Estados Unidos, el país más afectado del mundo por la pandemia, ha rebasado el cuarto de millón de fallecidos por la COVID-19, mientras crecen las advertencias de los expertos ante un probable empeoramiento de la situación debido a la proximidad de la festividad de Acción de Gracias.
“A medida que nos adentramos en la temporada de frío, deberíamos realmente pensar dos veces acerca de estas cenas en las que no estamos seguros de que la gente presente está sana”, indicó Anthony Fauci, el epidemiólogo más importante en la lucha contra la pandemia de EE.UU., en una entrevista con el diario USA Today.
Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), advirtió que “tras las festividades van a comenzar a verse contagios imprevistos relacionados con encuentros en casas”.
“Así que tienes que decidir (…) ¿Quieres viajar e ir a una comida de Acción de Gracias donde habrá quizá 12 o 15 personas?”, dijo y agregó que sus tres hijas que viven fuera de Washington no viajarán a la tradicional comida familiar con su esposa y en lugar la hará virtualmente.
Las palabras de Fauci se producen después de que EE.U. .superara este miércoles los 250.000 muertos por la COVID-19, mientras que los contagios rozan los 11,5 millones, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Estados Unidos sigue como el país más golpeado por la pandemia con el 18,57 % de las muertes a nivel mundial y el 20,47 % de los casos.
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Acción de gracias
El gran problema es la inminencia de las vacaciones de Acción de Gracias, que se celebran la próxima semana, y que son el período de mayor tráfico en EE.UU., con millones de personas desplazándose por todo el país para degustar el tradicional pavo con sus familiares.
Las previsiones apuntan a que los estadounidenses, pese a las recomendaciones, seguirán con sus planes de viaje, aunque lo harán en menor medida. Cerca de 50 millones de estadounidenses planean viajar este año, lo supone un 10 % menos que el pasado año, la mayor parte por carretera, según la Asociación de Automóviles de EE.UU. (AAA, en inglés).
Los viajes aéreos se reducirán a la mitad en estas fechas, pero eso significa que todavía 2,4 millones de personas se subirán a un avión en estas fechas.
Vuelven las restricciones
El repunte de casos vivido en las últimas semanas ha provocado que numerosos estados retomen las restricciones para tratar de contener la expansión del virus. Incluso en estados de mayoría republicana, que habían sido más reacios a la aplicación de estas limitaciones, la situación se ha desbordado, como es el caso de Dakota del Norte, Montana, Wyoming o Iowa.
“Adoro las fiestas con mi familia. Y este año lo vamos a posponer. Mis hijas y nietos no van a venir a mi casa como hacemos cada año y como esperaba hacer este año. Pero se trata de mantenerles sanos, y mantenerles a ustedes a salvo”, explicó Kim Reynolds, gobernadora de Iowa.
Reynolds decretó el uso obligatorio de mascarillas en el estado y limitó las horas de apertura de bares y restaurantes.
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Pero también el virus está teniendo una expansión en zonas urbanas donde se había mantenido controlado en los últimos meses. Es el caso de Nueva York, cuyo alcalde, Bill de Blasio, declaró este miércoles el cierre “por precaución” y a partir de hoy de las escuelas de la ciudad, que tiene el mayor distrito educativo de Estados Unidos, debido al aumento de casos de la COVID-19.
El sistema educativo público de Nueva York ciudad acoge a más de un millón de alumnos, y era el único de los grandes del país que había optado por la reapertura de las escuelas con el inicio del curso en septiembre.
Crisis política
A la crisis sanitaria se suma el inusual bloqueo político tras las elecciones del pasado 3 de noviembre, y que agrava las perspectivas.
Dos semanas después de la votación, el presidente estadounidense, Donald Trump, siguen sin reconocer la derrota electoral pese al consenso en torno a las proyecciones que dan ganador a su rival, el demócrata Joe Biden, y esgrime acusaciones de “fraude” electoral sin pruebas.
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Biden sigue sin recibir la aprobación para que su equipo trabaje de cerca con las agencias que deberá supervisar desde el 20 de enero, día de la toma de posesión de la nueva Administración, algo inaudito en la historia reciente de Estados Unidos.
Según las proyecciones de los principales medios de comunicación, Biden ha superado con creces los 270 votos en el Colegio Electoral que dan las llaves de la Casa Blanca, con 306 frente a los 232 de Trump.