Senadores y congresistas estadounidenses presentan ley para levantar restricciones de viajes a Cuba

El proyecto fue presentado hoy en el Congreso y el próximo lunes se llevará al Senado.

El senador démocrata Patrick Leahy, Vermont, y los congresistas Jim McGovern (demócrata de Massachusetts) y Tom Emmer (republicano de Minnesota) tienen preparada una propuesta de legislación para presentar en la Cámara y el Senado para levantar todas las restricciones sobre los viajes de Estados Unidos a Cuba.

McGovern y Emmer lideraron la presentación de su proyecto de ley complementario hoy en el Congreso, mientras Leahy, vicepresidente del Comité de Apropiaciones del Senado, encabeza una coalición bipartidista de 46 copatrocinadores del Senado que presentan este lunes 29 de julio de 2019 la Ley de Libertad para los Americanos para Viajar a Cuba, como recoge un comunicado de la organización bipartidista Engage Cuba.

La legislación eliminaría cualquier restricción en los viajes a Cuba por parte de ciudadanos estadounidenses y residentes legales, así como restricciones en las transacciones que inciden en dichos viajes, como las transacciones bancarias.

“Debido a las restricciones de viaje de la Administración Trump, se prevé que la cantidad de estadounidenses que visiten Cuba este año se desplome a la mitad. Cientos de miles de estadounidenses que quieren viajar a Cuba se les está negando ese derecho por su propio gobierno. Son ellos, y los empresarios privados que luchan en Cuba y dependen de los clientes estadounidenses, quienes son penalizados “, dijo el senador Leahy.

“Las restricciones que este proyecto de ley terminaría son un vestigio fallido de la Guerra Fría. No están justificados ni en nuestra seguridad nacional o intereses económicos. Si no nos relacionamos con Cuba, China y Rusia lo harán, de hecho, ya lo son. Si bien este proyecto de ley no levanta el embargo, al menos restablecería a los estadounidenses la libertad de viajar a la que tienen derecho en una democracia”, añadió.

Por su parte, el presidente de Engage Cuba, James Williams, opinó a través del comunicado que no es tarea del gobierno federal decirles a los estadounidenses dónde pueden y no pueden viajar.

“Nuestro gobierno debe centrarse en atacar a terroristas y delincuentes, no gastar nuestro dinero de los impuestos en vigilar dónde van las familias de vacaciones”, dijo Williams.

“Cuba representa una oportunidad única para construir una relación económica que respalde una gama de intereses de la industria, la agricultura y la seguridad de los Estados Unidos. La decisión de los Estados Unidos de restringir aún más los viajes a Cuba socava los esfuerzos para ayudar a promover la democracia y mejorar las vidas de los cubanos. De hecho, los viajes estadounidenses pueden hacer maravillas por la difusión de la democracia, especialmente en Cuba. Esta legislación es un paso importante para facilitar una relación entre dos naciones que tienen mucho que beneficiarse mutuamente ”, dijo el congresista Emmer.

“Todos los estadounidenses deberían tener la libertad de viajar como les parezca. Sin embargo, la prohibición de viajar castiga deliberadamente al pueblo estadounidense, nuestros mejores embajadores, y le impide participar directamente con el pueblo cubano “, dijo el congresista McGovern (D-MA-2).

“Es una reliquia de la Guerra Fría que sirve solo para aislar a los Estados Unidos de nuestros aliados y socios en la región, al tiempo que fortalece el control de los intransigentes ideológicos en ambos países. Es hora de que escuchemos a la mayoría de los estadounidenses, cubanoamericanos y cubanos que no apoyan la prohibición de viajar, y que la eliminemos de una vez por todas “, sentenció.

“Los Estados Unidos lograron avances importantes para conectar a las familias durante la administración de Obama, pero Trump ha agregado gastos y burocracia a los viajes familiares que son perjudiciales y complicados. Aliento a las iglesias, universidades y organizaciones artísticas a que sigan construyendo vínculos entre el pueblo estadounidense y el pueblo cubano. El Congreso debe actuar y poner fin a las restricciones de viaje impuestas al derecho de los ciudadanos estadounidenses a viajar, estudiar, adorar e interactuar con otras personas del mundo en cualquier lugar y en cualquier momento que elijan, incluida Cuba “, dijo la congresista demócrata Kathy Castor de la Florida..

La Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de las Exportaciones (TSRA, por sus siglas en inglés) de 2000 codificó una prohibición de los viajes de turistas a Cuba para los ciudadanos estadounidenses.

Actualmente Cuba es el único país del mundo para el que EE. UU. mantiene una prohibición legal de viajar, recordó Engage Cuba.

Bajo la ley actual de los EE.UU., los estadounidenses que viajan a Cuba deben cumplir con los requisitos de “viajes intencionados” en al menos una de las doce categorías generales de licencias del Departamento del Tesoro, como visitas a familiares, investigación profesional o académica, o actividades religiosas.

El mes pasado, la administración de Trump implementó cambios regulatorios que limitaban aún más los viajes no familiares a Cuba para los estadounidenses al eliminar la popular categoría de viajes educativos conocida como viaje grupal de “personas a personas” y prohibiendo que todos los barcos de cruceros de los Estados Unidos ingresen a Cuba.

Además de la presión sobre las empresas estadounidenses que operan en Cuba, la prohibición de viajar pesa sobre el naciente sector privado de Cuba pues los empresarios cubanos dependen en gran medida de los clientes estadounidenses en sus restaurantes por cuenta propia, alquiler de habitaciones y otras pequeñas empresas.

La organización bipartidista llama la atención sobre la ironía de que las regulaciones anteriores de la administración Trump que restringían los viajes de Estados Unidos a Cuba en 2017 canalizaron millones de dólares del sector privado de Cuba a entidades propiedad del gobierno cubano, exactamente lo contrario del objetivo de política establecido por la administración Trump.

La Ley de Libertad de Viajar a Cuba sigue la reciente introducción de la legislación bipartidista en el Senado y la Cámara de Representantes para permitir el financiamiento de las exportaciones agrícolas estadounidenses a Cuba.

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