Argelio Hernández Pupo tiene un hijo pelotero, pero no es, lo que se dice, un atleta. Sin embargo, de la noche a la mañana ha saltado a los sitios de noticias por ser, quizás, el primer cubano que ha tenido en sus manos una antorcha olímpica.
Acaba de suceder en Brasil, en el municipio de Lagoa Grande, en el estado de Pernambuco, y ha entrado a la historia este doctor nacido y criado en el municipio Gibara, de la provincia cubana de Holguín.
Este 27 de mayo llegó hasta la localidad brasileña la carrera de relevos que va recorriendo más de 300 puntos del gigante sudamericano.
Hernández Pupo, que lleva 31 meses destacado en el cercano municipio de Vila Nova do Piauí por el programa Mais Médicos, estaba entre los residentes locales escogidos para portar la llama. Cómo llegó hasta allí es quizás una de las partes más emocionantes de esta historia.
Resulta que para ser electo como uno de los portadores de la antorcha, los ciudadanos brasileños debían inscribir en la página oficial de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro sus respectivas propuestas.
“Unos pacientes me dijeron que ellos habían mandado una historia, porque encontraban que nuestro trabajo en Brasil debía ser reconocido”, le explica en exclusiva a OnCuba el doctor Argelio. “Luego el comité organizador entró en contacto conmigo para hacer el pre-registro y a los meses me informaron que estaba elegido”.
“Fue, es y será una experiencia maravillosa”, dice satisfecho el colaborador.
“Fue una emoción muy grande y me sentí representando a Holguín y a Cuba, además del municipio donde vivo. Es inolvidable compartir con los brasileños el relevo. Este momento, en mi vida personal, pasó a la historia”, prosigue motivado.
Hernández Pupo es especialista en segundo grado de Medicina General Integral, pero es un actor comunitario muy activo, como muchos de sus más de 11 mil colegas, distribuidos por toda la geografía brasileña.
Los medios digitales de Vila Nova de Piaui lo muestran acudiendo entusiasta a encuentros en las escuelas locales y compartiendo con los vecinos.
“Desde que llegué me invitan a hablar de la Lengua Española, y en el primer encuentro, que fue en 2014, pude hablar de nuestro querido país, de la Salud Pública y de la Educación cubanas. Aprovecho siempre e inserto mensajes de educación para la salud, porque el público es mayormente adolescente”, cuenta el doctor.
Luego de casi tres años, y en un momento particularmente tenso de la situación en Brasil (con el juicio político y posible destitución de la presidenta Dilma Roussef), a Hernández Pupo la oportunidad de portar la antorcha le parece una ocasión excelente para visibilizar la labor que han realizado durante todo este tiempo.
“Nuestro trabajo no tiene nada que ver con política, los médicos cubanos somos así de dedicados y abiertos, y eso los brasileños lo agradecen mucho”, se explica.
No es frase hecha su expresión. Uno de los pocos sustos que ha pasado en Brasil el doctor Hernández ocurrió poco después de su llegada, interactuando con una paciente mayor: “Me dice la señora: ‘Doctor, usted parece un pediatra de la medicina particular’. Asustado le pregunté por qué me decía aquello y me dijo: ‘Porque usted examina correctamente a los pacientes’. ¡Me dio un frío en la barriga aquello, porque pensé que me lo había dicho por estar haciendo algo mal!”.
En Gibara supieron muy pronto que el padre de Ernesto, el pítcher de Los Cachorros de Holguín, había portado la antorcha olímpica. Todavía lo están disfrutando. El especialista, en cambio, no acepta que ya las cosas le han cambiado en su vida ni mucho menos que se haya vuelto un personaje famoso. “¡Ná, ¿qué fama de qué?! Aquí sigo, amigo”, y se despide, hoy sábado, que es su día de descanso.
Vea el momento en que el doctor Alberto lleva la antorcha aquí:
Muchas felicidades. se lleva unhermoso recuerdo para toda la vida.
Muchas felicidades. se lleva un hermoso recuerdo para toda la vida.