El trágico accidente aéreo ocurrido en La Habana el 18 de mayo de 2018 y que costó la vida a 112 personas se debió a una “cadena de errores”, de acuerdo con el informe final sobre el siniestro recién publicado por el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba, que señala la “preponderancia” del “factor humano”.
“La causa más probable del accidente fue el desplome de la aeronave, como consecuencia de su entrada en posiciones anormales inmediatamente después de la separación del tren de aterrizaje de la superficie de la pista (Lift off) durante el despegue, que condujeron a la pérdida de control de la misma debido a una cadena de errores, con preponderancia en el factor humano”, señala la comisión investigadora del hecho en las conclusiones del informe, de más de 100 páginas de extensión.
Los investigadores también atribuyeron responsabilidad en lo sucedido a tres “factores contribuyentes”: “inconsistencias en el entrenamiento de las tripulaciones”, “errores en los cálculos de peso y balance” del avión, y “bajos estándares operacionales puestos de manifiesto en el vuelo”.
El informe asegura que no se encontraron “evidencias demostradas de rastros de defectos o mal funcionamiento del avión –un Boeing 737-200– que pudieran haber contribuido al accidente”, pero sí señala “fallas en las buenas prácticas para ejecutar mantenimiento”.
No obstante, dice que “en los registros de mantenimiento de la aeronave no se evidenció problemas técnicos anteriores, relacionados con los controles de la aeronave, que pudieran incidir en las causas de
este accidente”, con lo que exonera mayormente de responsabilidad a la controvertida aerolínea mexicana Damojh.
También afirma que “el peso de despegue real de la aeronave era mayor que el que el empleado en los
cálculos” y que” el centro de gravedad se encontraba situado un 10% más atrás que lo calculado”. Ambos indicadores, aunque “estaban dentro de los límites operacionales” sí constituyen “un factor contribuyente”.
En cuanto a la tripulación, asegura que esta “estaba calificada para el vuelo de conformidad con la reglamentación vigente” y contaba con las “condiciones médicas apropiadas y había descansado lo suficiente para las operaciones del vuelo”. Pero se detectaron “algunas desviaciones inherentes a su entrenamiento respecto a las normas”.
Además, incluye la trasncripción de las conversaciones ocurridas antes del siniestro en la cabina del avión y entre este y la torre de control, y también fotografías y tablas en sus anexos.
El Boeing 737-200 arrendado por la aerolínea Cubana a la empresa mexicana Global Air para el vuelo DMJ-972 se estrelló el 18 de mayo de 2018 minutos después de despegar de La Habana con rumbo a la ciudad de Holguín y con 113 personas a bordo.
El informe de la comisión investigadora incluye una detallada información sobre los antecedentes del hecho, el estado del aeródromo, las comunicaciones establecidas y los registradores de vuelo, así como sobre los daños sufridos por la aeronave, las asistencia tras el accidente y las víctimas, entre otros aspectos.
Solo una pasajera sobrevivió, Mailen Díaz Almaguer, de 19 años en el momento del accidente, en el que perdieron la vida 101 cubanos y 11 extranjeros: siete mexicanos –incluidos los seis miembros de la tripulación y una turista–, dos argentinos y dos saharauis residentes en la Isla, uno de los cuales tenía también nacionalidad española.
El 15 de marzo pasado se anunció que había concluido la investigación y se comenzaría a redactar el informe. El análisis de las dos cajas negras de la aeronave permitió “determinar con exactitud elementos como la velocidad, altura, giros, potencia de motores y posibles fallas técnicas”, dijeron entonces las autoridades.
Luego, en mayo, el Instituto de Aeronáutica Civil atribuyó a “errores humanos” la “causa más probable” del accidente, en una versión preliminar del informe, con lo que coincidió con lo dicho tempranamente por la empresa mexicana, conclusión que fue desestimada por “prematura” en ese momento por la comisión investigadora y la Dirección General de Aeronáutica Civil de México.
¡Una cadena de errores! En esa cadena le atribuyen errores a la tripulación. Fallecidos que no pueden responder por sus errores. Pero hay serios errores de personas que no estaban a bordo del vuelo, de las empresas aéreas (las dos). Debieran responder.