Rigoberto Mena, como todo buen artista, vive ajeno a las modas, entendidas estas como corrientes temporales que intentan capitalizar las orientaciones estéticas en un intento de homogenizar el gusto primero y mercado después. Mena trabaja por mandato de una inaplazable necesidad de comunicación; de ahí que sus piezas tengan esa impronta de gestos libres detenidos en la superficie a tratar, sin más mandato que sus saberes y sus obsesiones, los que a la hora del rapto creativo se trasmutan en puro instinto.
Lo que sucede es que algunas obras del reconocido pintor cubano han servido de inspiración al diseñador mexicano de moda Gerardo Torres para su colección de otoño-invierno. Pudo comprobarse durante la inauguración en Mérida el pasado 30 de noviembre de lo que será el Centro de Arte y Diseño de Yucatán (CADY), proyecto del arquitecto Henry Ponce y la empresaria y diseñadora de interiores Tiky Velazco.
Durante la noche inaugural los 500 invitados presenciaron una pasarela de moda de 50 cambios, y la parte musical estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica de Campeche. El dinero recaudado se destinó al Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT), que dirige en Mérida la licenciada Claudia Ponce.
Las obras de Mena se exhibieron bajo el nombre de Recuerdos de Carolina, en un juego intertextual, no exento de humor, entre Carolina del Norte, estado en el que reside el artista, Carolina de Mónaco y la diseñadora de modas Carolina Herrera. Mayormente son piezas abstractas sobre tela, y algunas en papel que también llaman la atención por su poder de sugerencia.
La obra de Mena se inscribe dentro del informalismo lírico, aunque no está exenta de contaminaciones de otros lenguajes más cercanos al mundo de lo representacional, sin por ello pasar a la abierta “sugerencia” ni al intento de comunicación contenidista. Se trata de un arte de “la forma sin forma”, que opera en el plano exclusivamente sensorial, y aspira a constituirse en fin en sí mismo, a ser tomado por su compleja materialidad y no por lo que evoca. Hurga en el inconsciente individual y colectivo y ahí se detiene. El abstraccionismo es lo que es, y no lo que parece. Pintura de la pintura. Y eso le basta.
2023 está cerrando a toda máquina para este abstracto que ya es un referente en el arte contemporáneo cubano. En marzo Mena se presentó con la muestra Spiritual Dimension, en la Galería HPonce Interiores, de Mérida, Yucatán. De mayo a junio, el Museo de Arte Contemporáneo de las Américas, en Kendal, acogió la muestra bipersonal de pintura y gráfica Old Friends en la que participó junto a la artista norteamericana Jo Ann Rothschild.
El CADY se construye en las Antiguas bodegas henequeneras de la Colonia Chuburná, y será una edificación multipropósito, con espacios habitacionales, galerías de arte y otras instituciones culturales. Recuerdos de Carolina estará abierta al público hasta finales de enero.