Que Cuba es una de las mecas de la música en el mundo nadie lo duda, pero todavía los mecanismos de producción y mercadeo de su música están por desarrollarse. Acaban de ser anunciados los fonogramas nominados a optar por el Premio Cubadisco 2015 en las diferentes categorías, y entre ellos llama la atención la cantidad de materiales que salen al mercado con dos y hasta tres años de atraso, cuando el público consumidor hace rato los sustituyó por otros de reciente factura.
Por ejemplo por el lauro en la categoría de Tradicional Variado compiten las placas De Machín a Pacho, un homenaje a dos importantes cantantes cubanos, que finalizó su grabación en la primera mitad de 2013; y Te llevaré de la joven agrupación Alabao, que salió de los estudios a finales de 2012.
La misma tardanza en salir al mercado ha sufrido el fonograma Oh, Yes, álbum de la maestra Digna Guerra y el Coro Entrevoces, el primero que se graba en Cuba de spiritual y gospel afroamericano, y que pasó por la fase de grabación también en 2012.
Igual sucede con el disco de Ruy López-Nussa presenta La Academia, que corre en la categoría de Jazz Cubano; y Cuba Now Danzón del joven pianista Alejandro Falcón que compite en Música Instrumental, ambos fechados en 2012.
La lista de materiales que compiten con dos o tres años de atraso sigue, lo que bien amerita un análisis sobre los procesos de producción de la industria musical cubana.
Aunque hay que reconocer con justeza la inmediatez con que otros han sido puestos en circulación como por ejemplo en el apartado de Música Popular Bailable la placa La vuelta al mundo, de Alexander Abreu y Havana D´ Primera, a principios de este año; y en Banda sonora el CD La otra esquina del cantautor Raúl Paz y varios invitados que contiene la música de la telenovela homónima que terminó de transmitirse por la televisión nacional hace unos tres meses.
Cuba cuenta con varias casas discográficas de importancia, estatales, aunque cada vez con más fuerza se posicionan en el mercado los llamados sellos independientes. En este Cubadisco se han presentado más de 210 álbumes y la más nominada fue Producciones Colibrí, con 69 fonogramas.
Pero ante la competitividad impuesta por el mercado global de la música y la necesidad de irrumpir con fuerza en un competencia en la que los grandes sellos llevan las de ganar, más allá de la calidad de las propuestas y sus valores artísticos, cómo los músicos cubanos se las pueden agenciar.
Los artistas de la Isla solicitan desde hace mucho tiempo reorganizar el sistema empresarial en ese ámbito, reordenar y potenciar la producción, promoción y maneras de comercialización de su discografía en un mundo que tras la llegada de la era digital cambió las reglas del juego.
Una sola fábrica de producción de discos hay en el país, y no solo atiende las necesidades de la industria musical, por lo que en no pocas ocasiones hay que derivar las producciones hacia factorías ubicadas en el extranjero, lo que encarece los costos de producción, y ahí entra a jugar otro elemento: ¿qué materiales merecen salir al mercado a pesar de su elevado precio?
Hay muchas más interrogantes, y ante cada posible respuesta surgen otras. Aún con atraso en la salida de algunos álbumes la industria musical cuenta con muchísimos logros. Aunque si de verdad quiere competir tiene que, como se dice en buen cubano, “montarse en patines”.
Cubadisco cada año muestra y premia producciones de calidad: es un buen espacio para especialistas y seguidores los derroteros por los que se mueve la creación musical en la Isla.
Como en años anteriores fueron presentados unos 200 materiales, incluidos los audiovisuales, lo que obliga al comité del premio a un exhaustivo trabajo para nominar y luego premiar más allá de las inconformidades y las incongruencias.
Este año dedicado a la música sinfónica y coral el evento vuelve a ser un gran atractivo, pues no pocas acciones interesantes incluye el programa de la cita que se efectuará en la Habana del 15 al 24 de mayo.
Mucho hay por hablar todavía de esta XIX edición de la magna cita de la discografía cubana, pero lo mejor es asistir a cada una de las presentaciones y conciertos, seguir de cerca los fonogramas premiados y a partir de ahí crear juicios propios sobre dónde está y hacia dónde va nuestra música.
Aquí puede consultar la lista de todos los Nominados al PREMIO CUBADISCO 2015
Interesante este tema de la la industria musical cubana. Saludos, Luis