Daniel Martínez (Camagüey, 1996) se considera un fotógrafo autodidacta, aunque ha recibido cursos y talleres en línea y presenciales de semiótica, iluminación natural y fotografía.
Sus obras, muy expresivas, prefieren los altos contraste del blanco y negro y las paredes de colores desleídos, trabajadas por el tiempo, las que le dan un ambiente sugerente por sus cercanías al ámbito pictórico.
De 2022 son las siguientes muestras personales: Obertura cubana: al otro lado del espejo, Centro para las Artes Fotográficas, Rhode Island, Estados Unidos (agosto); Etimología del ser, Colateral al 10mo Festival Nacional de Cine Comunitario Hieroscopia, Nuevitas, Camagüey (julio); De utopías y sueños, Galería Alejo Carpentier, Camagüey (junio), y Galería Dos Columnas, Centro de Artes Visuales, Bayamo, Granma (junio).
Como parte de exhibiciones colectivas, sus obras se han visto en Cuba, Italia, Estados Unidos, Portugal, Alemania, Brasil, México y Grecia, lo que ha permitido su inserción en importantes colecciones privadas de algunos de estos países.
Según International Photography Contest, en la 35 edición de su premio anual, fotografías de Daniel Martínez quedaron entre las cien mejores en el género de reportaje y entre las 200 mejores de retrato femenino, lo que lo inserta en el top 35 de fotógrafos cubanos. Además, la revista Vogue Italia ha seleccionado piezas suyas para Photovogue.
En estos momentos Urban Photo Awards lo ha seleccionado como finalista, por tercera ocasión consecutiva. El evento debe concluir en octubre de este año con el Trieste Photo Days, festival de mucho prestigio a nivel internacional.
Desde mayo Daniel Martínez vive en Phoenix, Arizona, donde continúa su obra ascendente.
Le paso la palabra para que nos muestre, generoso, un segmento de su obra:
“Mi trabajo se centra en las almas. Los retratos, las biografías de las personas, y cómo estas se conectan con mis vivencias. Me encanta hurgar en las historias que hay detrás de cada rostro. La fotografía es la herramienta que llegó a mí y me mostró el camino para lograr contar eso que quiero.
“Las influencias son muchas, desde autores como Antoine D’Agata, Robert Mapplethorpe, Jan Saudek hasta René Peña y Cirenaica Moreira, por solo mencionar artistas cuya huella en mis obras sean visibles. Pero también reconozco influencias de Eugene Smith y Frank Cappa, entre otros fotógrafos, que tocaron temas más distantes de los que habitualmente trato. Busco nutrirme y aprender de todo y de todos.
“Las imágenes no son alegres. Siento que me falta encontrar eso. Todas mis fotos van a la parte triste o solitaria del ser; por eso los escenarios corroídos y la gama de colores fríos que utilizo.
“Me gusta entremezclar mis propias vivencias con las de las personas que retrato. Crear esa conexión con ellos es una especie de retroalimentación que resulta el eje fundamental de mi trabajo”.
Ausencias
“La serie habla de soledades, de necesidades afectivas. Fue realizada entre 2021 y 2022, utilizando el cuerpo como objeto central de las composiciones. Pretendo contar historias desgarradoras que han formado parte de mi entorno de una manera directa o indirecta, y se vinculan con mi desarrollo profesional y personal.
“Estoy enamorado de los escenarios de esta serie. Creo que fue un momento de evolución en mi manera de hacer fotografía, con composiciones más estudiadas. Le dediqué mucho tiempo a la búsqueda de locaciones. Realmente disfruté y aprendí en el transcurso de su concepción y creación”.
Estampas de domingo
“Estampas de Domingo es la primera serie fotográfica que realicé, y se ha convertido en una especie de carta de presentación de mi obra. La comencé en 2020 y aún trabajo en ella. Pretendo desafiar con orgullo la poderosa imagen de la negritud, y llevar al espectador, en un viaje distópico, a épocas distantes y cercanas a la vez, que tienen como vector común la afrodesendencia.
“Este trabajo es como mi primogénito. Me ha traído muchas alegrías. Está integrado por algunas de mis obras más reconocidas. Marcó un antes y un después en mi quehacer artístico”.
Historias inconclusas
“Son fotos tomadas entre 2020 y 2023.
“El género de retrato es el que más me gusta, y no pierdo la oportunidad de practicarlo. Historias inconclusas es una suerte de selección de aquellos rostros que me marcaron a lo largo de este plazo.
“Los gestos del cuerpo humano y la expresión del rostro destacan dentro de la composición, reflejando sentimientos y narrativas visuales desde un enfoque psicológico e intimista”.