El grupo palestino Hamás responsabilizó este sábado a Israel “de cualquier interrupción” en la implementación del acuerdo de alto al fuego y sus consecuencias para las demás fases del pacto.
La advertencia sobrevino luego de que el Gobierno israelí anunciará este sábado que no abrirá aún el Corredor de Netzarim para que los palestinos desplazados regresen este domingo al norte de Gaza.
El Corredor Netzarim es un puesto de control militar que tiene unos 6,5 kilómetros de ancho y 9 kilómetros de largo que divide la Franja en dos mitades al sur de ciudad de Gaza, ubicada en el norte del enclave palestino.
“La ocupación sigue siendo reacia a aplicar los términos del acuerdo de alto el fuego y de intercambio de prisioneros, al seguir cerrando la calle Al Rashid e impidiendo el regreso de los desplazados a pie del sur al norte” de Gaza, manifestó Hamás en un comunicado que replica la agencia estadounidense Associated Press (AP).
Según lo estipulado en el alto el fuego entre Hamás e Israel que entró en vigor el pasado 19 de enero, los gazatíes deben poder retornar al norte de Gaza —hoy convertida en una montaña de escombros de donde fueron forzosamente desplazados— a partir de este domingo atravesando el puesto de control de Netzarim.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que la prohibición se mantendrá hasta tanto no se produzca la liberación de la rehén Arbel Yehud, que Tel Aviv esperaba estuviera entre las personas entregadas por el grupo palestino este sábado a la Cruz Roja Internacional.
Hamás, por su parte, dijo que liberará en una semana a esa rehén, que según Tel Aviv es civil, pero el movimiento de resistencia considera que es militar.
“Notificamos a los mediadores que Arbel Yehud está viva y será liberada el próximo viernes”, dijo al canal de televisión Al Jazeera una fuente de la dirección de Hamás.
Liberación de cuatro rehenes y 200 presos palestinos
En la devolución de rehenes prevista para este sábado, combatientes de Hamás perfectamente uniformados entregaron a la Cruz Roja cuatro mujeres soldados israelíes en su poder, después de mostrarlas ante una multitud en la Ciudad de Gaza.
Capturadas en una base militar cerca de la frontera con Gaza, durante el ataque del 7 de octubre de 2023 —en el que murieron unos 1200 israelíes—, las cuatro soldados sonrieron y levantaron sus pulgares desde un escenario en la Plaza de Palestina de la Ciudad de Gaza, flanqueadas por combatientes y ante una exultante multitud de miles de personas.
La liberación de las cuatro soldados fue recibida por los vítores de los cientos de personas congregadas en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, donde seguían los acontecimientos en una pantalla gigante.
Por su parte, el Servicio de Prisiones de Israel dijo más tarde que había completado la liberación de 200 palestinos, entre ellos 120 que cumplían cadenas perpetuas tras ser condenados por ataques contra israelíes.
Miles de palestinos se reunieron en la ciudad de Ramala, en la Cisjordania ocupada, para celebrar la llegada de los autobuses que transportaban a los prisioneros. Muchos ondeaban banderas palestinas o las banderas de diferentes facciones políticas.
Los militantes más notorios que fueron liberados incluyen a Mohammad Odeh, de 52 años, y Wael Qassim, de 54, ambos del este de Jerusalén, acusados de llevar a cabo una serie de ataques mortales contra israelíes, incluyendo un atentado en una cafetería en la Universidad Hebrea de Jerusalén en 2002 que mató a nueve personas, incluidos cinco ciudadanos estadounidenses.
De los 70 que fueron expulsados a Egipto, algunos eventualmente podrían ir a otros países, luego de que Argelia, Túnez y Turquía expresaron su disposición a recibirlos, según Abdullah al-Zaghari, el jefe de un grupo de defensa de prisioneros palestinos.
“Esto es enorme”, comentó Radwan Abu Rawiya, un residente de la Ciudad de Gaza y una de las miles de personas que observaron cómo se entregaban los rehenes en la Plaza Palestina.
“La gente olvidó la guerra, la destrucción y está celebrando”, señaló a la AP.
La guerra aérea y terrestre de Israel, una de las más letales y destructivas en décadas, calificada de genocida por numerosos expertos y gobiernos, ha cobrado la vida de cerca de 48 000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según funcionarios de salud gazatíes, en tanto otros los cuerpos de otros 10 mil estarían aún entre las ruinas de las ciudades destruidas por el ejército de ocupación.
Cisjordania, el otro frente
Tres militares israelíes resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, durante el quinto día de ofensiva israelí en Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, que se ha saldado hasta el momento con 14 palestinos muertos y otros 40 heridos, reportó la agencia EFE.
Por quinta jornada consecutiva, Israel lleva a cabo este sábado una redada en el campamento de refugiados de Yenín, bastión de las milicias palestinas, según alega el gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Testimonios gráficos documentan la política de destrucción física del campamento, con excavadoras destruyendo edificios y calles de la ciudad cisjordana.
De acuerdo con el diario israelí Haaretz, 1800 palestinos han evacuado el campamento de refugiados a raíz de la operación, mientras que otros 2500 salieron en los días previos, durante una operación de más de un mes de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), tachadas por Hamás de colaboracionista con Tel Aviv.