Francia anunció el miércoles un confinamiento a nivel nacional por segunda ocasión en el año y las autoridades alemanas impusieron un cierre parcial de cuatro semanas, parte de una serie de medidas de los gobiernos de Europa para frenar una ola de casos de coronavirus que crece rápidamente.
La Organización Mundial de la Salud dijo que en la región europea —que también incluye a Rusia, Turquía, Israel y Asia central, según su definición— se encuentran casi la mitad de los 2,8 millones de nuevos casos de coronavirus reportados en el mundo la semana pasada.
La OMS agregó que las muertes relacionadas con el virus también están incrementándose en Europa, con un alza de aproximadamente 35% desde la semana anterior, así como las hospitalizaciones.
“Estamos en lo profundo de la segunda ola”, comentó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, a los reporteros en Bruselas. “Creo que la Navidad de este año va a ser distinta”.
Tan solo la Unión Europea, Gran Bretaña, Noruega, Suiza e Islandia registraron 1,1 millones de casos en los últimos siete días, señaló Von der Leyen, “y pronosticamos que este número siga creciendo durante las próximas dos o tres semanas, y rápidamente”.
Las autoridades alemanas han acordado un cierre de cuatro semanas de restaurantes, bares, cines, teatros y otras instalaciones de esparcimiento en un intento por frenar un fuerte aumento en los contagios de coronavirus, dijo la canciller Angela Merkel.
Merkel y los 16 gobernadores del país, los responsables de imponer y reducir las restricciones, acordaron el cierre parcial en una videoconferencia. Está previsto que entre en vigor el lunes y dure hasta finales de noviembre.
“Debemos actuar, y hacerlo ahora, para evitar una emergencia de salud aguda a nivel nacional”, dijo Merkel.
Los restaurantes aún podrán servir alimentos para llevar, y las tiendas y las escuelas permanecerán abiertas, a diferencia de lo ocurrido en el confinamiento de Alemania durante la primera etapa de la pandemia.
La decisión fue tomada horas después de que una agencia alemana de control de enfermedades informó una cantidad récord de 14.964 casos confirmados en el último día en todo el país, elevando el acumulado a nivel nacional a 449.275 infecciones desde que empezó la pandemia.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron anunció un segundo confinamiento a nivel nacional a partir de la medianoche del jueves y hasta el 1 de diciembre, pero dijo que las escuelas permanecerían abiertas.
Más de la mitad de las unidades de cuidados intensivos del país están ocupadas por pacientes con la COVID-19. Aviones militares y comerciales están trasladando a pacientes graves a otras regiones debido a que algunos hospitales están sobresaturados por la cantidad de enfermos.
Francia reportó el martes 288 nuevas muertes relacionadas con el virus en hospitales en 24 horas y 235 en hogares de ancianos durante los últimos cuatro días, en ambos casos el mayor aumento desde mayo.
Francia ha sido “subyugada por una segunda ola”, dijo Macron en un discurso televisado.
“Nada es más importante que la vida humana”, agregó. “Estamos teniendo entre 40.000 y 50.000 nuevos contagios identificados cada día”.
Se tiene previsto que el gobierno exponga los detalles del confinamiento. Al igual que en la primavera, la gente tendrá que permanecer en sus casas a menos que quieran comprar artículos esenciales, acudir a una cita médica o hacer ejercicios, lo cual estará limitado a una hora.
En general, Europa ha registrado más de 250.000 muertes relacionadas con el virus desde que comenzó la pandemia, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins.
Bélgica, Holanda, España, Gran Bretaña y la República Checa también han experimentado un aumento en los casos nuevos durante los últimos 14 días. Si bien las tasas de infección en Alemania eran menores, están incrementándose de manera constante.
Merkel había presionado a los gobernadores de los estados del país para que acordaran implementar rápidamente un confinamiento parcial. Luego de que autorizaron la acción, la canciller pidió a la gente no realizar traslados innecesarios y dijo que los hoteles no podrán alojar a tuirstas.
“Podemos decir que nuestro sistema de salud puede lidiar con el desafío actual”, comentó Merkel. “Pero si el ritmo de las infecciones continúa de esta forma, entonces llegaremos al límite de lo que el sistema de salud puede manejar en cuestión de semanas”.
La planeación ha causado angustia en el sector hotelero de Alemania, y miles de dueños de negocios organizaron una protesta el miércoles en la Puerta de Brandenburgo en Berlín para exigir más apoyo financiero por parte del gobierno.
La protesta ruidosa, pero pacífica, contrastó con las escenas de enfado de los últimos días, cuando manifestantes que se oponen al uso de mascarillas se enfrentaron con la policía en la capital alemana, en la República Checa y en varias ciudades italianas.
Por su parte, von der Leyen reconoció los estragos cada vez mayores que la crisis está provocando.
“En este momento tenemos dos enemigos”, señaló. “El propio coronavirus y la fatiga por el virus, que es el creciente cansancio en lo que respecta a las medidas de precaución”.