En un encuentro con cubanos residentes en Estados Unidos, el viernes en la noche, en la sede de la Misión permanente de Cuba en la ONU en Nueva York, Miguel Díaz-Canel ofreció un breve discurso dirigido a la emigración cubana en general, a la cual invitó a participar en el debate actual sobre el Anteproyecto de Constitución.
El presidente consideró que “sólo el consenso de lo que aportemos todos, propiciará la construcción de una sociedad cada vez más justa e inclusiva”.
Díaz Canel reiteró frente a los cubanos reunidos allí “la disposición a conversar con el gobierno de los Estados Unidos, sobre la base de la igualdad y el respeto a la soberanía y la independencia de nuestro país, así como a proseguir el diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés común.”
“Continuaremos trabajando para preservar los espacios de intercambio establecidos en los últimos años”, agregó.
“Nunca olvidaremos la oportunidad que nos han dado hoy de acercarnos a la Patria extendida en ustedes”, dijo Díaz Canel a los presentes y terminó sus palabras diciendo: “Contamos con ustedes. Somos Cuba.
Testimonios de cubanos diversos
Desde cerca de las 6 de la tarde comenzaron a llegar los invitados al evento, en su mayoría cubano-americanos que abogan por el diálogo con el gobierno cubano y con una posición abierta en contra del bloqueo estadounidense a la Isla.
Rodolfo Dávalos, cubano-americano residente en Miami, dijo que sus expectativas eran “ver y escuchar, indagar en las sugerencias que podría hacerle a las autoridades cubanas y apoyar el levantamiento del embargo o del bloqueo”.
Con respecto al discurso de Díaz-Canel en la Asamblea General opinó que le pareció “ valiente y coherente con el cargo que tiene y el pueblo que representa”.
“Marca las posiciones de Cuba ante los temas más importantes del mundo y deja la puerta abierta al diálogo con Estados Unidos, con respeto, con dignidad, entre iguales. Esto me hace muy orgulloso de ser cubano”, dijo
Con respecto al énfasis del Presidente cubano en definirse como continuidad y la polémica que generó entre los que aspiran a mayores cambios, Dávalos argumentó que dentro de esa continuidad se incluye el proceso de reforma iniciado por Raúl.
“Cada cubano hablará por sí. A muchos les gusta la continuidad de lo que empezó Raúl, donde ha habido cambios y acercamiento a la comunidad de emigrados. Podemos regresar en barco, podemos repatriarnos, podemos opinar sobre la constitución. Raúl inició ese camino de reformas y la continuidad del nuevo Presidente hacia ese camino es adecuado e inteligente”, dijo.
Más temprano el mismo viernes, unos pocos cubanos protestaron frente a la oficina de Cuba y tuvieron discusiones con otro pequeño grupo que acudió a apoyar la visita y el encuentro, según algunos videos difundidos por las redes sociales.
Durante la espera en la fila también se produjeron algunos altercados entre algunos cubanos que esperaban y parte de la prensa. Poco antes de la entrada al evento dos de los invitados comenzaron a cantar la Internacional y gritar consignas de apoyo a Cuba.
El doctor Francisco Javier Amador Sánchez, psicólogo nacido en Sancti Spíritus, esperaba para entrar junto a su hija María Tatiana. Aunque no habla mucho español, dijo que se dedica al estudio de resolución de conflictos y esperaba poder entregarle un libro de su autoría a Díaz-Canel titulado Yo tengo razón y tú no, ¿ahora qué?
Amador esperaba compartir con el Presidente cubano su deseo de que “el bloqueo sea eliminado”.
“Es tiempo de que los cubanos-americanos nos unamos a nuestros hermanos y hermanas de Cuba y establezcamos el diálogo, por la paz y por la prosperidad. Nuestra familia de Miami necesita comprender que si ellos renuncian a su enojo, van a ganar”, dijo.
“La Revolución cubana es un hecho. Mi madre se sentiría terrible de que yo estuviera aquí hoy, intentando construir la paz. Pero eso es porque ella no dejó ir el enojo. Son muchos años de enojo”, dijo y agregó “es como estar tomando veneno para tratar de dañar a otro”.
Félix Sharpe Caballero, residente en Michigan, estaba en La Habana cuando recibió la invitación al evento. Voló desde allá para no perdérselo. “Tenía que estar aquí. Es un evento histórico tener al presidente de Cuba reunido aquí con los cubano-americanos que creemos en Cuba, en nuestras familias y entendemos que el bloqueo es un genocidio”.
“Voy a hacer una predicción. Yo creo que en menos de 10 años el bloqueo ya se acabó”, dijo.
Arturo López-Levy, profesor y académico cubano-americano residente en Estados Unidos, dijo que el encuentro “ratifica un rumbo que no ha estado ajeno a dificultades pero que se está trabajando para que los emigrados y los funcionarios del gobierno de Cuba puedan tener una buena relación, conversar temas que son de interés de ambos”.
López-Levy afirmó que la comunidad de cubanos emigrados de todas las generaciones tiene propuestas y sugerencias para el gobierno cubano. “La emigración siempre ha abogado por cambios para flexibilizar las relaciones no solo con la emigración sino para mejorar la situación propia del país”, agregó.
“La alternativa no ofrece nada, siempre lo que hay que hacer es conversar”, concluyó.
Por su parte el empresario Hugo Cancio, CEO de Fuego Enterprises, opinó que “conocer a un jefe de Estado, de cualquier país, es una oportunidad; podría decirse que un privilegio. Si se trata del presidente de tu país, significa adicionalmente una responsabilidad. Fue un evento satisfactorio. Siempre es bueno reunirnos entre nuevos y viejos amigos de pensamiento y posturas diversas, pero todos con un factor en común: nuestra devoción por Cuba. Me sorprendió la sencillez en el trato del presidente Díaz-Canel. Estimo mucho la dedicación que demostró durante este viaje, con una agenda tan intensa. Al estrechar su mano, pude captar su capacidad de escuchar e interactuar.”