¿Nuevo año, vida nueva? No necesariamente. Al menos para los migrantes cubanos que quieren ingresar a Estados Unidos. De hecho, en las primeras semanas del próximo año, la vida se puede complicar para los nacidos en la isla que buscan entrar de manera irregular a Estados Unidos.
La frontera está virtualmente cerrada pero no es, todavía, impenetrable. Migrantes del Caribe, Centroamérica y el resto del continente siguen logrando entrar a través del río Bravo y otros pasos todavía no bien guardados.
Al llegar a territorio estadounidense, los migrantes cubanos se presentan ante las autoridades y, como regla general, son admitidos, enviados a casa de familiares o amigos y un día, eventualmente, un juez de inmigración decidirá si reciben asilo o rectifican el ingreso y les queda, en última instancia, la aplicación de la Ley de Ajuste cubano.
La mala noticia es que, según tres anónimos funcionarios de la Administración Biden, más temprano que tarde, el mandatario incluirá a los migrantes de la isla en un programa parecido al que incluye a los venezolanos: tendrán que volver a su país y desde allí solicitar a través de Internet un visa de ingreso. Su otorgamiento es un incógnita; pero en el caso de los venezolanos la han recibido unos 14 mil.
El Gobierno de Biden está planeando utilizar restricciones de la era de la pandemia para expulsar hacia México a muchos inmigrantes cubanos, nicaragüenses y haitianos atrapados en la frontera.
A la vez, Estados Unidos permitiría a algunos inmigrantes de esos países, como lo hacen los de Venezuela, ingresar al país vía aérea por razones humanitarias.
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Esta política restrictiva está siendo considerada luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminara esta semana que las restricciones del polémico Título 42, una ley de la era de la pandemia que permite a las autoridades estadounidenses expulsar rápidamente a inmigrantes, permanecerá en vigor durante lo que podrían ser meses, mientras se desarrolla una batalla legal sobre su futuro.
Bajo el Título 42, que se emitió originalmente en marzo de 2020, los agentes fronterizos pueden expulsar a los migrantes a México, sin darles la oportunidad de solicitar asilo.
Las nuevas normas para cubanos, nicaragüenses y haitianos seguirían el modelo del programa para venezolanos lanzado en octubre, el cual permite que hasta 24 mil venezolanos fuera de Estados Unidos soliciten entrar al país por vía aérea a través de “permanencia temporal humanitaria” si tienen patrocinadores estadounidenses.
En cambio, los migrantes venezolanos detenidos intentando cruzar la frontera son generalmente devueltos a México.
México solo ha aceptado la expulsión de personas de algunas nacionalidades, sobre todo mexicanos y centroamericanos, pero después de que el país comenzara a recibir también a los venezolanos en octubre, los cruces de estos disminuyeron drásticamente, y algunos desistieron y regresaron a su país.
Dos de los funcionarios dijeron a la agencia Reuters que el cambio de política para cubanos, haitianos y nicaragüenses podría producirse esta misma semana. Un tercer funcionario dijo que podría aplicarse a los dos primeros grupos esta semana y a los nicaragüenses en fecha posterior.
Biden ha tenido que lidiar con niveles sin precedentes en el cruce de migrantes en la frontera con México desde que asumió el cargo en enero de 2021, lo que ha alimentado las críticas de los republicanos y de algunos miembros de su propio partido, que sostienen que sus políticas migratorias son demasiado laxas.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza estadounidense detuvieron a una cifra récord de 2,2 millones de migrantes en la frontera suroeste en el año fiscal 2022, que finalizó el 30 de septiembre. Cerca de la mitad de los detenidos fueron expulsados rápidamente en virtud del Título 42.
Bajo el nuevo programa de permanencia temporal para venezolanos, más de 14 mil personas de ese país habían sido revisadas y recibieron la aprobación para viajar a Estados Unidos, y más de 5 900 ya habían llegado legalmente hasta el 30 de noviembre, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
Tras la puesta en marcha del programa para esa nación latinoamericana, el número de venezolanos detenidos cruzando ilegalmente a Estados Unidos se redujo casi un 70 %, pasando de unos 21 mil en octubre a 6 200 en noviembre, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) publicados la semana pasada.
Los cruces de cubanos y nicaragüenses aumentaron un 38 % durante ese mismo período, con unos 68 mil migrantes que entraron en el país en noviembre, frente a los 49 mil del mes anterior.