Flashazo: La gente, la vida, los precios…

Con la agudización de la crisis y el alza constante de los precios, muchos cubanos se sienten desprotegidos y lamentan que sus salarios no les alcancen prácticamente para nada.

Mipymes oferta alimentos en moneda nacional. Foto: Otmaro Rodríguez

“La vida está más difícil cada día. Hay que ‘guayarla’ muy duro pa’ llevar comida a la casa”, le dijo Miguel Ángel a Otmaro Rodríguez, fotorreportero de OnCuba, de recorrido por las calles de La Habana.

Miguel Ángel es chofer de una entidad estatal y apenas gana unos 2400 pesos, según refiere.

“Como están los precios en la calle, con ese dinero no puedo comprar prácticamente nada —comentó. Ni pollo, ni aceite, ni huevos, ni café… y menos con la economía por el piso. Para poder comer tengo que estar inventando, tú sabes…”.

Venta de pollo y otros productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de pollo y otros productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Junto a su inseparable cámara, Otmaro anduvo la ciudad grabadora en mano, no solo para retratar la realidad circundante, sino también para conversar con la gente, para escuchar de primera mano sus preocupaciones cotidianas. Y los precios, la carestía de la vida, afloraron en cada diálogo.

“Todo está carísimo”, le confirmó Rafael, trabajador de Servicios Comunales. 

“Mi salario no me alcanza ni para comprar las medicinas de mi esposa, que está enferma. No puedo comprar nada en las mipymes, porque el dinero no me da para eso. Malamente para lo que dan en la bodega, y algo que resuelva por ahí”, confesó apesadumbrado.

Ofertas de alimentos en moneda nacional en una mipyme de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Ofertas de alimentos en moneda nacional en una mipyme de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Una mipyme oferta alimentos en moneda nacional, en el Parque El Curita, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Una mipyme oferta alimentos en moneda nacional, en el Parque El Curita, La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

El drama de Rafael es el mismo de numerosos cubanos, tanto en la capital como en el resto del país. Con la agudización de la crisis, la indetenible inflación, la drástica caída de la producción de alimentos, y los fallidos resultados de las medidas del Gobierno, muchos se sienten impotentes, desprotegidos, y asumen su realidad con desesperanza y resignación.

Otros intentan seguir adelante, o siquiera comprender la situación que los asola. Pero el por qué de algunas cosas les sigue pareciendo inexplicable. Por ejemplo, de los altos precios. 

“Creo que no se ha hecho un estudio preciso”, consideró Isabel, jubilada con solo 1528 pesos de pensión.

Venta productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

“Yo trabajé en una fábrica y sé cómo se determinan los precios, y no puede ser que el costo de un producto no juegue con el precio que se le pone —explicó la mujer. Los precios que tienen muchas cosas me parece que se van muy por encima de los costos y no le veo ninguna lógica a eso”.

Del mismo modo, piensa que “lo que se produce en la tierra de aquí tampoco debería ser tan caro”.

“¿Por qué razón un boniato, una yuca, una calabaza, que se cosechan aquí mismo en Cuba, son tan caros? No lo entiendo. Realmente es muy difícil lidiar con esta situación, así no juega el número con el billete”, le dijo a Otmaro.

Venta de productos agrícolas en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de productos agrícolas en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Puesto de venta particular de productos agrícolas en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Puesto de venta particular de productos agrícolas en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Las mipymes y el tope de precios

Las mipymes y el sector privado en general, que en los últimos tiempos han estado en la mira de las autoridades y que recién han sido objeto de una controvertida actualización normativa, son también la comidilla de muchos cubanos que consideran excesivos los precios de sus productos.

No son pocos los que, como Humberto, piensan que muchos empresarios privados buscan “aprovechar la escasez para enriquecerse”, y defienden el tope de precios gubernamental como solución para frenar lo que consideran un “abuso”.

“Aquí la competencia es de subir precios, no de bajarlos, como pasa en el resto del mundo, y eso es insostenible para el obrero, para las familias que dependen del salario”, sostuvo el ingeniero mecánico en su intercambio con nuestro fotorreportero.

Venta productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Humberto es partidario de topar los precios de los productos “según lo que se invierta en ellos” y considerando una ganancia de hasta un 30 % para el vendedor. “Yo entiendo que haya un margen de ganancia, pero no un abuso, que es lo que hay ahora”, señaló. 

En cuánto a cómo topar los precios, él mismo ha pensado en una fórmula.

“Todo lo que entra en Cuba tiene que venir con una factura. Por ahí se puede saber en cuánto se compró ese producto, cuánto invirtió el comprador, y a eso se le puede poner un porcentaje por encima, para los gastos de transporte, operativos y algo de ganancia”, explicó.

Para él, además, “el tope debería ser a todos los productos, no a tres ni a seis, sino a todos. Si solo se topan algunos, como pasa ahora, el vendedor le sube el precio al producto que no está topado, para compensar la ganancia del que sí tiene tope. Y el que sigue perdiendo es el pueblo”. 

Venta de picadillo y otros productos por un negocio privado en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de picadillo y otros productos por un negocio privado en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de distintos productos por negocios privados en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de distintos productos por negocios privados en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

No todos coinciden. Luis, también jubilado, tiene claro que “topar los precios nunca ha resuelto nada, solo que las cosas se pierdan y haya que estar consiguiéndolas más caras todavía en el mercado negro. Eso ha pasado siempre, pero lo siguen haciendo”.

