El frenazo del gobierno de Donald Trump al acercamiento con Cuba iniciado por su antecesor Barack Obama, no ha aportado grandes resultados más allá de incremento en la retórica política, aseguró este jueves en Miami el analista Adam Ratzlaff, durante la 12 Conferencia de estudios cubanos y cubano-americanos.
“Ha habido algunos cambios pero son más de índole retórica. Es cierto que las relaciones se enfriaron, tenemos ejemplos como la reducción del personal en embajadas, el número de reuniones bilaterales y hasta la disminución en el otorgamiento de visas”, apuntó el especialista durante un panel dedicado al análisis de la vida cubana en las últimas décadas.
Sin embargo, en la relación entre los dos pueblos los cambios han sido mínimos, confirmó. Los vuelos se han adaptado al mercado, los estadounidenses han logrado seguir viajando a la Isla y “no ha habido órdenes ejecutivas que contrabalanceen lo que Obama hizo” cuando inició el deshielo, agregó Ratzlaff.
“Ahora, el cambio de lenguaje ha tenido un impacto. Ha asustado a muchos estadounidenses que se están pensando ir o no a Cuba, y tuvo un impacto en los negocios privados en Cuba que depositaron alguna esperanza en Obama y las consecuencias de su apertura y la visita que hizo”, enfatizó.
El panel también escuchó un trabajo sobre la sociedad civil cubana, presentado por María Isabel Alfonso, que reforzó el debate con imágenes de un documental realizado sobre el tema.
Alfonso explicó que el término “sociedad civil” no fue un concepto muy asociado al sistema político cubano, porque para el gobierno la sociedad se encuentra encuadrada en las llamadas “organizaciones de masas”, hasta que lo recupera al transformar esas organizaciones en ONG’s para presentarlas en algunos eventos internacionales de matiz político.
Las organizaciones de masas se convirtieron en ONG’s por primera vez el año 1988 cuando la Comisión de Derechos Humanos de la ONU visitó La Habana.
Aunque, “no hay que olvidar que, durante los años 90 en Cuba, el término fue rechazado por algunos, por ‘encarnar’ el ideal del liberalismo. Baste recordar el artículo “¿Sociedad Civil o gato por liebre?”, de Raúl Valdés Vivó, de 1996, en el que el autor se refiere a éste como un término ´empleado por los imperialistas para hacer planteamientos positivos´”, explicó la especialista.
Uno de los aspectos destacados de la ponencia de Alfonso es cómo el concepto de sociedad civil pensado por Estados Unidos en relación a Cuba, se opone diametralmente a lo definido por La Habana.
“Si revisamos los modelos de sociedad civil que se presentan como ‘ideales’ por los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, llama la atención la visión binaria y dicotómica de Estados Unidos”, según la cual “la sociedad civil debe ser independiente para ser auténtica”. A su vez, para el gobierno cubano la sociedad civil son las organizaciones de masas revolucionarias que conviven sin conflictos con “la ideología revolucionaria”.
Aún así, la autora cree que la sociedad civil cubana se ha logrado desarrollar frente al estado y “ha ganado en cuanto a la capacidad de visibilizar sus demandas y de articular sus agendas”, aunque sus organizaciones no logran alcanzar una meta mayor precisamente por el Estado que las trasforma y supedita a “filtros ideológicos”.
Cuba, Puerto Rico, Miami…
La 12 Conferencia de estudios cubanos y cubano-americanos es considerada uno de los mayores encuentros internacionales de estudios especializados en Cuba y su diáspora, fuera de la Isla.
Los participantes al evento discuten en esta ocasión a través de diversos paneles la historia, convergencias y contextos de Cuba y Puerto Rico.
“¿De un pájaro las dos alas?”, en referencia al verso de la poetisa puertorriqueña Lola Rodríguez de Tió, es el leitmotiv del encuentro que recorre temas de la historia, economía, política, sociedad y cultura de ambas naciones.
La conferencia de dos días, organizada por el Instituto de Investigaciones Cubanas (CRI por sus siglas en inglés) de la Universidad Internacional de Florida (FIU), está dedicada a Emilio Cueto, el mayor coleccionista sobre Cuba en los Estados Unidos.
Jorge Duany, director y catedrático del CRI dijo que esta vez se programaron 180 presentaciones y participan más de 250 estudiosos de todo el mundo, principalmente de Estados Unidos.
“No tenemos tantos participantes de Cuba porque es muy difícil ahora conseguir el visado”, explicó Duany, quien dijo a OnCuba que desde sus inicios esta ha sido una conferencia muy diversa, con variedad de perspectivas y generaciones de académicos.
