La gobernadora republicana del estado de Iowa, Kim Reynolds, promulgó ayer viernes un proyecto de ley que prohíbe la mayoría de los abortos en ese estado a partir de las seis semanas de embarazo.
La ley, que entra en vigencia de inmediato, surge después de que la gobernadora ordenara una sesión legislativa especial con el único propósito de restringir el procedimiento en el estado. Sin embargo, ya enfrenta un desafío legal después de que un grupo de proveedores de servicios de aborto han presentado una demanda.
El proyecto de ley, aprobado por la legislatura estatal controlada por los republicanos, prohíbe a los médicos realizar la mayoría de los abortos después de que se pueda detectar la actividad cardíaca temprana en un feto, lo cual sucede comúnmente a las seis semanas de embarazo, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
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Se contemplan excepciones para abortos espontáneos, cuando la vida de la mujer embarazada se vea amenazada y cuando se den anormalidades fetales que resultarían en la muerte.
También se incluyen excepciones para embarazos fruto de violaciones denunciadas dentro de los 45 días e incesto denunciado dentro de los 140 días.
El estado de Iowa se une así una lista creciente de estados republicanos que han defendido amplias restricciones al aborto a raíz del fallo de la Corte Suprema del año pasado que anuló Roe vs. Wade.