Entidades cubanas comenzaron este martes en la provincia de Matanzas un inventario sobre los gases refrigerantes nocivos para la capa de ozono.
Se trata de los gases conocidos por clorofluorocarbonos (CFC), utilizados en la industria de la refrigeración y los aerosoles, capaces de destruir las moléculas de ozono en la estratosfera, explica un reporte de la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El inventario es llevado adelante por la Oficina Técnica del Ozono en coordinación con la la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) y pretende conocer “la representación nacional de dispositivos y sustancias contenidas en la refrigeración y el acondicionamiento de aire”.
El registro incluye los equipos usados en Cuba para “continuar la contribución a proteger de la capa de ozono”, explica el reporte.
La estrategia se enfoca en reducir esos elementos, así como posibilitar “la entrada al país de tecnologías amigables al medio ambiente” y una “aceptada eficiencia energética”.
El inventario ya había comenzado por Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos, y tras Matanzas se extenderá a Mayabeque, La Habana e Isla de la juventud, refiere la ACN.
El medio apunta que con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, ya se desarrollaron “acciones parecidas” en 2010, 2017 y 2019.
Agujero en la capa ozono más persistente y grande entre 2020 y 2022
De acuerdo con Granma, Cuba entró en 2021 en la fase final del programa destinado a la eliminación paulatina de los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), gases de amplio uso en la refrigeración doméstica, comercial e industrial y la climatización, los que, además de ser dañinos a la capa de ozono, “favorecen el aumento de la temperatura media del planeta”.
La isla, según un reporte del pasado año, logró la completa sustitución del gas refrigerante R-141b en la producción de las espumas de poliuretano, empleadas en la fabricación de paneles aislantes para la construcción, equipos de refrigeración y envases de medicamentos que requieren mantener una temperatura determinada.
El doctor Nelson Espinosa dijo entonces a Granma que “eso representa dejar de emitir a la atmósfera elevadas cantidades de dióxido de carbono”, uno de los gases que más “contribuye al calentamiento de la Tierra” y a la “acidificación de los océanos”.
Entre otros resultados en el país, explica el diario, se incluye la sustitución de esos compuestos en la fabricación de aerosoles farmacéuticos. Asimismo, la supresión completa del bromuro de metilo en la fumigación de semilleros de tabaco, cultivos protegidos de hortalizas, flores, plantas ornamentales, viveros de café y en almacenes de la industria molinera.
Desde 1987, el protocolo de Montreal promueve la protección de la capa de ozono a nivel mundial con la eliminación de los CFC y los HCFC. Como firmante en 2019 de la llamada Enmienda de Kigali, Cuba también presente cumplir su compromiso para la reducción hasta 2045 de los hidrofluorocarbonos (HFC), gases sintéticos con un fuerte impacto en el calentamiento global.