“Es una oportunidad para hacer un inventario sobre qué es lo que más se está estudiando desde las Ciencias Sociales sobre Cuba”, aseguró.
Sobre los estudios que se hacen sobre Cuba desde la distancia, Duany dijo que para hablar sobre la Isla hay que estar en ella, ya sea físicamente, con estadías e investigación de campo o en contacto directo con la academia.
“Ahora estamos en un período de baja, por razones ajenas a nuestra voluntad, pero los académicos siempre hemos tenido claro que hay que estar cerca, es un consenso de la mayoría”, dijo.
Dentro de los ponentes destacan como mayoría los estudiosos de origen cubano o de ascendencia cubana, como Carmelo Mesa-Lago, Lisandro Pérez, Omar Everleny, Ana Menéndez y el propio Duany, sin embargo, es una tendencia que “va cambiando”.
“Hay nuevas generaciones de estudiantes que no tienen necesariamente una conexión familiar o geográfica. El caso cubano siempre ha llamado la atención, por ser un caso único, y hay un interés mayor. Los estudios cubanos son cada vez más bilingües y más amplios”, explicó.
“Es importante mantener estos vínculos académicos y culturales con la Isla y permitir que personas de diferentes perspectivas de aquí y de allá se reúnan y discutan de manera civilizada, científica y con rigor académico, incluso cuando se discrepa”, concluyó Duany.
Turismo ¿Más colaboración entre las islas?
El turismo en Puerto Rico no se ha visto mayormente afectado por la apertura y crecimiento del renglón en Cuba, según Gerardo González, profesor de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
“Se decía que la industria de Puerto Rico iba a sufrir mucho, por las relativas ventajas, como que está más cerca de Estados Unidos, los costos son más bajos y tiene el factor de la novedad, pero no es lo que muestran los datos”, comentó González durante un panel dedicado a las relaciones económicas y los contextos actuales de ambas islas.
Según el académico y economista boricua, a pesar de la fuerte competencia entre Cuba y Puerto Rico, tienen similitudes y diferencias que repercuten en los resultados económicos.
Por ejemplo, aunque ambos países practican la modalidad de “sol y playa”, el modelo de turismo en Cuba es extensivo, mientras la de Puerto Rico es intensivo, lo cual significa que este último busca un mayor rendimiento a corto plazo sobre lo invertido.
A pesar de que el crecimiento de Cuba ha sido mucho mayor al de Puerto Rico en las últimas dos décadas, cuando lo desplazó como segundo destino de la región luego de República Dominicana, Puerto Rico tiene mucho mayor rendimiento económico por visitante, explicó González.
Los datos indican que la afluencia de turistas a Cuba se incrementaron luego del 2014 por el acercamiento con Estados Unidos, pero esto no tuvo un mayor efecto en el turismo puertorriqueño, pues este último no dejó de crecer.
Por otra parte, la “relación especial entre Estados Unidos y Puerto Rico le garantiza un flujo constante de turistas anualmente, un 91 por ciento” en lo que se llama como “mercado cautivo”, argumentó González.
Puerto Rico podría ejercer el llamado turismo multidestino a través de acuerdos que pueda lograr con Cuba y, por otra parte, podría captar a los turistas no estadounidenses que Cuba pudiera dejar desplazado ante la eventual llegada de mayores visitantes de Estados Unidos, como los canadienses, por ejemplo, dijo González en referencia a las posibles alternativas para evitar afectaciones en el futuro.
“Donde Puerto Rico sí debiera sentirse preocupado en la modalidad de cruceros, por las bahías profundas y buenos puertos, sobre todo en la bahía de Santiago que puede poner en peligro a San Juan como punto principal del turismo de cruceros en el Caribe”, dijo González.
De acuerdo al destacado economista y académico cubano Omar Everleny, más que una competencia puede haber una complementación económica entre las islas, sobre todo en el mencionado sector del turismo.
En referencia a las políticas de inversión en Cuba criticó la construcción acelerada de habitaciones. “Si no tiene ocupado toda su capacidad, ¿por qué se sigue invirtiendo ahí? En vez de eso debería invertirse en infraestructura extrahotelera, algo demandado por los turistas,” dijo el especialista.
“En la industria farmacéutica también podría haber un renglón en común, pues la manufactura en Puerto Rico es elevada. Podría establecerse una empresa mixta en la Zona de desarrollo Económico del Mariel para un negocio farmacéutico”, comentó durante su presentación en el panel.
“¿Por qué no existe una línea aérea entre San Juan y La Habana?”, preguntó Everleny, quien argumentó las posibilidades de cooperación entre los dos países en áreas como la administración hotelera, manufactura, defensa civil y turismo, principalmente por la experiencia que ambos países podrían aportar entre sí, concluyó.