Noches de laboratorio
Fueron largos días y noches en los laboratorios, los pasillos, los cubículos del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK). Yo estaba estudiando Microbiología en la Universidad de La Habana y preparaba mi tesis en una de las muchas líneas de investigación que en aquel momento se desarrollaban para encontrar una vacuna contra el dengue.
En el IPK las jornadas normales de trabajo terminaban a las 6 de la tarde, pero muchas veces un experimento requería que nos quedáramos hasta el otro día, o el otro. Recuerdo larguísimas horas de lecturas, innumerables pasos que hacían que un experimento durara toda la madrugada, y entre tanto, tertulias: de la literatura a la música, de la política a los precios del agromercado. Siempre con las múltiples teorías que de cada cosa puede desarrollar un científico.
Me sorprendieron mucho mis profesores, científicos eminentes con libros publicados y reconocidas teorías y que, sin embargo, caminaban por aquellos pasillos igual que yo, almorzaban en el mismo comedor y cumplían con el mismo horario. También los jóvenes que iban construyendo sus vidas, casi sin salir del laboratorio.
En aquel lugar aprendí, me enamoré, hice amigos… y pude convivir con personas enamoradas de su trabajo, a quienes el tiempo jamás parecía alcanzarles. Detrás de muchas sonrisas de niños, madres y familias agradecidas, están ellos.
En esta edición de OnCuba, quiero recomendarles especialmente un reportaje sobre los resultados de la biotecnología cubana. Un área que destaca en la Isla gracias a la estrategia llevada a cabo por el gobierno cubano para potenciar la ciencia y la tecnología, sobre todo en el área de la salud, y que exhibe logros comparables con los de países altamente desarrollados.
Los resultados de la biotecnología cubana están ahí, expresados en medicamentos, vacunas, y en los avances científicos que aportan disímiles investigaciones médicas. Desde OnCuba nos sumamos a los deseos del propio presidente Obama para que las leyes aprobadas por el Congreso norteamericano que dificultan el desarrollo de la industria biotecnológica cubana e imposibilita que los estadounidenses se beneficien de sus excelentes resultados, sean eliminadas.