Cuba pide a Estados Unidos normalizar el funcionamiento de las embajadas tras informe de la CIA

El informe de la agencia afirma que el llamado “Síndrome de La Habana”, cuyos primeros casos se detectaron en Cuba en 2016 y luego se han reportado en otros países, no es atribuible a un “adversario” extranjero de Estados Unidos.

Ilustración: CSN Images

El viceministro de Exteriores cubano, Carlos Fernández de Cossío, pidió a la administración de Joe Biden que normalice el funcionamiento de la embajada estadounidense en la Isla y la de Cuba en Washigton, tras un informe reciente de la CIA que encontró que la mayoría de los casos del llamado “Síndrome de La Habana” probablemente no hayan sido causados ​​por una potencia extranjera adversaria de Estados Unidos.

La serie de misteriosos incidentes de salud que han afectado a los diplomáticos estadounidenses y al personal de la CIA en Cuba y otros países puede explicarse por causas ambientales, condiciones médicas no diagnosticadas y otros factores, en lugar de “una campaña mundial sostenida” por parte de un adversario extranjero con la intención de dañar al personal estadounidense, dijeron funcionarios de la CIA la semana pasada, al compartir hallazgos provisionales de un amplio estudio.

Con ello como telón de fondo, Fernández de Cossío dijo a la cadena CNN que el informe debería ser suficiente para que Biden permita normalizar el funcionamiento de las sedes diplomáticas y, en particular, del consulado estadoundense en Cuba, cerrado durante la administración de Donald Trump.

“El paso lógico del gobierno de Estados Unidos con esta evidencia, con lo que ahora saben, sería dejar de lado la excusa que se usó en su momento sobre los ataques y luego normalizar el funcionamiento y la operación de su embajada en La Habana y normalizar nuestra embajada en Washington”, afirmó el alto funcionarios de la cancillería cubana.

La CIA revela que no cree que un adversario de Estados Unidos esté detrás del “Síndrome de La Habana”

En 2016, funcionarios y agentes estadounidenses comenzaron a quejarse de síntomas inexplicables, como mareos y fuertes dolores de cabeza. Estos a veces iban acompañados de un “ruido direccional penetrante” no identificado que sonaba como si se raspara metal por el suelo. Eventualmente, un grupo de diplomáticos fueron diagnosticados con daños cerebrales que iba desde un deterioro leve hasta lesiones “tan graves que es posible que nunca puedan volver a sus trabajos anteriores”, según el informe de la CIA.

Los funcionarios estadounidenses temían que las enfermedades inexplicables pudieran haber sido causadas por “ataques sónicos”, un arma de posible energía dirigida desconocida o microondas.

En 2017, el gobierno de Trump expulsó a 15 diplomáticos cubanos y retiró a la mayoría de sus funcionarios en La Habana, con lo que puso fin a los servicios consulares en la Isla para los cubanos que buscan visas para Estados Unidos. El año pasado, Washington estimó que más de 100.000 cubanos no habían podido recibir el visado estadounidense como consecuencia del cierre del consulado en la capital cubana.

Pero mientras los investigadores examinaban las circunstancias que rodearon los incidentes, Trump dijo que creía que Cuba tenía la culpa. Y aunque otros diplomáticos estadounidenses en China, Austria, Francia, Alemania y otros países se quejaron de los mismo, Cossío apuntó que Washington siempre puso el hincapié en La Habana, a pesar de que la Isla ha negado estar involucrada en el misterio.

Ni “ataques sónicos” ni “Síndrome de La Habana”: la refutación científica de Cuba

“Cuba es el único país que está siendo castigado por esto, lo que prueba que no hubo justificación, lo que prueba que esta fue una operación del gobierno (de Estados Unidos) para usar la excusa de los síntomas que sufren los diplomáticos para actuar contra Cuba”, enfatizó el funcionario cubano. 

En los hallazgos provisionales entregados a Biden e informados al Congreso en las últimas semanas, la CIA informó que aún no había encontrado ninguna evidencia de que un estado-nación esté detrás de cualquiera de los aproximadamente 1,000 episodios reportados en todo el mundo.

Un alto funcionario de la CIA dijo que la agencia no ha descartado que un subconjunto más pequeño de incidentes puedan ser ataques, y la comunidad de inteligencia continúa investigando “si algún dispositivo o mecanismo podría causar los síntomas informados”.

Esto, en opinión de Fernández de Cossío, pudiera abrir las puertas para que la CIA volviera a intentar acusar a su país de estar involucrada en los incidentes. “Es una agencia conocida por sus trucos y no por su honestidad, entonces uno pensaría que se están dejando espacio para producir cualquier versión en el futuro”, señaló el viceministro cubano.

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