En una reunión del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, efectuada hoy martes, se estableció que el municipio Arroyo Naranjo constituye el más complejo de la capital en la lucha por controlar la transmisión de la COVID-19
Una nota del periódico Tribuna de La Habana asegura que hasta ayer ese territorio redujo a 17 los controles de focos abiertos, pero que tiene tres eventos de transmisión local en Párraga, Mantilla y el Centro Psicopedagógico “La Castellana”.
El doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director provincial de Salud, informó que ayer fueron confirmados 23 casos. Todos son cubanos y 19 fueron asintomáticos.
Cuatro de los afectados corresponden a eventos de transmisión local: dos de los Molinos IMSA (Regla), uno del ICRT (Plaza de la Revolución) y uno de Guanabo (La Habana del Este). La mayoría de los invocucrados tienen entre 15 y 59 años. La Habana presenta una tasa de incidencia de la enfermedad de 114,8 por 100 000 habitantes.
Hubo que lamentar, dijo, el fallecimiento de un ciudadano de 84 años.
Respecto a la implementación de las nuevas medidas, el jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), coronel Frank Gimen Jiménez, informó que desde las 6:00 a.m. hasta las 12 del mediodía se habían puesto 154 multas, fundamentalmente a vehículos que transitaban sin autorización o por no tener sus ocupantes el nasobuco puesto.
Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del CDP, ratificó la decisión de hacer valer lo establecido y dijo que resultaba vital elevar la percepción de riesgo en la población, el trabajo de la encuesta epidemiológica para la búsqueda de contactos de casos confirmados y el diagnóstico preciso.