El Departamento de Justicia cree que los documentos clasificados y secretos que faltan, y que no fueron encontrados durante el cateo a la casa de Donald Trump en el sur de Florida, “probablemente fueron ocultados y retirados” del inmueble como parte de un esfuerzo por obstruir la investigación federal sobre el paradero de los documentos confidenciales.
En ese cateo, el FBI también incautó cajas y archivos que contenían más de cien documentos con diversos grados de confidencialidad, y encontró documentos clasificados escondidos en la propia oficina de Trump, según un documento presentado el martes por la noche con la cronología más detallada hasta la fecha acerca de meses de tensas interacciones entre funcionarios del Departamento de Justicia y representantes de Trump sobre el descubrimiento de secretos gubernamentales.
La presentación ofrece otra indicación del gran volumen de documentos clasificados recuperados en Mar-a-Lago. Muestra cómo los investigadores que realizan la investigación criminal se han centrado no solo en el problema de por qué se almacenaron incorrectamente allí, sino también en si el equipo de Trump los engañó intencionalmente sobre la presencia ilegal de los documentos de altamente confidenciales.
El cronograma establecido por el Departamento de Justicia deja claro que la búsqueda de Mar-a-Lago se produjo solo después de haber fracasado varios esfuerzos para recuperarlos, y que se debió a la sospecha de que quedaban documentos adicionales dentro de la propiedad, a pesar de las garantías en sentido contrario de Trump y sus abogados.
La divulgación de estos detalles de la investigación incluye una foto de algunos de los documentos incautados con portadas de colores que indicaban su nivel de clasificación, un intento de refutar las sugerencias de que las autoridades están manipulando los contenidos.
La foto muestra las portadas de varios documentos clasificados encuadernados, algunos marcados como “TOP SECRET//SCI” con bordes de color amarillo brillante y uno marcado como “SECRET//SCI” con un borde de color óxido o rojo. Junto a ellos se encuentra una caja de cartón llena de fotografías enmarcadas en oro, incluida una portada de la revista Time.
Aunque contiene nuevos detalles significativos sobre la investigación, la presentación del Departamento de Justicia no resuelve una pregunta central que ha despertado la fascinación pública: por qué Trump se quedó con los documentos después de dejar la Casa Blanca y por qué él y su equipo se resistieron a los repetidos esfuerzos para devolverlos. De hecho, sugiere que es posible que los funcionarios no hayan recibido una respuesta.
Durante una visita a Mar-a-Lago el 3 de junio por funcionarios del FBI y del Departamento de Justicia, el documento establece: “El abogado del ex presidente no ofreció ninguna explicación sobre por qué las cajas de registros gubernamentales, incluidos 38 documentos con marcas de clasificación, permanecieron en las instalaciones casi cinco meses después de la devolución de 15 cajas y casi un año y medio después del fin de la Administración”.
Esa visita, que se produjo semanas después de que el Departamento de Justicia emitiera una citación para los registros, recibe una atención sustancial en el documento y parece ser un foco de investigación clave.
Aunque Trump insistió nuevamente el miércoles en que había desclasificado los documentos de Mar-a-Lago, sus abogados no sugirieron eso durante la visita y, en cambio, “los manejaron de una manera que sugería que el abogado creía que los documentos estaban clasificados”, dijo el Departamento de Justicia.
A los investigadores se les permitió visitar la sala de almacenamiento, pero no abrir ni mirar dentro de ninguna de las cajas, “no dando oportunidad al gobierno de confirmar que no quedaban documentos con marcas de clasificación”, dice el Departamento de Justicia.
Durante esa visita, establece el documento, los abogados de Trump dijeron a los investigadores que todos los registros que habían venido de la Casa Blanca estaban almacenados en un solo lugar, una sala de Mar-a-Lago, y que “no había otros registros almacenados en ningún otro lugar privado”.