Al parecer el Gobierno cubano ha hecho un raro pedido de emergencia a Estados Unidos a causa de la catástrofe provocada por el huracán Ian, que colapsó el Sistema Eléctrico Nacional, provocó millonarias pérdidas económicas, principalmente en la industria tabacalera de la occidental provincia Pinar del Río, la más afectada; aparte de la conmoción provocada en la población, que pasa por momentos muy difíciles.
Según el diario económico financiero The Wall Street Journal, la administración de Joe Biden está evaluando las necesidades de la Isla, aunque no ha querido comentar el pedido. Tampoco lo ha hecho de Consejo de Seguridad Nacional o la embajada cubana en Washington. Ni siquiera se sabe si La Habana ha solicitado algo en concreto o qué cosa.
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De todos modos, el hecho en sí sería un avance entre los dos países, particularmente porque gestiones bilaterales del mismo tipo, tras el catastrófico incendio del parque petrolero en la bahía de Matanzas, no fructificaron.
La Habana se ha quejado de que la administración Biden no mejore las relaciones bilaterales, apoyando, de cierto modo, las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump; incluso, al mantener a la Isla en el listado de países promotores del terrorismo.
Esta rara solicitud, apunta el diario, pudiera estar influenciada por el hecho de que uno de sus principales aliados, Rusia, se encuentra en una situación complicada y difícil a causa de la invasión a Ucrania, y Venezuela poco más allá del abastecimiento de petróleo no puede ir.
Pero, tambien refleja, claro está, que Cuba se encuentra en una situación difícil como nunca antes. Al punto de que el gobierno ha tenido que tolerar algunas manifestaciones de protesta popular, entre otras razones, por los prolongados apagones de electricidad que, recuérdese, no comenzaron tras el paso del huracán.
Diplomacia de desastres: ¿por qué Biden debería ayudar a Cuba después del huracán Ian?
Varios correos electrónicos, consultados por The Wall Street Journal, sugieren que Washington ha interactuado con La Habana para determinar cuánta asistencia se necesita. Según estos, se llegó a la conclusión que una prioridad sería el sector de la salud, instalaciones para el bombeo de agua, el saneamiento y otras infraestructuras críticas, si la administración decide brindar ayuda.
Se espera que la totalidad de los senadores y congresistas cubanoamericanos se opongan a esta eventual colaboración entre ambos países.