El ex estratega en jefe de Trump, Steve Bannon, fue liberado sin derecho a fianza hoy lunes después de entregarse a las autoridades federales en Washington DC, donde enfrenta cargos criminales luego de desafiar una citación de los legisladores que investigan el asalto al Capitolio por simpatizantes de Trump.
Bannon, de 67 años, fue acusado de dos cargos de desacato al Congreso por negarse a entregar documentos y presentarse como parte de esa investigación. Cada cargo de desacato al Congreso es un delito punible con hasta un año de cárcel y una multa máxima de 100 000 dólares.
Estará sujeto a los requisitos generales de supervisión como parte de las condiciones de su liberación, dijo el juez de instrucción Robin Meriweather. Tendrá que presentarse regularmente a las autoridades e informarles sobre cualquier plan de viajar fuera de Washington.
Bannon también entregó su pasaporte y acordó no obtener ningún otro documento de viaje internacional. Pero no se declaró culpable. Está programado que comparezca ante el juez de distrito estadounidense Carl Nichols, designado por el ex presidente Donald Trump, el próximo jueves a las 11 a.m.
Antes de entregarse, Bannon afirmó que él y sus aliados estaban “derribando al régimen de Biden”. “Quiero que se mantengan enfocados, permanezcan en el mensaje”, dijo Bannon en declaraciones transmitidas en vivo a una plataforma de medios sociales de ultraderecha.
Bannon es un nombre en una lista creciente de asociados de Trump llamados a cooperar con la investigación del comité bipartidista de la Cámara de Representantes sobre los sucesos del 6 de enero, cuando cientos de partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio e impidieron temporalmente que el Congreso confirmara la victoria del presidente Joe Biden en las elecciones de 2020.
Trump había difundido durante meses una serie de teorías de conspiración sobre fraude electoral y afirmado que la contienda estaba amañada en su contra. El presidente del comité selecto, Bennie Thompson, demócrata de Mississippi, y la vicepresidenta Liz Cheney, republicana de Wyoming, dijeron que están considerando un procedimiento de desacato contra otro aliado de Trump, el ex jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, por no cumplir con su citación.
El representante Adam Schiff, demócrata de California, otro miembro del comité, dijo el domingo que una remisión por desacato criminal para Meadows ya está en proceso. Un abogado de Bannon le dijo al comité selecto de la Cámara en octubre que no cumpliría con su citación porque Trump le había ordenado que no presentara ningún documento o testimonio “sobre material privilegiado”.
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Thompson rechazó la referencia al privilegio ejecutivo, la doctrina que permite a algunos funcionarios del poder ejecutivo mantener la confidencialidad de algunas comunicaciones como argumento para el incumplimiento de una citación del Congreso. El comité selecto envió una resolución de desacato al pleno de la Cámara de Representantes, que votó 229-209 para declarar en desacato a Bannon.
Bannon fue despedido por Trump años antes de las elecciones presidenciales de 2020 y la invasión del 6 de enero. En 2018, Trump criticó a Bannon como un “Steve descuidado” y se burló de él por haber sido “abandonado como un perro por casi todos” después de su partida. Pero Bannon recibio un indulto justo antes de que Trump dejara el cargo en enero.
Había sido arrestado bajo cargos de engañar a los donantes sobre un supuesto esfuerzo para financiar de manera privada la construcción de un muro en la frontera con México. En un comunicado el domingo, Trump afirmó: “Este país quizás nunca le ha hecho a nadie lo que le ha hecho a Steve Bannon y también está buscando hacérselo a los demás”.
El equipo legal de Trump argumentó que muchos de esos registros estaban protegidos por privilegios ejecutivos, pero Biden se ha negado a invocar privilegios sobre ellos.
Un juez federal también rechazó las afirmaciones de Trump y dictaminó que en las disputas sobre privilegios ejecutivos, la postura del presidente actual importa más que la de su predecesor. La Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia otorgó a Trump una solicitud para retrasar temporalmente la publicación de los registros y estableció un calendario de sesiones informativas aceleradas, con argumentos orales establecidos para el 30 de noviembre.
Estos argumentos serán escuchados por un panel de tres jueces. Dos de ellos, Robert Wilkins y Patricia Millett, fueron designados por el ex presidente Barack Obama, mientras que el tercero, Ketanji Jackson, fue designado por Biden.