El gobernador de Florida, Ron DeSantis, candidato a la nominación republicana a la presidencia de Estados Unidos, ha comenzado su campaña política, pero no en su estado sino en Iowa. Seguirá por New Hampshire y Carolina del Sur.
El paso por Iowa tuvo como objetivo buscar el apoyo de los cristianos evangélicos, de gran peso en las asambleas partidarias de ese estado, que no lo conocen prácticamente. El gobernador redobló sus críticas al expresidente Donald Trump, su gran rival en estas elecciones internas del partido.
“Le aguarda una cuesta empinada, creo que todos estarán de acuerdo con eso, para convencer a la gente de que es capaz de superar a Trump y que puede hacer un trabajo tan bueno o mejor que el de Trump”, dijo Bernie Hayes, dirigente del Partido Republicano en el condado de Linn, en Iowa.
Después de sufrir durante meses los ataques de Trump, DeSantis pasó de las críticas oblicuas a cuestionar directamente las credenciales conservadoras del expresidente en entrevistas con la prensa amigable, sobre todo su manejo de la pandemia de coronavirus y su trayectoria en materia de justicia penal.
DeSantis dijo que una ley bipartidista sancionada por Trump en 2018, que redujo las sentencias mínimas federales a prisión y dio a los delincuentes no violentos un camino para reducir su tiempo en la cárcel, es “una ley para escapar de la prisión”.
Como legislador, DeSantis votó a favor de una versión inicial de la medida, pero renunció al Congreso tras su elección como gobernador y antes de que se aprobara la versión final, menos estricta.
También dijo que Trump “entregó el país a Fauci”, en alusión al doctor Anthony Fauci, exdirector del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas y uno de los principales encargados de la respuesta a la pandemia de COVID-19.
DeSantis anunció su campaña el 24 de mayo en una conversación con el CEO de Twitter, Elon Musk. El streaming de audio sufrió varias interrupciones, lo que impidió a los oyentes escuchar el anuncio en tiempo real y parte del diálogo entre ambos.