El sábado pasado dos cubanos discutían acaloradamente en una ventanilla de Hialeah ante dos tazas de café. El escenario puede parecer pueril, común y pintoresco. Incluso cinematográfico, si de lugares comunes en los barrios cubanos de Miami se trata. Pero no.
En una mesa cercana, seguía atentamente los detalles de la conversación entre dos viejos amigos que se conocieron en La Habana y se reencontraron en Hialeah. Lo que me llamó la atención de inmediato fueron dos cosas: estaban hablando de política y tenían posturas opuestas sobre el hombre que este viernes vino a Miami a decir que ama a una Cuba Libre y que “los cubanos se la deben a él”. Me refiero a Donald Trump.
Claro que la semana pasada todavía no se sabía lo que iba a hablar ese presidente que tanto quieren algunos cubanos exiliados. Quizás si tuvieran una bola de cristal podrían hacer un esfuerzo, pero también descubrirían que lo que consideran un “país libre” en Cuba se va a demorar. Falta algún tiempecito. Tal vez por la edad no alcancen a ver nada. Se pueden dar por contentos de viajar a la tumba y de que la vida siga igual.
Discutían acaloradamente, como solo los cubanos lo saben hacer, sobre si Trump va a resolver o no el problema de Cuba. Saco la libreta de apuntes y comienzo a escribir:
Uno: Te lo digo, el hombre cumple, ahora eso se acaba. Ven el poder de los americanos y se cagan… no tienen nada que defender. Mira el hambre que hay.
Dos: Demetrio, no hay hambre, hay mucha escasez, poca variedad, unas colas del carajo, pero hambre, no.
Uno: ¿Cómo que no, si lo dice la televisión, que el pueblo pasa hambre, mira el problema del pollo, la carne?
Dos: ¿Qué tiene que ver eso? La televisión de aquí es como la de allá, que dice que hay mercados abastecidos. La de aquí dice lo contrario: que hay hambre. Es lo opuesto y siempre ha sido así. Son televisiones opuestas, siempre terminan diciendo lo contrario. Tú sabes que estuve de visita, tuve que llevar una pila de cosas de primera necesidad. Pero hambre no vi.
Uno: Porque no quisiste, Daniel, estabas en la bobería llevando a tu madre a los restaurantes y a la shopping… como si estuvieras en Miami.
Dos: ¡No!. Allá están cerrados, como los nuestros ahora. No veo la diferencia. Estamos igualitos, cerrados en casa, mucha lluvia, y sin lugar a donde ir. El corona este es muy democrático, me dijo un cuñado que trabaja pal gobierno. Me dijo: “ahora sufrimos por igual”.
Uno: Qué igual ni qué ocho cuartos. Aquí estamos mejor, esto es transitorio. Volviendo a Trump, ese es el hombre: nos cuida, lucha por nosotros, mira cómo tiene a esa gente arrinconá, no los deja moverse. Ya el pueblo está alzao en las calles, lo dijo Univisión el otro día.
Dos: Entonces mira a Telemundo para que veas que la gente acá también. No en Miami, pero en el resto del país y contra Trump… No entiendo cómo dices eso. Todos estamos jodidos ahora en la Yuma: no hay trabajo, no nos podemos mover, todo está restringido, los chamas no pueden ir a la escuela… Y ¿el dominó, qué me dices del dominó? Ya no podemos echar un partido debajo de la mata de mango de tu patio.
Uno: (Largo silencio). Me voy, que contigo no se puede conversar.
“Estas discusiones entre Demetrio y Daniel son antológicas. Trabajo aquí hace seis años y eso es todos los días. Se quieren mucho, pero siempre terminan fajándose. Estoy por creer que es un truco de Demetrio porque siempre se va primero y después Daniel tiene que pagar la cuenta”, cuenta una empleada que todas las tardes sirve en la ventanilla de esta popular cafetería de Hialeah, llamada Anita, según leo en la chapa de plástico en su pecho.
Detrás de esas aparentes diferencias políticas hay un detalle más serio. La campaña de Donald Trump no solo divide amistades y familias. La propaganda que el presidente ha desplegado en el sur de la Florida está vendiendo una realidad que no es real, sino eso que los trumpistas llaman “hechos alternativos”.
La idea comenzó el mismo día de la toma de posesión del 2017, cuando Kellyanne Conway, publicista de Trump en esa época y luego su asesora, tuvo una discusión en vivo en la cadena NBC con el presentador de Meet The Press, Chuck Todd, sobre la cantidad de personas que fueron a la toma de posesión del nuevo presidente. Defendiendo al entonces secretario de prensa de Trump, Sean Spicer, quien afirmó que al acto inaugural habían asistido más personas que al de Barack Obama, Conway dijo que esa no era una falsedad, sino un “hecho alternativo”. Todd le respondió: “Los hechos alternativos no son hechos, son falsedades”.
Obviamente no se pusieron de acuerdo, pero nació una perspectiva de la vida que ha acompañado a la trayectoria política de Trump desde entonces a acá y que abrió las puertas a la mentira como un faits divers trivial de la política.
