Coronavirus: la variante Delta siembra dudas sobre la inmunidad colectiva y la vacunación

La responsable del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O'Brien, reconoció que "a medida que vemos variantes que son más transmisibles, ello significa que se necesitará una mayor proporción de la población que esté vacunada".

Personal paramédico traslada a una paciente con la COVID-19 en el Reino Unido. Foto: Andy Rain / EFE / Archivo.

Personal paramédico traslada a una paciente con la COVID-19 en el Reino Unido. Foto: Andy Rain / EFE / Archivo.

La expansión de la variante Delta, con una capacidad de contagio más elevada que el coronavirus original, está haciendo tambalear las previsiones sobre la cobertura que debe alcanzar la vacunación para conseguir la inmunidad colectiva, que podrían tener que revisarse al alza, según reconocieron expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La variante Delta no es la única que causa inquietud, puesto que también la Alfa, la Beta y la Gama han surgido de mutaciones que las han hecho relativamente más transmisibles, virulentas y con el potencial de reducir la efectividad de las medidas recomendadas para contener la pandemia, razón por la cual la OMS las considera “variantes de preocupación”.

Según el último informe epidemiológico de la organización, la variante Delta (inicialmente detectada en India) se transmite actualmente en 135 países, la Beta (Sudáfrica) en 132 , la Ganma (Brasil) en 81 y la Alfa (Reino Unido) en 182.

Incógnitas sobre la inmunidad colectiva

“La cuestión de la inmunidad colectiva implica saber en qué medida la gente que no está vacunada está protegida simplemente porque vive entre gente que está inmunizada, pero no se trata de un simple número, ya que esto depende totalmente del nivel de transmisibilidad de un virus”, explicó la responsable del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O’Brien.

El sarampión —una enfermedad altamente contagiosa que sigue circulando, para la que existe una vacuna desde hace casi seis décadas y que requiere un 95 % de cobertura de vacunación— es un ejemplo que podría compararse con el del coronavirus, comentó la experta.

O’Brien reconoció que ahora mismo, en el caso de la COVID-19, “no sabemos cuál es la proporción de gente que debe estar inmunizada para proveer alguna protección a quienes no están vacunados”.

Cuando empezó la inmunización contra la enfermedad, los expertos partieron de la base de que se necesitaba vacunar a un 70 % de la población para alcanzar la inmunidad colectiva —también denominada “de rebaño” o “comunitaria”—, pero la aparición de las variantes y su rápida propagación geográfica están forzando a una nueva reflexión al respecto.

La variante Delta agrava la pandemia de COVID-19 en EEUU

O’Brien reconoció que “a medida que vemos variantes que son más transmisibles, ello significa que se necesitará una mayor proporción de la población que esté vacunada”.

La idea que subyace en la inmunidad de rebaño es que los que no están vacunados logran una protección indirecta, ya que los vacunados forman una barrera alrededor de ellos, lo que explica que no se requiere necesariamente que todas las personas se vacunen.

No obstante, la transmisibilidad que va ganando el coronavirus —debido a los “errores” que sufre al transmitirse de una persona a otra y que modifican su código genético— apunta a que ahora la cobertura de vacunación necesaria podría más bien estar en torno al 80 % o más.

Duración y efectividad de las vacunas

El director de emergencias sanitarias de la OMS, Mike Ryan, ha sacado a relucir que la duración de la protección que ofrecen las vacunas también tendrán una impacto en el tiempo necesario para alcanzar la inmunidad colectiva, pero todavía no ha pasado el tiempo suficiente para conocer ese dato.

“Todavía no tenemos datos de largo plazo sobre esto, pero sí sabemos que con las variantes más transmisibles, el número posible de personas en la comunidad que deberán vacunarse puede ser mucho mayor de lo que sospechamos inicialmente”, señaló.

Otro elemento clave a tener en cuenta a la hora de proyectar cuándo se alcanzará la inmunidad colectiva es la eficacia de las vacunas, que varía entre las once que se están administrando en el mundo, de las cuales ocho han recibido una autorización de uso de emergencia por parte de la OMS.

¿Cuál es la efectividad actual de las vacunas más conocidas contra la COVID-19?

Las distintas vacunas disponibles utilizan al menos tres tecnologías diferentes, con niveles de eficacia global que varían entre el 72 % y 96 %, pero que en todos los casos aumenta considerablemente y se aproximan cuando se trata de prevenir casos graves y hospitalizaciones por COVID-19.

En este escenario, muchas personas que viven en países donde la cobertura de vacunación es elevada, particularmente en Europa y Norteamérica, no entienden por qué hay repuntes de contagios y la pandemia parece preparada para golpear en una nueva ola.

O’Brien explicó que esto no se debe a un fracaso de las vacunas, sino que es consecuencia de la actitud general de las personas vacunadas, que “se sienten seguras y dejan de lado las otras medidas de salud pública” que se preconizan desde el inicio de la pandemia, lo cual lleva a que se registre un aumento de casos.

El caso del Reino Unido

El 35 % de los pacientes hospitalizados con la variante Delta del coronavirus en el Reino Unido tenían la pauta completa de vacunación, mientras que el 55 % no había recibido ninguna dosis, según datos publicados hoy por la agencia de salud pública de Inglaterra (PHE, en inglés).

