A principios de este año, Leslie Fermín Molerio León, máster en Ciencia en Hidrología Isotópica, fue elegido Embajador del Bicentenario de la Academia de Ciencias de Nueva York, condición otorgada por esa institución a solo 200 científicos del mundo (entre 20 mil de 100 países). Molerio León dirige en Cuba la División de Ingeniería Ambiental y Recursos Hídricos de Inversiones GAMMA, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente.
Más allá del reconocimiento personal, ¿qué importancia concede a su participación en esa celebración de la prestigiosa institución neoyorquina?
Ha sido, ante todo, un reconocimiento a las geociencias en Cuba, componente del potencial científico cubano no muy divulgado y poco conocido por el gran público, y cuyos éxitos se quedan muchas veces entre nosotros, los investigadores de las ciencias de la Tierra. Cuba ha desarrollado aportes esenciales al conocimiento de la geología, la geofísica, la hidrología y el medio ambiente, no solo de nuestro país, sino de América Latina y El Caribe.
El bicentenario fue celebrado el mismo día del aniversario de la fundación de la Academia de Ciencias de Nueva York, el 29 de enero de 2017, pero las festividades y actividades ya habían comenzado antes con la gala anual (el 7 de noviembre de 2016) y durarán un año, período en el que habrá una campaña en las redes sociales, y se realizarán exposiciones, videos, expediciones, simposios y talleres, con la finalidad de divulgar entre la población los logros de la ciencia y la técnica modernas.
En particular, es muy importante uno de los programas en el que estamos involucrados: el llamado STEM (por sus siglas en inglés): Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, destinado a estimular el interés del hombre común en estos campos y propiciar la incorporación de los jóvenes al estudio y desarrollo de estas disciplinas.
Es muy amplia y variada su hoja de servicios. Sus aportes como coautor de una investigación sobre el paleoclima del cuaternario cubano le valieron en el año 2002 el Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba. Desde 1969 a la fecha ha diseñado, asesorado y realizado exploraciones e investigaciones en 43 países, y actualmente dirige, en Ecuador, un proyecto de Gestión Hidrológica.
¿Fue siempre la hidrología su interés principal?
En su sentido más amplio, sí. He sido muy afortunado porque, con apenas 20 años, comencé a trabajar en el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), con profesionales que marcaron el desarrollo de la hidrología y la hidráulica en Cuba: Pedro Luis Dorticós, José Ramón Luege, Diosdado Pérez Franco y Andrés Díaz Arenas. Nunca dejaré de reconocer a esas personalidades, algunas de las cuales ya no están entre nosotros. Trabajé 30 años en el INRH, en tiempos del desarrollo impetuoso de la hidráulica cubana. Fue una etapa fundamental en mi formación profesional y humana, un aprendizaje que me permitiría asumir la dirección del Servicio Hidrogeológico de Cuba.
Mis preferencias están en el ámbito de las aguas subterráneas, en la exploración y desarrollo de los acuíferos; más específicamente, en el campo de las rocas agrietadas carsificadas, lo que lleva al campo de la espeleología, pasión que desarrollé desde niño (hace casi 60 años) como integrante de una escuadra de Boys Scouts. (Cuando me incorporé al desaparecido Grupo de Exploraciones Científicas –a finales de 1962–, pude encauzar mejor esa vocación que, desde mis años en el preuniversitario de Marianao, ya había estimulado en mí la profesora Aida Arroyo.)
Luego tuve la suerte de vivir la primera gran etapa de la colaboración internacionalista cubana y, desde muy joven, haber sido incluido en los grupos que extendieron la presencia y la asistencia cubana a decenas de países. Mi otra preferencia es la enseñanza, dirigir o apoyar la dirección de tesis de diploma, maestrías y doctorados. Pero la hidrología –superficial y subterránea– es una sola y es un ente medido en cantidad, calidad y oportunidad. Vincular la investigación, dura y pura a la solución de los problemas que crean el exceso o la falta de agua, es el complemento perfecto para integrar ciencia y técnica en un solo producto de beneficio social.
Y en Ecuador, ¿qué ámbitos de su competencia está desarrollando?