Hace unas semanas, un abogado comentaba en una rueda de amigos que varios colegas le han dicho que están apareciendo en sus oficinas divorcios debido a causas políticas. Las diferencias entre las parejas se deben mayormente a eso. Es como una pelea de boxeo verbal. Uno es Trump, otro es Obama o Joe Biden. Con peleas serias: decía el abogado que se prolongan, incluso, hasta las sesiones de reconciliación previas a todo proceso de divorcio.
“Hay como una alucinación. La gente comienza en creer en lo que quiere creer. Trump les sirve para eso. Cree, no pierdas tiempo en averiguar la verdad, considera que lo que lees en Internet es la sacrosanta verdad. Y se pelean”, dijo el abogado a sus amigos.
Estuve hablando con la psicóloga Ana María Chávez. Me explica que las diferencias conyugales de matiz político tienen más que ver con la simpatía hacia el político y las frustraciones personales. “El ejemplo de la familia política es clave. Admiran a Trump, aunque no haga nada para que Cuba se libre del comunismo, pero lo siguen porque les habla en un lenguaje diferente. Promete lo que no les han prometido, pero lo de cumplir queda en segundo plano. Lo importante es lo que dijo. No les quita la esperanza y el argumento ante los amigos y la familia de que algo va a suceder”, explica.
Una cubana que se acaba de divorciar (llamémosle “Lucía”) admitió a OnCuba que sabe que su marido tiene razón cuando le explica que hay que votar por Biden, que Trump miente. Pero ella “ama” al presidente. Por lo tanto, “no me da la gana de darle la razón”, dice. Se van a divorciar: así de sencillo está el ambiente electoral.
La mentira no importa; importa sentirse bien con el discurso. Porque, además, sale a la superficie el ingrediente de siempre: Castro. Y Trump es, en Miami, la catarsis anticastrista.
estimado Rui : no se cual sera su situacion migratoria en los EEUU,pero si hace a un lado sus prejuicios latinos nacidos de los prejuicios espanoles y su tozudes congenita,vera que con un voto,se acaban las discuciones.Yo se que si puede,usted votara por Biden,como se que su alma esta en la plaza de la revolcion,pero eso no me puede importar ni tengo que fajarme con usted,yo tengo un voto y es para trump y en cuanto a la plaza de la revolucion,me gustaria ,pero sin el che ni camilo…..sencillamante,discrepamos en politica.Nada mas….
Espero que su voto sea por otro motivo no relacionado con Cuba, pues si esta relacionado con Cuba, a usted por supuesto le gusta vivir engañado espero solo sea políticamente, sin ver que No existe estrategia de presión económica que haya funcionado con ningún otro país en historia…. La única estrategia es la negociación, más sector privado a cambio de apertura turística….esa es la estrategia Obama-Biden…..y funciona….
Que come m…. son, en Cuba se hace lo que a los cubanos nos de la gana y a Trump y a los gusanos miameros nos los pasamos por dónde uds. saben..
Trump será reelegido como presidente norteamericano.No importa la mirada siempre simplista y bobalicona de on cuba.
Yo votare por Trump, deseando que muchos mas lo hagan, no quiero que los “progre” invadan e infecten este hermoso y prospero pais, Trump2020.
La mayoría de los cubanos que vivimos aquí en EE. UU tenemos algún nivel de desacuerdo con el gobierno cubano, unos están llenos de odio, hasta cierto punto entendible por eventos que marcaron sus vidas para siempre y otros no.
El objetivo del Embargo o Bloqueo con lo llaman aquí y allá, está explícitamente descrito en varios documentos desclasificados del gobierno de EE.UU. y más o menos lo que dice es esto: “Asfixiar económicamente al país recortándole las posibilidades de obtención de divisas para crear hambre y penurias dentro de la población que conlleven a una sublevación de los cubanos y el consiguiente derrocamiento del régimen”.
Esto es lo primero que debemos reconocer todos los cubanos, independientemente de la forma de pensar de cada cual, y es preguntarnos si es justo que un gobierno extranjero, sea cual sea, de la ideología que sea, tiene el derecho de aplicar medidas para que otro gobierno falle en su empeño de proveer a sus ciudadanos los más elementales derechos. La economía estatal socialista cubana, ha demostrado ser ineficiente, incapaz de crear riquezas, lo cual ha impactado en el bienestar de los cubanos dentro de la Isla, pero eso no le da el derecho a los EE. UU a aplicar más presión sobre esa depauperada economía, para aumentar más el sufrimiento de la población con el único objetivo de buscar que los cubanos se subleven.
Yo a veces me pregunto, ¿Qué hubiera pasado en Cuba en un escenario de cordialidad e intercambio normal con los EE. UU? La verdad es que nadie tiene la respuesta de esto, pero la historia hubiera sido muy diferente, lo primero es que probablemente muchos de nosotros no estuviéramos aquí.