Entre 1.467 pacientes contagiados desde el pasado 19 de julio por la variante Delta, según confirmó la secuenciación genética de sus muestras, 808 no estaban inmunizados y 512 habían recibido dos dosis, detalló PHE en un comunicado.

“Si bien las vacunas ofrecen altos niveles de protección, no son efectivas al cien por cien y no evitarán el contagio por COVID-19 para todo el mundo”, destaca la agencia, que advirtió que “cuanta más población esté vacunada, mayor será el porcentaje de personas inmunizadas en el hospital”.

En su comunicado, la agencia sanitaria advierte al mismo tiempo de que existen “resultados iniciales” que sugieren que “los niveles del virus en aquellos que se infectan con la Delta, pero han sido ya vacunados podrían ser similares a los que se detectan en personas sin vacunar”.

Recalca al mismo tiempo que esa conclusión se basa en un “análisis exploratorio inicial” y son necesarios más estudios para “confirmar si ese es el caso”.

Menos tos y más secreción nasal: los síntomas de la variante Delta del coronavirus

“La vacunación es la mejor herramienta que tenemos para mantenernos seguros a nosotros mismos y nuestras familias del riesgo de sufrir una grave enfermedad que puede suponer la COVID-19”, indicó Jenny Harries, directora ejecutiva de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, en inglés).

“Sin embargo, debemos recordar también que las vacunas no eliminan todo el riesgo: aún es posible enfermar de COVID-19 e infectar a otros. Es vital que actuemos con precaución, particularmente cuando los casos son elevados”, agregó.

En el Reino Unido, 38,87 millones de personas han recibido ya la pauta completa de vacunación, según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad británica, lo que representa el 57,95 % de la población.

Asia en alarma

Tras meses de tranquilidad y casi sin registrar contagios, China notificó a finales de mayo sus primeros casos de la variante delta en la provincia sureña de Cantón. Las alarmas saltaron al registrarse en julio julio nuevos positivos en la ciudad de Nankín, que causaron más de 600 casos en las últimas semanas en diferentes puntos del país.

Entre las 144 localidad consideradas ahora de riesgo se encuentra la ciudad de Wuhan, primer epicentro que tuvo la pandemia y que llevaba desde junio de 2020 sin presentar casos por transmisión local, o la capital, Pekín, que ha impuesto restricciones de entrada a la ciudad y limitado aforos en espacios cerrados.

Hasta ahora, China ha administrado 1.726 millones de dosis de sus vacunas, según su Comisión de Salud, que no publica datos de cuántas personas han recibido la pauta completa. 

Mientras, Japón afronta desde mediados de julio su cuarta y mayor ola de contagios, causada sobre todo por la propagación de la variante delta, que representa en torno al 90 % de los nuevos contagios. Este jueves se rebasaron por primera vez los 15.000 casos diarios en el país, un tercio de ellos en Tokio, que acoge los Juegos Olímpicos en un formato burbuja que implica la ausencia de público y férreas restricciones para todos sus participantes.

Ante esta situación, el Gobierno decidió esta semana ampliar hasta finales de agosto el estado de emergencia sanitaria vigente en la capital y regiones colindantes, además de incrementar el nivel de alerta en otras de las principales prefecturas del archipiélago y acelerar la vacunación, que se ha completado para un 32 % de la población.

Expande Japón estado de emergencia en medio de Juegos Olímpicos

Por su parte, Corea del Sur, uno de los países que mejor ha controlado la propagación del patógeno, apenas lleva registrados unos 4.900 casos, desde que se detectara por primera vez la variante Delta en octubre.  Sin embargo, unos 1.900 han sido notificados tan solo en los últimos siete días, lo que, según las autoridades, indica que será la variante predominante en las próximas semanas.

El auge de la Delta y la escasez de vacunas —solo el 15 % tiene pauta completa— están detrás del aumento de casos en el país en el último mes, lo que ha obligado a extender otras dos semanas el máximo nivel de restricciones en torno a Seúl, donde reside la mitad del país.

En el Sudeste Asiático, la irrupción de la variante delta con la vacunación todavía en sus fases iniciales ha provocado las peores crisis hasta el momento, en especial en Indonesia, convertida en epicentro mundial del coronavirus en las últimas semanas, con más de 104.000 muertes acumuladas.

Al gran número de contagios en el archipiélago, a pesar de las restricciones de movimiento, se suma la escasez de oxígeno para uso médico, un problema compartido por Birmania, que esta semana superó los 10.000 muertos oficiales durante la pandemia, mientras el país vive una profunda crisis política y social a raíz del golpe de Estado militar. La limitada capacidad de realizar pruebas para detectar el virus en ambos países hace pensar a los expertos que los números reales son en realidad mucho mayores.

Por si fuese poco, Malasia y Tailandia alcanzaron este viernes su número más alto de contagios en un día desde el inicio de la pandemia, con más de 20.000 casos en cada país, mientras que ambos sufren en torno a 160 muertes al día de media en la última semana. 

EFE / OnCuba

Salir de la versión móvil