Junto a otros seis especialistas cubanos, dirijo un proyecto encaminado a diseñar e implementar el sistema de Gestión Hidrológica de las cuencas vertientes a siete presas. El año pasado, a pocos días del terremoto del 16 de abril me incorporé a las labores de evaluación de los efectos del sismo en las obras hidráulicas, a solicitud del Comité de Reconstrucción. Anteriormente, en 2015 dirigí un proyecto de evaluación del estado de calidad de las aguas en un embalse y diseñamos las medidas ingenieras para resolver la situación. Todo bajo un convenio de país entre nuestro Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y la Secretaría Nacional del Agua de Ecuador, mediante su Empresa Pública del Agua. Paralelamente llevamos a cabo los trámites para inscribir una sucursal en Guayaquil de Inversiones GAMMA, S.A.
El mundo se atemoriza ante la posibilidad de que nos quedemos sin agua en un futuro más o menos mediato ¿Estamos a las puertas de una calamidad?Hay agua suficiente como para satisfacer las necesidades crecientes del mundo, pero urge cambiar el modo en que se usa, se maneja y se comparte. La crisis hídrica mundial es una crisis de gobernanza, mucho más que de recursos disponibles, como señala la UNESCO. Naturalmente, el cambio climático exacerbará riesgos asociados a variaciones en la distribución y disponibilidad de los recursos hídricos.
Haber participado en los programas Hidrológico Internacional e Internacional de Correlación Geológica, ambos de la UNESCO, le habrá dado una visión de conjunto de del futuro con respecto a los recursos hídricos, sus manejos, y perspectiva. Sin lugar a dudas, como dice un viejo eslogan de la Organización Meteorológica Mundial “el agua, demasiada o muy poca, es la causa de todos los problemas”.
El estrés hídrico, por ejemplo, es una medida de cuánto la demanda de agua afecta la disponibilidad. Unas 2 800 millones de personas en el mundo están afectadas y ello debe, si no revertirse, mitigarse. El problema es característico para todas las islas del Caribe, y Cuba no está exenta de ellos, a escala regional, no a escala de país. En resumen: hay agua suficiente para satisfacer las necesidades crecientes del mundo, pero urge cambiar el modo en que se usa, se maneja y se comparte.
La crisis hídrica mundial es una crisis de gobernanza, mucho más que de recursos disponibles, como señala la UNESCO. Naturalmente, el cambio climático exacerbará riesgos asociados a variaciones en la distribución y disponibilidad de los recursos hídricos. No debe perderse de vista nunca algo sustancial: el agua es útil cuando se dispone de ella en el lugar y momento precisos, con la cantidad y calidad necesarias.
Me gusta mucho concocer que nuestro país cuenta con tan eminente cientifico!!!
Soy de las personas afortunadas que cuento con la amistad de Leslie Molerio. Una amistad que data de 1966 cuando coincidimos en el Pre de Marianao y fui al igual que otros, contagiados con el espíritu aventurero e incipientemente científico de Leslie, que junto a Saúl y Barceló nos inculco el interés por la espeleología en teoría y en la práctica que se tradujo en las clases de alpinismo que recibíamos en una cantera de Marianao y en las exploraciones del sistema cavernario del sur de La Habana. Vienen a mi mente la cueva Insulsa y la del Muerto. Y específicamente a lo que yo me dedicaba en el grupo: la captura de murciélagos para nuestra colección al servicio de todos. También con Leslie me unía la preferencia de ambos por el cuarteto Los Zafiros. Su preferida fue esa canción denominada “Muchas veces” que él dedicaba a Adelaida, su novia ya desaparecida y que también era miembro del grupo de espeleología “Rene Jannel de Cuba”.
En la bifurcación que ocurre al concluir 12 grado yo me encamine a la CUJAE donde me hice geofísico y Leslie a la carrera que lo llevo a ser hoy un reconocido científico con extensa bibliografía en el campo de la hidrología, el carso y la geología general.
Su perseverancia de hombre de ciencia dado al estudio y la investigación la ha permitido brillar con luz propia y servir de paradigma a las nuevas generaciones que ven en el a un reconocido y abnegado maestro. Por todo esto Jorge a usted llegue mi reconocimiento por exponer a todos este trabajo que nos orgullece a todos los que conocemos a Leslie y hasta los que no lo conocen.
Felicidades Leslie Molerio-León.
Su artículo es bien merecido. Más allá de la amistad, es un profundo acto de justicia.
Muchas felicidades colega, es un premio bien merecido. Un abrazo.
Gracias por compartir tus conocimientos y experiencias en la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos con las instancias publica y privadas y en la formación de nuevos técnicos en este tu país hermano, ECUADOR…!!!!