El ensayo clínico del candidato vacunal cubano Abdala contra la COVID-19 que se desarrolla en la oriental provincia de Santiago de Cuba –una de las más afectadas por el actual rebrote de la enfermedad en la Isla–, avanza de manera exitosa, de acuerdo con autoridades y medios de prensa oficiales.
Hasta el momento se han detectado “escasas reacciones adversas y un adecuado perfil de seguridad” de esta potencial vacuna, también conocida como CIGB 66, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, según reporta la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El estudio de este candidato vacunal, uno de los cuatro producidos en Cuba que ya se encuentran en ensayo clínico, “se encuentra próximo a la conclusión de su primera fase y hasta ahora los participantes solo manifiestan molestias en la zona de administración del inmunógeno”, señala la agencia, que apunta que en el mismo han participado 132 voluntarios, provenientes de Laboratorio Farmacéutico Oriente y la Empresa Comercializadora de Medicamentos.
El ensayo se realiza en el Hospital Provincial Saturnino Lora, cuyo director, el Dr. Rafael Suárez, dijo a la ACN que a fines de enero o principio de febrero debe comenzar la segunda fase de la prueba, “en dependencia de las decisiones de los organismos rectores y controladores”: el CIGB y el Centro de Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED).
Además, resaltó “la sobresaliente evaluación obtenida a fines de 2020 durante la inspección del CECMED”, lo cual avala las buenas prácticas clínicas de su hospital en este tipo de estudios, así como “el compromiso del equipo de investigadores y profesionales del Saturnino Lora y los promotores del CIGB, que recién fue aprobado como una de las dos primeras empresas de alta tecnología en la Isla.
Sobre la segunda fase del ensayo, el Dr. Suárez explicó que se realizará una convocatoria controlada para la selección de los voluntarios, los que estarán entre 600 y 800. Esta convocatoria se hará de manera particular en centros laborales y universidades, “con el fin de controlar con mayor efectividad su permanencia en el estudio”.
De igual manera, confirmó la ampliación del margen de edad de los participantes en la nueva etapa, que se ampliará entre los 19 y los 80 años, siguiendo el objetivo de inmunizar contra la el coronavirus SARS-CoV-2 a todos los habitantes en la Isla.
El candidato vacunal Abdala comenzó sus pruebas en humanos en Santiago de Cuba a inicios del pasado diciembre. Se trata, junto a Mambisa, de una de las dos principales vacunas del CIGB contra la COVID-19, las que con Soberana 01 y 02, ambas del Instituto Finlay, colocan a Cuba entre las naciones que trabajan en varios proyectos de vacunas específicas contra la enfermedad y en la avanzada de América Latina.