El debate entre los candidatos demócratas, organizado por NBC y MSNBC en Las Vegas, los colocó frente a una audiencia que refleja mucho más la composición del Partido Demócrata y del país en general.
Nevada tiene casi un 30% de latinos, más del 10% afro-americano y una de las poblaciones asiático-americanas e isleñas del Pacífico de más rápido crecimiento del país.
Desde las primarias de New Hampshire, a principios de mes, la mayoría de los aspirantes a la presidencia han puesto su estilete sobre Michael Bloomberg, por su riqueza, su campaña autofinanciada, su historial político, su apoyo a la política de “parar y registrar” desde la alcaldía de New York. Aunque no está compitiendo en Nevada, ha aumentado en las encuestas recientes, que lo calificaron para su primer debate de las primarias demócratas de 2020.
Bloomberg pasó mucho tiempo recibiendo golpes y defendiéndose en el escenario durante toda la noche. Lo atacaron por sus posiciones sobre raza, género y el uso de su fortuna personal para tratar de llegar a la Casa Blanca.
El gerente de campaña de Sanders, Jeff Weaver, dijo a CNN el martes que si el senador de Vermont se convirtiera en el candidato, no aceptaría ni un centavo de Bloomberg como parte de su política de “no donantes multimillonarios”.
A principios de esta semana, Sanders reprendió al multimillonario y les dijo a miles de simpatizantes en Richmond, California: “Ahora, el Sr. Bloomberg, como cualquier otra persona, tiene derecho a postularse a la presidencia. Pero no tiene derecho a comprar la presidencia”.
En una tesitura similar, Elizabeth Warren dijo: “Es una pena que Mike Bloomberg pueda entrar al debate. Pero al menos ahora los votantes pueden ver una demostración en vivo de cómo cada uno enfrentará a un multimillonario ególatra”.
Warren, que trata de salvar lo que en algún momento pareció una candidatura promisoria, fue particularmente dura y comparó a Bloomberg con otro magnate neoyorquino: Trump.
“Los demócratas corren un enorme riesgo si sustituimos a un multimillonario arrogante por otro”, expresó. Y puso varias veces a Bloomberg a la defensiva en relación con los acuerdos de confidencialidad que hizo firmar a empleadas de la empresa informativa que lleva su nombre.
Bloomberg, aparentemente, estaba preparado para los cuestionamientos, pero tal vez no para esa virulencia. A menudo pareció como trabarse en sus respuestas. Cuando se le preguntó por comentarios que había hecho sobre las mujeres y que le crearon problemas, simplemente dijo que a algunas empleadas “no le gustaron mis bromas”.
Observadores varios sostienen que tuvo sus mejores momentos cuando le respondió a Sanders, a quien no le da posibilidades de llegar a la presidencia.
“Si es nuestro candidato, tendremos a Donald Trump por otros cuatro años”, afirmó. “No podemos permitirlo”.
Hubo, por otra parte, cuestionamientos que evidenciaron las divisiones ideológicas y la animosidad entre varios candidatos.
La misma Warren dijo que Bernie Sanders encabezaba un movimiento que amparaba el hostigamiento a través de la internet. Amy Klobuchar acusó a Pete Buttigieg de tildarla de boba.
Los conflictos internos pueden ser un problema para un partido que busca un candidato sólido que pueda hacerle frente a Donald Trump en las elecciones de noviembre.
Después del debate, la portavoz de la campaña de Trump, Kayleigh McEnany, dijo: “el Partido Demócrata está en pleno colapso”.
El buen desempeño de Sanders hace que sus rivales teman que logre una ventaja inalcanzable en marzo, cuando California y Texas aportan gran cantidad de delegados a la convención nacional. Los moderados, que creen que Sanders no tiene posibilidades de llegar a la presidencia por ser demasiado radical, ven que la entrada de Bloomberg puede dividir más todavía el voto anti Sanders.
Otros acusaron a Sanders de ser un político que genera muchas divisiones y no ofrece detalles acerca de cómo financiará sus propuestas sobre un seguro médico universal.
El sábado se llevará a cabo el caucus de Nevada y el 29 de febrero se votará en Carolina del Sur. Prácticamente a la vuelta de la esquina está también el Súper Martes del 3 de marzo, en el que se votará en una docena de estados.