El Senado de Estados Unidos comenzó a escuchar este miércoles los alegatos iniciales del juicio político del presidente Donald Trump, con los procedimientos ya en vía rápida. Para empezar, los fiscales demócratas plantearon el caso de que Trump abusó de sus poderes presidenciales y debería ser destituido.
Después de que las deliberaciones sobre las reglas prácticamente aseguraron que no comparecerían más testigos, el juicio se aceleró. Hubo pocas señales de resistencia republicana para rápidamente evaluar, y votar, los cargos relacionados con la forma en que Trump manejó Ucrania.
Los senadores rechazaron todo intento de traer a nuevos testigos –incluso asesores de Trump– y es probable que lo vuelvan a hacer la próxima semana.
El magistrado presidente John Roberts dio inicio a la sesión mientras los senadores se preparaban para días largos.
Trump, quien está en Davos, Suiza, asistiendo al Foro Económico Mundial, insinuó que estaría abierto a que testifiquen sus asesores, pero rápidamente dio marcha atrás cuando dijo que habría preocupaciones de “seguridad nacional”.
“Le dejaré en manos del Senado”, dijo Trump en cuanto a los testigos.
Es sólo la tercera vez en la historia que la cámara alta estadounidense sopesa si un presidente debe ser destituido. Los demócratas argumentan que Trump abusó de su poder al pedirle a Ucrania investigar a rivales políticos mientras retenía apoyo militar crucial y también obstruyó la labor de investigación del Congreso al negarse a entregar documentos o permitir a funcionarios testificar en la pesquisa de la Cámara de Representantes, donde los demócratas son mayoría. Los republicanos han defendido las acciones de Trump y tachan el proceso de un esfuerzo políticamente motivado para debilitar al presidente durante su campaña para la reelección.
El representante Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes que encabeza el proceso, mencionó en los alegatos iniciales a Alexander Hamilton y los otros Padres Fundadores del país que incluyeron el juicio político en la Constitución.
“Estamos hoy en esta sagrada cámara, garantizando esta solemne medida sólo por tercera vez en la historia porque Donald J. Trump, el presidente 45 de Estados Unidos, ha actuado precisamente como temían Hamilton y sus contemporáneos”, dijo Schiff.
Los fiscales de la cámara baja tendrán 24 horas en los próximos tres días para presentar su caso. A eso le seguirán otras 24 horas divididas en tres días para que los abogados del presidente expongan su defensa. Se espera que sólo descansen el domingo.
Después, pasarán 16 horas para que los senadores –que deben estar sentados en silencio en sus escritorios, sin discursos ni celulares– pregunten por escrito, y posteriormente otras cuatro horas de deliberaciones.
Se espera que para finales de la próxima semana haya una última votación sobre si quieren o no escuchar a más testigos, y parece que muy probablemente eso sea el final.