Llega la Semana Santa
a todo el mundo cristiano.
Pero, ¿y en suelo cubano?
¿En Cuba qué? ¿Se suplanta?
¿Se celebra? ¿Se le canta
con culto y beatitud?
¿Qué se hace en Cuba, en virtud
de esta, la festividad
de la religiosidad
en toda su plenitud?
¿Qué pasa con los cubanos?
¿Aunque de forma simbólica
la comunidad católica,
parroquias y parroquianos,
tienen rituales humanos
de evangélica manera?
¿Son fechas de una sincera
fiesta de aire clerical
aunque de forma oficial
parezcan “como cualquiera”?
En Cuba se mezclan ritos
católicos y paganos.
Rituales afrocubanos
con protocolos benditos.
En Semana Santa hay mitos
que se conservan igual.
Aunque de forma oficial
no hay recesos colegiales,
ni feriados laborales,
y se hace “vida normal”.
Aunque no es como en Sevilla,
o Manila o Poyacán,
en Holguín y en Cabaiguán,
en Matanzas y en Mantilla,
la Semana Santa brilla,
sin aspavientos, con calma.
Fiestas del cuerpo y el alma
con creyentes desfilando,
cantando a coro y portando
benditas hojas de palma.
En Cuba –en tiempo de offset–
también se habla de Pasión
y Muerte y Resurrección
de Jesús de Nazaret.
En Cuba –haya o no Internet–
con tantos ritos mezclados,
con tantos santos ligados
(los propios y los ajenos)
los viernes santos al menos
ahora son días feriados.
Cuba es un Estado laico,
pero es, mezclando pasiones,
mosaico de religiones
que, como todo mosaico,
tiene su lado prosaico
y su poeticidad.
En el campo, en la ciudad,
la isla llena de vistosos
elementos religiosos
en su cotidianidad.
Collares en las camisas
abiertas; bailes y cantos
y estampitas de los santos
colgando en los parabrisas.
Crucifijos. Cuentas. Misas.
Expresiones populares.
Los bembés en los solares.
Los padrenuestros católicos.
Los milagros hiperbólicos.
Los rezos y los cantares.
Frases hechas, de aire pío,
expuestas en alta voz,
como “alabao” y “por Dios”
y “Ave María” y “Díos mío”
Y “yo creo” y “yo confío”
Y la fe y la profilaxis…
La teoría y la praxis
confundiendo los asuntos.
Dios y Marx viajando juntos
en guaguas y bicitaxis.
La Semana Santa en Cuba
da imágenes prodigiosas
(esas afro-religiosas
de la cultura yoruba
o tantas otras; se incuba
más veneración que antes).
Junto a cristianizantes
templos del catolicismo
abundan (¿por mimetismo?)
las iglesias protestantes.
En Cuba todo se da:
creyentes pentecostales,
devotos episcopales,
los testigos de Jehová.
Todo se ha mezclado ya:
la voz de los adventistas,
los cantos de los bautistas,
los ritos presbiterianos,
los rituales anglicanos,
las iglesias metodistas.
Hay en las casas cubanas
–con sus marcas taumatúrgicas–
muchas acciones litúrgicas
y confesiones cristianas.
Hay festividades sanas
en torno a la religión.
También en nuestra nación,
(aunque pocos) celebramos
desde el Domingo de Ramos
hasta el de Resurrección.
¿Si en Cuba hay Semana Santa?
Domingo. Muy pocos ramos.
Lunes. Muy pocos rezamos.
Martes. Ni Judas se aguanta.
Miércoles. ¿Monedas? ¿Cuántas?
Jueves. Pobre Eucaristía.
Viernes. ¿Pilatos mentía?
Sábado. ¿Vigilia yo?
Domingo. ¿Resucitó?
¿En Cuba? No lo sabía.
Así somos. Y es mejor.
Es bueno que lo recuerde:
el cubano nunca pierde
el sentido del humor.
¿Que murió Cristo, el Señor?
¿El Mesías verdadero?