Muchos defienden esta política, alegando que no existe tal impacto negativo motivado por el Bloqueo, y que el único Bloqueo que existe es el interno. Lamentablemente, la gran mayoría de los defensores de esta política cuentan con escasos conocimientos de economía, comercio internacional, finanzas, etc., lo cual explica esta posición. Los que entienden un poco de estos temas, reconocen el impacto negativo que ha tenido y que sigue teniendo. Otro de los argumentos de moda, es que los ingresos en divisas van a parar a manos del gobierno. Hace unos meses atrás el blanco eran los hoteles de la cadena Gaviota, por pertenecer al sistema empresarial de los militares, parece que ahora le recordaron a Trump, que el sistema económico en Cuba, es Estatal Socialista, y que todos los hoteles son propiedad del estado cubano y de repente han expandido las sanciones a todo el sistema del turismo. Este último argumento es algo que no alcanzo a entender cada vez que lo escucho. Les recuerdo que, en Cuba, estemos o no de acuerdo, nos guste o no, existe un sistema social en el que el gobierno provee un grupo de servicios gratuitos como son la salud, la educación, el subsidio a los alimentos de libreta, etc. Es completamente genuino y justo que el gobierno quiera tener ingresos en divisas convertibles para poder soportar todos estos programas.
Durante el mandato del presidente Obama hubo un periodo de flexibilización del embargo, ocurrieron algunos cambios en Cuba, en políticas económicas y sociales, en migración, etc. Los cubanos nos quejábamos de que no podíamos comprar y vender nuestras casas, nuestros carros, que teníamos que pedir un permiso de salida del país, que a los 12 meses perdías tus derechos. Esas cosas comenzaron a cambiar, se amplió el trabajo por cuenta propia, muchos cubanos comenzaron a depender cada vez menos del gobierno para sostenerse. Yo soy de la opinión, que los cambios son muy discretos y que tienen que profundizarlos mucho más, pero igual creo que un cambio drástico también podría ser traumático.
Durante ese período 2008-2016, se creó un sentimiento de acercamiento al pueblo americano, se veían gentes con banderas americanas recibiendo los cruceros en La Habana. El presidente Obama justificó su movida alegando que el embargo había fracasado en lograr su objetivo por más de 50 años, lo cual era algo lógico de pensar.
Con la llegada de la administración del presidente Trump, lejos de que se continuara en Cuba el camino de los cambios que habían empezado años atrás, tengo la percepción de que todo se detuvo, el sentimiento Anti-Trump hoy es palpable, me atrevería a decir que el 98 % de los cubanos en la isla desaprueban su política y desean que se marche de la Casa Blanca. Aparentemente los asesores de Trump, le han dicho que estas políticas influirían en ganar el voto cubano-americano de la Florida. Es evidente que este es el principal objetivo y que los cubanos tendremos que lidiar con este karma por muchos años.
¿Alguien se ha preguntado alguna vez, porque Vietnam, un país donde los americanos tuvieron una guerra sangrienta por muchos años, con un partido comunista que sigue siendo el que está en el poder y con un sistema social y de valores nada parecido al de EE. UU, ya no cuenta con un embargo económico impuesto por los EE. UU? Mi respuesta es sencilla, porque Vietnam está a 8000 millas de EE. UU, no tiene una emigración con tanto poder político y no decide nada en las elecciones de los EE.UU.
Yo le digo a mis compatriotas, que los que puedan, se despojen de ese odio visceral, que piensen en su gente, en sus familiares y amigos que están sufriendo en la isla, la política de confrontación no condujo ni conducirá a nada bueno para los cubanos ni de aquí ni de allá.
un abrazo coj….! asi se habla.
Estoy mayormente en el canal de MB. Por mi parte vivo en Cuba, no soy comunista ni tengo nada que ver con nada de eso… pero soy cubano y patriota, y estoy aqui pasandola dificil con mi gente,, esta dificil pa todos aqui si, pero principalmente pa los viejos, la gente que no tiene amparo economico ni family en la yuma que les ayude…Los mas afectados por esas medidas son los infelices los mas jodios, siempre la soga se parte por el lado debil… y les digo que tratar de hacer que un pueblo pase hambre necesidad y calamidad para que haya un estallido social que trate de derrocar a un gobierno es simplemente un hecho de lesa humanidad, es genocidio. Trump no es bien visto en Cuba ni por el los gatos. Provablemente sea el presidente americano mas impopular para los cubanos de la isla …Y por supuesto que no puede ser una buena persona, un buen cubano y un buen ser humano quien apoye su candidatura a reeleccion si el motivo de esa opcion sea que a traves de todas estas medidas de la administracion Trump…. usando a la gente haciendoles pasar hambre y calamidad se ponga mala la cosa y la gente provoque un estallido social… Desde Yuma los cubiches pro Trump.. ahora quieren exprimir tambien pa que explote el grano,,.pero de lejos pa no embarrarse ehh? Monton de gente buena,.de buenos cubanos por Miami,. Pero pila de feca que hay tambien! mierdarditos ca…gaos. Cubano de calibre reducido…Si sale reelecta la zanaoria pajara esa vamo a ver a como tocamos cabrones! Que aqui no va a ver a mucha gente contenta con tanta mari..co..na que esta bajando.. Nov vemo y eso M.F..ckers