Con la entrega de un donativo de arroz, la firma de varios memorandos de entendimiento y las conversaciones para potenciar la cooperación en sectores como la industria agroalimentaria, la biotecnología, el transporte y las comunicaciones, Cuba y China parecen encaminar sus relaciones bilaterales hacia una nueva etapa.
Esto sucede tras años de un lento flujo de comercio y bajo nivel inversiones del gigante asiático en la isla, que no ha logrado honrar en tiempo sus deudas con Pekín.
Sin embargo, el presidente de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo de China, Luo Zhaohui, dijo en un intercambio con el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, este jueves, que ambos países “son íntimos compañeros, buenos amigos y también socios importantes”, de acuerdo con el sitio oficial de Presidencia.
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Luo también recordó los encuentros sostenidos por el presidente chino Xi Jinping con Díaz-Canel y con el primer ministro Manuel Marrero.
En este último, en noviembre pasado, Xi insistió en las bondades de la iniciativa de la Franja y la Ruta para el desarrollo del comercio con Cuba, así como el interés en ampliar la cooperación en las áreas de agricultura, turismo, salud, ciencia y tecnología, informática y comunicación, según reportó Xinhua.
Durante el intercambio con el funcionario chino, Díaz-Canel calificó las relaciones de La Habana y Pekín como históricas, que “parten del respeto, la cooperación, la solidaridad y la comprensión de los problemas de cada uno”.
El presidente cubano agradeció particularmente esta visita de la delegación de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo de China, en un momento “sumamente complejo en lo económico y en lo social por el recrudecimiento del bloqueo y la inclusión de Cuba en la lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo”.
Previo al encuentro con Díaz-Canel, el visitante sostuvo conversaciones oficiales con el viceprimer ministro Ricardo Cabrisas. En esa sesión se firmaron dos memorandos de entendimientos: uno sobre donación de arroz y otro para la promoción del proyecto de nuevos parques fotovoltaicos y de asistencia a Cuba, publica Granma.
Igualmente, quedó acordado un protocolo para el fortalecimiento de la cooperación en el desarrollo de recursos humanos en el marco de la Iniciativa de Desarrollo Global, promovida por Pekín en Naciones Unidas en 2021 para el cumplimiento de la Agenda 2030.
China, un socio estratégico para Cuba
En opinión del economista cubano Omar Everleny Pérez, la relación económica y política entre Cuba y China ha sido sólida durante mucho tiempo, aunque con excepciones en algunos periodos, según un artículo publicado en Horizonte Cubano, sitio web de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, Estados Unidos.
Tanto Pérez como el politólogo cubano Eduardo Regalado, entrevistado por Xinhua, coinciden que en los últimos 30 años los lazos entre La Habana y Pekín han sido muy positivos en materia económica con la llegada a la isla de grandes volúmenes de materias primas y equipos.
Regalado, investigador del Centro de Política Internacional, subordinado a la cancillería cubana, afirmó que China “se ha mantenido y consolidado como el segundo socio comercial de Cuba a nivel global, la segunda nación de origen de las importaciones y el principal destino de las exportaciones cubanas de bienes”.
Igualmente, explicó que las inversiones chinas en la actualidad se dirigen al turismo, las telecomunicaciones y la biotecnología.
Sin embargo, Omar Everleny Pérez aseguró que existen retos a tener en cuenta en las relaciones bilaterales entre ambas naciones, entre los que sobresalen, “la necesidad de seguir honrando los compromisos financieros adquiridos” e “incrementar la calidad y el monto de las inversiones chinas”.
“Si Cuba presentara otra realidad macroeconómica, leyes más precisas, y una Constitución sin ambigüedades en el área de la inversión extranjera, tal vez se podría observar mayor presencia de los capitales chinos en la Isla”, afirmó Pérez.
No obstante, desde el diálogo entre Xi y Díaz-Canel, en noviembre de 2022, se ha incrementado ligeramente la presencia china en la isla a través de acuerdos, créditos comerciales y donativos en áreas como la salud, educación, telecomunicaciones y alimentos, así como la reestructuración de la deuda cubana.
En el plano político continúa el respaldo al levantamiento del bloqueo estadounidense contra Cuba y a la exclusión de la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo. En respuesta, Cuba mantiene su adhesión al principio de una sola China, condición indispensable para las relaciones con Pekín.