Estados Unidos incluyó este viernes a Cuba y a Nicaragua en su lista negra de países que violan sistemáticamente la libertad religiosa como “Países de particular preocupación”, lo que significa que están sujetos a posibles nuevas sanciones como la cancelación de intercambios científicos y culturales, la suspensión de la asistencia para el desarrollo, el bloqueo de préstamos o restricciones de exportaciones.
Esta inclusión constituye un paso más de retroceso en las relaciones bilaterales y es valorada como una nueva agresión contra el gobierno de La Habana.
Las autoridades cubanas impugnaron este mismo viernes su inclusión en la lista.
“La designación de nuestro país en listado arbitrario demuestra que, nuevamente, el gobierno de EE.UU. necesita recurrir a acusaciones deshonestas para mantener insostenible política de abuso contra el pueblo cubano”, escribió el canciller cubano, Bruno Rodríguez en su perfil de Twitter.
Por su parte, Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba, reaccionó acusando al gobierno de Estados Unidos de mentir una vez más para incriminar a Cuba.
Recordó que durante diciembre los religiosos “demostrarán que pueden profesar su fe y realizar sus prácticas de acuerdo a su religión, el respeto a las demás y a la Ley en las celebraciones por Santa Bárbara, San Lázaro y Navidad”.
En breve en #Cuba los creyentes religiosos demostrarán que pueden profesar su fe y realizar sus prácticas de acuerdo a su religión, el respeto a las demás y a la Ley en las celebraciones por Santa Bárbara,San Lázaro y Navidad
Una vez más el gobierno d EEUU miente p/ incriminarnos— Caridad Diego Bello (@bello_caridad) December 2, 2022
En el listado de Países de Especial Preocupación, elaborado de forma anual por el Departamento de Estado, repiten este año China, Arabia Saudí, Corea del Norte, Rusia, Irán, Pakistán, Birmania, Eritrea, Tayikistán y Turkmenistán.
En un segundo nivel de preocupación, Estados Unidos situó a Argelia, la República Centroafricana, Comoros y Vietnam.
La lista de organizaciones que violan la libertad religiosa la forman, entre otros, los grupos terroristas Al Shabab, Boko Haram y el Estado Islámico (EI), así como los talibanes, los hutíes del Yemen y los paramilitares rusos del Grupo Wagner.
La ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 permite al Gobierno estadounidense elaborar anualmente la lista de países del mundo que cometen “violaciones graves a la libertad religiosa”, como torturas, detenciones y desapariciones forzadas de personas por sus creencias.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó al presentar la lista que la represión contra las personas por sus creencias “siembra la división y socava la estabilidad política, económica y la paz”.
“Continuaremos dando un seguimiento cuidadoso a la libertad religiosa en todo el mundo, defendiendo a quienes sufran persecuciones y discriminación”, dijo Blinken.
La Comisión de los Estados Unidos sobre la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés), dio a conocer en agosto pasado el Informe “Constitutional Reform and Religious Freedom in Cuba”, al que contribuyó la organización, con base en Madrid, Prisioners Defenders.
Prisoners Defenders aportó para este informe entrevistas a 15 líderes religiosos y laicos entre católicos, protestantes, yorubas y musulmanes, más otras declaraciones recopiladas hasta llegar a un número de 56 personas.
De ellos, 21 afirmaron que “sufren actos de represión mensualmente o incluso semanales que incluyen amenazas, violencia, detenciones y actos de repudio. Nueve de los encuestados se han visto obligados a emigrar”.
El documento afirma además que “la actual Constitución ha significado un ligero paso atrás en materia de la normalización del marco jurídico sobre asuntos religiosos en comparación con la Constitución de 1976”, dado que “elimina así de facto el hecho de poder albergar esperanzas en disponer en el futuro cercano de una Ley de Cultos.”
Varios actores de la comunidad religiosa cubana han insistido por años en la necesidad de una ley-marco que serviría para regular, entre otros aspectos, las relaciones entre el Estado y las diversas religiones.
Según datos de la Cancillería cubana en el país funcionan más de 1850 organizaciones e instituciones religiosas y asociaciones fraternales, reconocidas ante el Ministerio de Justicia, cuya membresía alcanza más del millón quinientas mil personas.
“Ello es resultado del pleno disfrute del derecho a la libertad religiosa y el combate a la intolerancia los estereotipos negativos y la estigmatización basada en la religión”.
Así lo considera el informe presentado por Cuba para contribuir al informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentado este año durante el 52 periodo ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.
En esa declaración la cancillería criticó el Informe del Departamento de Estado sobre la Libertad de Religión Internacional de junio de 2022, que al parecer ha servido de base a la inclusión de Cuba en esta lista.
El informe del USCIRF, “se inserta en un esquema de control geopolítico regional, y no es más que un pretexto para derrocar nuestro sistema social, subvertir el orden y violentar las leyes”.
“La elaboración de estas listas no tributa a la protección y el disfrute de la libertad religiosa que en Cuba está plenamente garantizada.”
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