Tres altos cargos del Departamento de Estado de EE.UU. realizaron un inesperado viaje a Cuba para evaluar los “desafíos únicos” que suponen los misteriosos incidentes que dañaron la salud de 26 diplomáticos de la embajada en La Habana, dijo este martes a la agencia Efe una portavoz oficial estadounidense.
Los tres funcionarios que visitaron Cuba son el secretario de Estado adjunto en funciones para Latinoamérica, Franciso Palmieri; el subsecretario de Estado para gestión, William Todd: y el secretario adjunto para Seguridad Diplomática, Michael Evanoff.
Según dijo a Efe la portavoz del Departamento de Estado, los tres “viajaron a La Habana para reunirse con el personal de la embajada a la luz de los supuestos nuevos ataques contra los diplomáticos de Estados Unidos”.
“La salud y la seguridad de nuestro personal sigue siendo la principal prioridad del Departamento. El viaje otorgó a nuestros altos funcionarios la posibilidad de obtener una visión más profunda sobre los desafíos únicos que plantean estos ataques y su impacto en las operaciones de EE.UU. sobre el terreno”, añadió la vocera.
Los altos cargos estadounidenses también se reunieron con el director General de Estados Unidos de la cancillería de la Isla, Carlos Fernández de Cossío, según informó el sitio Cubadebate, que fecha la visita este martes.
De acuerdo con una fuente del Ministerio de Exteriores cubano (Minrex), citada por la publicación, Fernández de Cossío aseguró que Washington “está manipulando políticamente y de forma irresponsable este tema”.
La cancillería cubana considera que “el Departamento de Estado se ha comportado con falta de transparencia y cooperación, a pesar de los insistentes reclamos de parte de Cuba de buscar una respuesta de forma cooperada y de conjunto” y reiteró que no existe “la más mínima evidencia” para considerar los incidentes de salud como “ataques”.
La subdirectora para Estados Unidos del Minrex, Johana Tablada, escribió que Palmieri “vino a la Cancillería a repetir las mismas acusaciones vacías que realizó en EE.UU. para justificar nuevos retrocesos en la política hacia Cuba. No han demostrado nada, ni un solo hecho. No hay forma de probar lo que no ha ocurrido, ni antes ni ahora”.
También consideró “inexplicable” que el Departamento de Estado filtre “información no comprobada y malintencionada” sobre los misteriosos incidentes de salud y deploró que EE.UU. no permita que los médicos cubanos examinen las historias clínicas de las personas afectadas o los reportes médicos realizados por médicos estadounidenses, pese a que se trata de un tema de “supuesta prioridad” para Washington.
Además, dijo que Fernández de Cossío reiteró la “disposición a cooperar” de Cuba para esclarecer lo ocurrido.
No se puede probar lo q no ha ocurrido. En unas horas ha venido a repetir en #Cuba el sec.asistente Palmieri, acusaciones graves y vacías dichas #WashingtonDC. sin aportar informacion o evidencias, ceden a presiones sectores anticubanos para imponer nuevas medidas retroceso https://t.co/CKi29preTg
— Johana tablada (@JohanaTablada) 25 de julio de 2018
Para @JohanaTablada es inexplicable que el @StateDept filtre información no comprobada y malintencionada, y no permita siquiera que médicos cubanos examinen historia clínica o conozcan reportes descritos que #EEUU se rehúsa a compartir con #Cuba, en un tema de supuesta prioridad pic.twitter.com/O4q5qxdZ4z
— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) 25 de julio de 2018
En junio, el Departamento de Estado aseguró que dos de sus diplomáticos en La Habana habían sufrido daños “similares” a los que manifestaron otros miembros de la embajada entre noviembre 2016 y agosto de 2017, lo que elevó el número total de afectados a 26.
Los dos nuevos casos, los primeros desde 2017, han provocado cierta incertidumbre dentro del Departamento de Estado, que teme que su personal diplomático siga sufriendo daños.
Por el momento, Estados Unidos no ha podido determinar “quién o qué” perjudicó la salud de su personal, que ha sufrido síntomas como mareo, problemas auditivos y conmociones cerebrales.
Esos incidentes han deteriorado las ya delicadas relaciones entre EE.UU. y Cuba, debido a que Washington afirma que La Habana conoce quién perpetró los supuestos ataques a sus funcionarios y sus familiares, algo que niega el Ejecutivo cubano.
Debido a esos ataques, que en principio Washington calificaba de acústicos, aunque luego reconoció no tener confirmada su naturaleza, el pasado 29 de septiembre Estados Unidos ordenó la salida del personal no esencial de su embajada en Cuba, es decir, un 60 por ciento del total.
EE.UU. también ha detectado problemas de salud en su personal diplomático en el consulado de Guangzhou, en China.
EFE / OnCuba