La delegación cubana expresó su “enérgica protesta” por el discurso ante la ONU del presidente de EE.UU., Donald Trump, en la primera Comisión Bilateral celebrada bajo el mandato del gobernante republicano.
El Departamento de Estado de EE.UU., que informó hoy del encuentro en una nota, no hizo mención a la protesta cubana, que sí detalló el Ministerio de Exteriores de la isla en un comunicado.
“A raíz de las declaraciones irrespetuosas, injerencistas e inaceptables del Presidente Donald Trump durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, realizadas cuando transcurría la Comisión Bilateral, la delegación cubana expresó una enérgica protesta”, indicó la Cancillería cubana.
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— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) September 20, 2017
EE.UU. y Cuba celebraron en Washington su sexta Comisión Bilateral- mecanismo creado en 2015 para la normalización de las relaciones- tras la última del gobierno de Barack Obama, en La Habana, en diciembre pasado.
El encuentro ocurrió el día en que Trump llamó corrupto al gobierno cubano y reiteró que el embargo económico no se levantará hasta que se produzcan reformas.
La intervención de Trump fue un “discurso insólito, agresivo, de dominación, descarnadamente imperialista”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, en entrevista a Telesur.
En esta sexta reunión, la delegación cubana reiteró su “rechazo al retroceso en las relaciones bilaterales, a las medidas de recrudecimiento del bloqueo y de injerencia en los asuntos internos, a la retórica confrontacional y a la manipulación política del tema de los derechos humanos que se usó como pretexto para justificarlas”.
Asimismo, criticó “los condicionamientos que pretenden supeditar una mejoría en los vínculos bilaterales a la realización de cambios en nuestro orden constitucional”.
En su nota, EE.UU. enfatizó que la reunión “dio la oportunidad de abordar los incidentes que afectan al personal diplomático en la Embajada de Estados Unidos en La Habana”, en referencia al supuesto ataque acústico que afectó al menos 16 de sus diplomáticos.
Así “reiteró su profunda preocupación por la seguridad de la comunidad de la Embajada de Estados Unidos en La Habana y la urgente necesidad de identificar la causa de esos incidentes y garantizar que cesen”.
La delegación cubana, por su parte, defendió “que Cuba cumple rigurosamente sus obligaciones en lo que se refiere a la protección de los diplomáticos, que jamás ha perpetrado ni perpetrará acciones de esta naturaleza, ni ha permitido ni permitirá que su territorio sea utilizado por terceros con ese propósito”.
Además, “enfatizó que las autoridades cubanas tienen gran interés en esclarecer este asunto y concluir la investigación que está en curso, por indicación del más alto nivel del gobierno, para lo cual es esencial la cooperación de las autoridades estadounidenses”.
También como parte de la reunión, según EE.UU., las delegaciones revisaron “las prioridades de la Administración (estadounidense) y las áreas de compromiso en el interés de Estados Unidos y el pueblo cubano, incluyendo derechos humanos, implementación de los acuerdos migratorios y proteger la seguridad nacional y la salud pública y seguridad de Estados Unidos”.
La parte cubana expresó su “disposición a implementar activamente los acuerdos bilaterales suscritos en los dos últimos años y trasladó propuestas de acciones concretas de varias entidades cubanas para avanzar en la cooperación en áreas de beneficio mutuo como la protección del medioambiente, aplicación y cumplimiento de la ley, salud, agricultura, hidrografía y geodesia, entre otras”.
La delegación estadounidense la lideró el subsecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, John Creamer, mientras que la cubana estuvo encabezada por Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Cuba y Estados Unidos anunciaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014, hecho concretado oficialmente en 2015, con la reapertura de sus embajadas.
Pero la normalización iniciada por Raúl Castro y Barack Obama ha sufrido un retroceso desde que Trump anunciara cambios en la política hacia Cuba, en junio pasado.
Además, debido al mencionado incidente acústico, el secretario de Estado, Rex Tillerson dijo en una entrevista en la cadena CBS, que el posible cierre de la embajada en La Habana está “bajo evaluación” por la Administración Trump.
EFE / OnCuba