Por demás, entiende que el tema de los precios “es muy complicado”. Yo fui administrador estatal y sé que en el costo hay que calcular el flete, los impuestos, las cosas operativas de la empresa, y hay que tener un margen de ganancia, porque si no, sí que no da la cuenta”.

“Si arriba de eso hay que ‘tocar’ a alguien en el proceso, que seguro pasa bastante, eso también se cuenta. Y claro, la gente no lo entiende porque lo que está viendo es que no le alcanza con el salario”, dijo, y añadió: “Pero el problema no es son solo con los particulares. El Estado también ha subido los precios”. 

Ofertas de alimentos en la heladería Soda Obispo, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Oferta de alimentos en la heladería Soda Obispo, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Ofertas de comida en un restaurante estatal, en la calle Obispo. Foto: Otmaro Rodríguez.
Menú en un restaurante estatal, en la calle Obispo. Foto: Otmaro Rodríguez.

De las tiendas en MLC y otros demonios

Dayron, artesano de La Habana Vieja, apuntó a un problema del que mucho se ha hablado y “afecta a toda la cadena”, pero que no parece tener solución a corto o siquiera a mediano plazo: el mercado cambiario de las divisas

“Mientras eso no se resuelva, las cosas van a seguir igual, o peor —consideró. Porque los particulares, las mipymes, yo mismo, tenemos que sacar los dólares de algún lado, y si el Estado no los vende, hay que morir con los revendedores, al precio de la calle, y ese paletazo termina pagándolo el cliente en la compra final. Pero el Gobierno dice que no tiene dólares, y está tratando de cobrar en dólares todo lo que puede, así que esta es la historia de nunca acabar”. 

Además, apuntó hacia las tiendas en MLC, las que, dijo, “no tienen esa justificación para vender tan caro” y, sin embargo, “todos sus precios están por las nubes”.

Precios de productos en MLC en una tienda en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Tapa de res el KG 19,40 en MLC. Foto: Otmaro Rodríguez.
Boliche de res el Kg 20,55 en MLC. Foto: Otmaro Rodríguez.
Filetillo de puerco el Kg 11,55 MLC. Foto: Otmaro Rodríguez.
Papas pre frita paquete de 2,5 kg a 15,25 MLC. Foto: Otmaro Rodríguez.

Con él coinciden no pocos cubanos, como Lisbet. Como tantos, esta enfermera no pudo evitar la comparación entre estas tiendas y las vilipendiadas mipymes.

“Todo el mundo les tira a las mipymes, que es verdad que venden caro, pero si no fuera por las mipymes las cosas estuvieran mucho peor”, afirmó.

“¿Qué es lo que vende el Estado? ¿Y a cómo lo vende? Los precios de las tiendas en MLC son un escándalo. Muchos son peores que los de las mismas mipymes, y no he oído a nadie del Gobierno decir que tienen precios abusivos o que van a cerrarlas si no bajan los precios. ¿En qué quedamos?”, se preguntó Lisbet.

Queso Gouda en Kg 10,50 MLC. Foto: Otmaro Rodríguez.
Pollo deshuesado pqte 13,25 MLC, media pechuga de pollo pqte 14,70 MLC. Foto: Otmaro Rodríguez.
Salchichón de cerdo y pollo unidad 3,25MLC y mortadela criolla el Kg 5,50 MLC. Foto: Otmaro Rodríguez.
Picadillo especial, precio en MLC 0.90. Foto: Otmaro Rodríguez.
Mantequillas 2 x 0,65 MLC. Foto: Otmaro Rodríguez.

Para Dayron, la solución de los altos precios pasa por darles más facilidades a los productores y vendedores privados en lugar de “apretar la mano”.

“Si usted le da facilidades a la gente para que produzca, facilidades de verdad, incentivos para que se pueda ver el resultado en dinero constante y sonante, la gente va a producir. Y si le da facilidades para que importe y tenga un margen de ganancia razonable, sin tantas trabas ni impuestos, la gente va a importar y va a vender más barato. Esa es la lógica del mercado”, estimó.

“¿Qué pasó cuando todo el mundo empezó a importar cerveza porque las cubanas estaban perdidas —le pregunta a Otmaro? Pues que la cerveza se desbordó y el precio bajó cantidad. ¿Por qué no puede pasar eso con todo, en lugar de estar poniendo topes y trabas? Eso lo que provoca es lo contrario, es un bumerán, y al final la que sufre es la gente, no el Gobierno”. 

Venta productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de productos alimenticios en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta productos en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de productos en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Luis, por su parte, no niega que haga falta “mano dura” con quienes incumplen lo establecido, pero no comprende que se le “aprieten las tuercas” a todos en lugar de respaldar con mayores incentivos a quienes “ayudan al país” con sus producciones e importaciones.

“No digo que no haya gente abusadora, que se está haciendo rica multando lo precios. Con esos es que el Gobierno debe poner mano dura, en lugar de apretarle las tuercas a todo el mundo y hacer que paguen justos por pecadores —comentó. De lo contrario, desestimulan a quien está haciendo bien las cosas. A esa gente lo que hay es que darle más apoyo, aunque ganen más dinero. ¿Qué tiene de malo que ganen dinero si lo hacen legalmente y así ayudan al país?”

Personas hacen cola en un puesto de venta de alimentos en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Cola en un puesto de venta de alimentos en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta productos en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Venta de productos en un negocio privado de La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

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