¿Crucificado? Prefiero
para que no estemos tristes
compartir algunos chistes
de humor semana-santero.
El guajiro y el caballo
Un guajiro pasa a prisa
con su caballo alazán
por la iglesia de San Juan
y el cura lo invita a misa.
El campesino le avisa
al hombre del crucifijo
que va en su caballo. Y dijo
el cura, sin previo ensayo:
-Dios te cuidará el caballo,
Dios cuida de todos, hijo.
El guajiro entró en el templo
y el cura dijo (a él y otros):
-¡Hoy Dios está con nosotros!
Dios está aquí, lo contemplo.
Y el guajiro ante ese ejemplo
se levantó como un rayo.
-Señor cura, no me callo:
usted me ha engañado a mí,
porque si Dios está aquí,
¿quién cuida de mi caballo?
El extraño caso del león cristiano
Dicen que un león cubano,
se escapó –vaya locura–
y se encontró con un cura
que juntó mano con mano.
-¡Oh, Dios, vuélvelo cristiano!,
empezó el cura a pedir.
Y se oyó al león decir:
-Oh, Dios, en estos momentos,
bendice los alimentos
que yo voy a consumir.
Por la gracia de Dios
Mi vecina Juana Rosas
que antes era comunista
ahora es gran coleccionista
de imágenes religiosas.
Un día, entre muchas cosas,
le preguntó su hija Alina:
-¿Por qué en cada cartulina
los ángeles ríen tanto?
-Por la gracia de Dios santo,
le respondió mi vecina.
Un obispo echándole la bronca a un cura joven
¿Pitusa en vez de sotana?
Lo acepto. Es Cuba y te atreves.
Incluso acepto que lleves
la camisa hawaiana.
Que pasees por La Habana
con un arete, es tu opción.
Que incluyas en tu sermón
palabras reguetoneras,
all right, si son tus maneras,
se acepta “la adaptación”.
Pero en la Semana Santa
creo que te estás pasando,
creo que estás abusando
y aunque todo se te aguanta
(el tono, la voz, la planta,
la imagen de “bien, qué rico).
Esto no. ¿Cómo yo explico
que pongas el cartelón:
“Cerrado por defunción
del hijo del Jefe”, chico?
“No desearás a la mujer del prójimo”
Un tipo –gorra y bigote–
mulato y de nombre Mario,
entra en un confesionario
con cara de Don Quijote
y le dice al sacerdote:
-Padre, debe hablar conmigo,
pero cómo se lo digo,
padre, es tremendo, tremendo,
Bueno, ahí va: ¡que estoy saliendo
con la mujer de un amigo!
-Entiendo el pecado, Mario.
Es “el amor de estraperlo”.
Bueno, pues deje de hacerlo
y rece un largo rosario,
además de un salve diario,
-dijo el cura, melancólico.
Y Mario, con voz de alcohólico,
solo pudo contestar:
-Padre, si no sé rezar,
ni siquiera soy católico.
-¿Entonces para qué vino
a la Iglesia? -preguntó
el cura que se quedó
con gesto sietemesino.
Y tal Mario, el muy ladino,
sin dejar de contemplarlo,
ya serio, para explicarlo
le dijo desde su asiento:
-Padre, es que estoy tan contento
que tenía que contarlo.
Jesucristo en el siglo XXI
Llegó Jesús a La Habana,
se sentó en el malecón.
vio a un joven bebiendo ron,
en compañía malsana
y con su bondad cristiana
y su respeto sincero,
dijo Jesús: -Compañero,
ojalá usted me siguiera.
Y el joven, a la primera,
fue su follower twittero.
……….
Y así termino esta entrega
de on-décimas “religiosas”.
Las teclas están nerviosas
por la imagen que les llega.
El poeta reza y juega
y ora y ríe (por instinto).
Pero lo que en versos pinto
ni me asombra ni me espanta,
porque hasta en Semana Santa
Cuba es un país distinto.
Magistral !!!
Agil, cierta y simpática ilustración. Grande maestro Alexis