Para el amigo (y bigleaguer) Ismael Sené
Si finalmente Yandy Díaz se pusiera este año el uniforme de los Indios de Cleveland en los últimos suspiros de la temporada regular, el versátil pelotero villaclareño entraría en la historia como el cubano número 200 que interviene en campeonatos de las Grandes Ligas.
Como lo lee. Desde que el habanero Esteban Bellán –primer latinoamericano que jugó profesionalmente en Estados Unidos- debutara en mayo nueve de 1873, han sido 199 los hijos de esta tierra que salieron a exponer su talento y ganarse la vida en el mejor béisbol del mundo. De manera que el próximo en hacerlo quedará inmortalizado, no importa el rendimiento que consiga en el diamante.
Son cosas del azar. La gloria de ser el centésimo cubano en trabajar allá correspondió al zurdo Marcelino López, quien el 14 de abril de 1963 salió al box de los Filis para enfrentar en Busch Stadium a los Cardenales. Esa tarde apenas duró un tercio en el montículo, pero terminó de todos modos con un boleto rumbo a la eternidad en el bolsillo.
Y ya que hablo de un pitcher, lo pongo al tanto de que en la referida cantidad de compatriotas participantes del Big Show, 83 fueron lanzadores. Sin embargo, entre los 116 jugadores de posición ha habido varios que registran efímeras actuaciones monticulares como bigleaguers. Ellos son Julio Bécquer, Octavio “Cookie” Rojas, Orlando “Marty” Martínez, Dagoberto “Bert” Campaneris, José Canseco y Alexei Ramírez.
Semillero de peloteros naturales, a estas alturas la Mayor de las Antillas habría llegado –tal vez- al millar de figuras en la MLB, de no ser por las circunstancias adversas que frenaron y aún frenan el flujo de nuestros atletas hacia el Norte. Basta con ver las cifras de latinos que se desempeñaron en aquel escenario hasta 1959: cubanos, 77; puertorriqueños, 15; mexicanos, 12; venezolanos, 6; dominicanos, 2. Es decir, que el aporte global de todos esos pueblos (35 peloteros), ni siquiera llegaba a la mitad del nuestro. De ahí que pueda pensarse, con sobrada razón, que ahora mismo superaríamos por mucho el total de 668 jugadores de República Dominicana que han estado en Grandes Ligas.
Lo que ocurre es que las diferencias políticas repercutieron con dureza en el deporte y el ritmo de crecimiento mermó considerablemente, sobre todo en las décadas que van desde 1970 al 2000. Tanto es así, que solo en los treinta años que median entre 1941-1970, la Isla envió a 94 hombres a lidiar contra los mejores de su época. Como puede apreciarse en el recuadro, en los últimos tiempos la temeraria vía de las salidas ilegales ha vuelto a provocar un incremento del número de cubanos en los predios del Big Show.
Con numerosos premios individuales y anillos de Serie Mundial, 93 nominaciones al Juego de Estrellas y 32 jugadores con 10 o más temporadas en la Scala de Milán del béisbol, la pelota cubana se alista para contabilizar su representante 200 “allá arriba”. ¿Subirá Yandy Díaz en esta campaña al roster de los Indios, o tendremos que esperar a que él (o algún otro) debute en 2017? Una cosa es segura: la espera será corta.
Consulte aquí la CRONOLOGÍA DE CUBANOS EN GRANDES LIGAS
buen artículo desde lo estadístico. superficial desde el análisis político.
Pelota sin moral.pelota sin valores eticos.por eso los miles de desertores y las gradas vacias en la serie nacional