Ángel Martínez Niubó, el poeta que dice amar a todas las muchachas no quiso revelarme su edad. Me confesó que solo tiene fecha de cumpleaños: 2 de octubre. Desde su casa en el poblado de Fomento perteneciente a la provincia de Sancti Spíritus, Ángel le escribe al amor.
Su colección de títulos publicados incluye Todas las muchachas que me amaron, El libro de los buenos locos, Delirium y Tras el olor de las muchachas tristes. Es quizás en el primero de los títulos mencionados donde mejor puede verse claramente al amante inconforme y al poeta optimista.
“Mis libros son una mezcla de seres vivos y aparentemente muertos. Están llenos de personas que se han ido, que no están e incluso de personas que vendrán, porque la poesía también es profética”, me dijo.
El amor para Ángel, solo es genuino cuando alcanza el desenfreno de la libertad. Por eso tal vez, los amores que describe son de paso. Su poesía es un resumen de emociones y a la vez un reclamo a la esperanza de lo que todavía dice no haber encontrado. No se detiene en profundas explicaciones filosóficas pero le entrega con especial sencillez una dosis de alegría a la poesía cubana.
Tras el olor de las muchachas tristes, su último libro publicado es un texto al que bien podría definírsele como una mezcla de todo, ¿qué piensa Ángel?
“El libro es como nosotros: combinación, diversidad, abundancia. Los críticos señalan que la característica más notoria de la microficción es justamente su carácter proteico, que se puede traducir también como hibridación o mestizaje. Tras el olor de las muchachas tristes es también un híbrido como lo son las ciudades que habitamos: diferentes casas, diferentes personas, pero conectadas entre sí por los más diversos sentimientos. Por eso el personaje de un minicuento aparece luego en otro, o aparece después en un poema. No puedo ubicarlo en un género determinado, quizás dependa de la lectura que cada quien haga. Esa escritura fragmentaria intenta construir una totalidad con las fracciones que están aparentemente dispersas”.
Y, ¿qué es la tristeza para Ángel que dice ir tras ella?
“Recuerdo el verso de un amigo, yo soy un hombre triste y así vivo feliz y esa frase que leí cuando todavía era un niño, amor cuerdo no es amor. Creo que el amor cuando es loco y triste, es feliz. Las muchachas de ojos tristes como dice el trovador, son las que saben morir por él”.
¿Dónde se le puede leer?
“Mis libros están todos publicados, algunos en editoriales extranjeras pero otros, como este último, en Cuba. Tengo también un blog que me da la posibilidad de conectarme con mi público, con las muchachas y con la vida”.