Uno de los hombres importantes del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN), Huberto Ortega Saavedra, falleció este lunes a los 77 años de edad debido a un paro cardiorrespiratorio en un hospital de Managua, informaron autoridades militares.
Desde junio, el ex comandante había sido llevado al hospital docente Dr. Alejandro Dávila Bolaños para ser atendido de una dolencia cardiaca, informaron este fin de semana autoridades hospitalarias.
Luego de las protestas callejeras de 2018, que se saldaron con 360 fallecidos, la mayoría opositores, víctimas de la policía y civiles armados leales al Gobierno, según organismos internacionales de derechos humanos, Humberto Ortega criticó al mandatario, su hermano Daniel, y a la represión ejercida contra los manifestantes, recordó una nota de la agencia española EFE.
En febrero, la policía allanó su casa, en las afueras de Managua, y le decomisó celulares y computadoras, reportó la prensa local entonces.
En mayo, la policía nicaragüense anunció que se había instalado una unidad médica en la residencia del ex guerrillero.
Nacido el 10 de enero de 1947 en el municipio La Libertad, Chontales, centro de Nicaragua, Humberto Ortega se encontraba bajo vigilancia policial desde el 19 de mayo pasado.
La medida fue tomada luego de afirmar al medio argentino Infobae que no había un sucesor ante la eventual ausencia de Daniel Ortega, próximo a cumplir 79 años y en el poder desde 2007, para continuar una sucesión dinástica: ni su esposa Rosario Murillo, la actual vicepresidenta, ni sus hijos.
Ese escenario provocaría un gran vacío de poder, por lo que se debía convocar a elecciones, opinó entonces el ex ministro de Defensa.
Diez días después de esas declaraciones Ortega y Murillo declararon “traidor a la patria” al general retirado durante un acto oficial transmitido por televisión y en presencia de la jefatura del Ejército y la Policía.
Comunicado oficial
El Gobierno nicaragüense, sin embargo, destacó este lunes “el aporte estratégico del general Ortega como militante sandinista desde su adolescencia” y “su valentía en acciones militares revolucionarias” como el rescate al fundador del sandinismo, Carlos Fonseca Amador.
También reconoció “sus escritos, plataformas, teorías insurreccionales e históricas, que recopilaron y expusieron de forma brillante las epopeyas del heroico pueblo nicaragüense y del FSLN durante la insurrección contra Somoza”.
Además, el comunicado manifestó que Humberto Ortega contribuyó “a las etapas de lucha clandestina, guerrillera, insurreccional, y a la formación inicial, y dirección del Ejército de Nicaragua durante los crueles años de guerra contrarrevolucionaria impuesta por los Estados Unidos de Norteamérica”.
La inhumación del ex general será de carácter privado. No habrá ningún homenaje oficial.
La oposición acusa al Gobierno
Luego de conocerse la muerte de Humberto Ortega, Unamos, una agrupación política formada por disidentes sandinistas desnacionalizados, la mayoría en el exilio, denunció que el ex guerrillero estaba “detenido” desde junio en una habitación de un hospital militar “convertida en cárcel”.
Las opositoras Concertación Democrática Nicaragüense (CDN-Monteverde) y Unamos responsabilizaron al Gobierno por el deceso del general retirado y aseguraron que “en la dictadura Ortega-Murillo nadie está a salvo, ni su familia”.