Esta propuesta viene después de la crisis de junio 2022, cuando el movimiento indígena popular se levantó en todo el país. En los días del Paro Nacional, también el radio difusor Vicente Arroba Vito, de Radio Sucre, imploraba con gritos la conversión de Guayaquil en República independiente. Desde los años noventa, la dirigencia socialcristiana ha mantenido propuestas de autonomías, pero es la primera vez que propone el federalismo.
El estudio del federalismo tiene distintas variantes, que resumo en dos clasificaciones: 1) el federalismo expansionista al que recurren los países para unir o anexionar nuevos territorios como históricamente lo hizo EEUU, Canadá, Alemania, Brasil, Argentina, México, la URSS; y 2) el federalismo separatista que ha servido para desmembrar territorios, el mismo México, la Gran Colombia, Venezuela, la URSS, Yugoslavia, Ucrania. Dependiendo del período histórico, un mismo país puede estar en una y otra.
El federalismo tiene varios aspectos constituyentes: 1) Constitución propia con regulación de las funciones del Estado central y regional; 2) división territorial decidida por la o las cámaras del Estado; 3) descentralización de las potestades de administración y ejecución; 4) Corte de Justicia propia; 5) autonomía económica del Estado. 1 El PSC tiene tres décadas el poder político de Guayas (provincia) y Guayaquil (capital), y con el federalismo podría concentrar en sus manos todas estas funciones.
En el federalismo anexionista, el ejemplo de EEUU es clásico, anexionó varios territorios entre ellos cuatro estados de México, para ampliar los territorios de su país. Igualmente pasó con Argentina, que se extendió hacia el sur captando los territorios indígenas y la Patagonia. También es un ejemplo emblemático la antigua URSS, que unió a 15 repúblicas con varias nacionalidades. México, con el federalismo unió a sus Estados, pero también le permitió separarse de ellos. Para el caso que nos ocupa, la Gran Colombia es un ejemplo de federalismo separatista. Francisco Santander, federalista, entró en contradicción con Simón Bolívar, quien pretendía un presidencialismo centralista. Los poderes localistas de las élites y las intervenciones de las potencias, llevaron a la división de la Gran Colombia en Colombia, Venezuela, Ecuador, y más tarde de Colombia y Panamá.
En Ecuador y Guayaquil es muy conocido el apellido Febres-Cordero. León Febres Cordero Rivadeneyra, diputado, ex presidente (1984-1988) y ex alcalde (1992-2000), es conocido como “Padre de la Patria”. La historia de su familia está relacionada curiosamente con el antifederalismo. Corrían los años de las batallas por la independencia en 1820, cuando con las tropas independentistas de San Martín llegó el coronel León Febres-Cordero y Oberto, (tío bisabuelo del expresidente), originario de Venezuela, y se unió a Sucre. León Febres Cordero y Oberto combatió en varias batallas, fue gobernador de Riobamba, prefecto de Guayaquil y diputado de la Gran Colombia. 2 Sucre transmitió a Bolívar las ideas de la oligarquía guayaquileña de adherirse al Perú o ser República independiente. La Ley de División Territorial de la Gran Colombia de 25 de junio de 1822, de Bolívar incluyó a Ecuador como departamento. 3 En lo que estuvo de acuerdo León Febres-Cordero y Oberto. Mientras tanto, llegaron a Guayaquil sus dos primos, Esteban y Joaquín Febres-Cordero, el primero bisabuelo del expresidente. Los Febres-Cordero participaron en la repartición de la tierra de la Gran Colombia y en las venideras, y desde entonces han ocupado cargos de Estado. A su regreso a Venezuela, León Febres-Cordero y Oberto fue nombrado General y más tarde ganó la Batalla de Cóple, el 17 de febrero de 1860, contra los federalistas, oligarquías venezolanas que querían separar el territorio. La Guerra Federalista de Venezuela fue cruenta, con miles de bajas.
León Febres-Cordero de presidente (1984-1988) benefició a la oligarquía guayaquileña, a los terratenientes y la burguesía. De alcalde (1992-2000) presionó por la autonomía, para gozar de los beneficios del puerto. Y como mandamás del Partido Social Cristiano, en aquel tiempo, la autonomía y el regionalismo siempre estuvieron en su programa. Pero, como dicen, los discípulos rebasan a los maestros, a Jaime Nebot Saadi ex alcalde (2000-2019), heredero político de Febres-Cordero, se le ocurrió el federalismo, en una época en que el separatismo produce guerras como la de Ucrania; y Guayaquil se coloca a la delantera en la exportación de cocaína.
En estos años, los federalismos han sido parte de las guerras por la separación de territorios impulsadas por oligarquías locales: la sangrienta Guerra de Yugoslavia separó a Bosnia y Herzegovina; y hoy la guerra Rusia-Ucrania por la independencia de Donetsk y Luhansk. Lo mismo ocurre con Taiwán, EEUU apoya su separación, mientras China lucha contra el separatismo. Recientemente, Xi Jingping le dijo a Biden: “Quien juegue con fuego se quemará”. 4 Ante los graves problemas que producen las oligarquías separatistas en el mundo, el federalismo no parece la mejor decisión para resolver los problemas políticos, ni económicos, de Ecuador, sino para engrandecer el poder de un grupo.
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Notas:
1 Se puede ver el artículo Las Instituciones del Federalismo (1999), de Josep Colomer.
2 Biografía de León Febres Cordero y Oberto.
3 Según Leopoldo Benites Vinueza, Ecuador: Drama y Paradoja (2005), no se consultó a Guayaquil sobre esta decisión, págs. 217-218.