Asistir al regreso del béisbol a los Juegos Olímpicos –programado para dentro de tres años en la cita de Tokio– parece que será un examen de altísima complejidad para el que Cuba, con las fuerzas de que dispone hoy, no parece muy apta.
Uno lee que habrá tres posibilidades de clasificación y podría llenarse de esperanzas. Sin embargo, una vez que analiza con detenimiento el asunto, cae en cuenta de que harán falta los servicios de Tom Cruise para resolver esta misión.
De las seis plazas estivales, tres serán para América, mientras las otras corresponderán a Japón (por su condición de sede) y los vencedores de las eliminatorias Europa-África y Asia-Oceanía.
Ahora bien, ¿cuáles serán las opciones clasificatorias para los candidatos del Nuevo Continente?
El primer cupo en disputa llegará en los Juegos Panamericanos de Perú en 2019, donde el campeón asegurará su presencia en la justa tokiota. El segundo se le entregará al equipo americano mejor ubicado en la próxima edición del Premier 12. Finalmente, el restante saldrá de un torneo continental de carácter preolímpico.
Mala cosa. Si miramos a los Panamericanos –un evento donde nos coronamos en diez ocasiones sucesivas– hemos sido terceros en 2011 y 2015, escoltando en el podio, por este orden, a Canadá y Estados Unidos.
Mientras, en el Premier de hace par de años concluimos en la sexta posición, por detrás de tres escuadras de nuestra área geográfica (Estados Unidos, México y Canadá).
Visto el caso de que las dos alternativas iniciales se vislumbran muy espinosas, probablemente nuestro mayor chance de estar en Tokio deba circunscribirse al preolímpico, pues a esas alturas ya habrán garantizado sus boletos dos de los poderosos en el área. Mas, ¿quién quita que, de súbito, República Dominicana, Puerto Rico o Venezuela decidan ponerle mayor interés al torneo beisbolero de la lid japonesa?
Ciertamente, hay que ser demasiado optimista para pensar que estaremos jugando pelota en la Olimpiada 2020. A no ser, claro está, que nos amparemos en la sombra benéfica de un Equipo Unificado…
Al que no quiere caldo le dan tres tazas. Que sigan perdiendo que es lo que merecen.
Sería muy triste que no tengamos todavía un equipo Cuba con todas sus armas para ese preolímpico que seguramente se jugará en el propio 2020. Sería tan triste que me resisto a aceptarlo…. Lo que sucede es que además tendría que jugarse el preolímpico fuera de la temporada de Grandes Ligas para poder contar con nuestra potente armada.
Claro, si coincide el preolímpico con las Mayores, también estarían sin la “sombra benéfica” de sus ligamayoristas, República Dominicana, Puerto Rico y Venezuela, así que andarían tan descalzos como nosotros.
Saludos, Cmario.
Saludos a los amigos Cmario y Pandiame, al ver sus escritos me embulle a romper mi silencio de hace ya varias semanas, si no hay caldo pueden ser tres tazas de chocolate movidas con el indice de la mano, la única esperanza de asistir al torneo Olímpico concite en Febrero, no del 19 ni del 20 sino del 18, quizás after de esa fecha se tomen las imprescindibles decisiones que hacen falta para recuperar la serie nacional o liga como se llame pero con todos y para todos. Gracias.
El equipo unificado no es una solucion posible porque las Olimpiadas transcurren en medio de la temporada regular de las Grandes Ligas asi que olvidense de esa variante y a pelear con los que esten aqui o quieran jugar por Cuba, si ya estan autorizados. La serie nacional y los que queden son la alternativa.
Carlos,
el problema en principio no es cuándo son las Olimpiadas, ojalá lleguemos a esa instancia, ahora el asunto es cuándo es el preolímpico y quiénes juegan por Cuba y quiénes por los equipos rivales.
Saludos, Cmario.