Clandestina vs Zara: ¿sutil inspiración o vulgar plagio?

No es la primera vez que una colección de Zara usa recursos que recuerdan demasiado a las colecciones de la línea cubana de diseño, Clandestina. Clientes de distintos países han enviado videos o fotos de camisetas o tiendas donde saltan estos “parecidos”.

"Zara, tienes que parar", eslogan de la campaña viral que ha iniciado Clandestina para denunciar un posible plagio de sus creaciones. Foto: Ernesto Mastrascusa/EFE.

“Actually, I’m in Havana” es un eslogan que se relaciona inmediatamente con Clandestina, la primera línea de moda urbana fundada en la isla en 2015, un emprendimiento privado que ha crecido hasta convertirse en una especie de ícono millennial en la isla. Resulta que Clandestina ha denunciado que Zara, la famosa casa de modas española, vende una camiseta donde se lee impreso un eslogan muy similar: “Mentally I’m in Havana”.

El parecido resulta obvio.

“El ‘Mentally…’ ya era demasiado evidente, porque nuestro “Actually, I’m in Havana” es lo que más hemos vendido, es algo que conecta mucho a Clandestina con el público”, comenta a OnCuba Leire Fernández, fundadora de la tienda junto a la diseñadora Idania del Río.

No es la primera vez que una colección de Zara usa recursos que recuerdan demasiado a las colecciones de la tienda cubana. Clientes de distintos países han enviado videos o fotos de camisetas o tiendas donde saltan estos “parecidos”.

“Lo primero fue cuando, recién saliendo nuestra colección ‘País en construcción’, Idania recibió un mensaje mostrándole lo de ‘Under construction’. Luego recibimos el de ‘Delete the drama’, que fue un poco fuerte”, cuenta Leire, a propósito de la similitud con otra conocida pieza de Clandestina donde se lee “Se acabó el drama”.

La diseñadora cubana Idania del Rio (d) y la española, Leire Fernández (i), creadoras de la marca de ropa Clandestina Foto: Ernesto Mastrascusa/EFE.

El staff de Clandestina ha publicado un video en Facebook, con el sentido del humor que lo caracteriza, donde denuncia que “La marca española Zara ha lanzado unos diseños muy familiares”.

“Qué descaro que una compañía tan grande tenga que hacer eso, tenga que copiar a gente mucho menor en todos los sentidos”, se queja Idania del Río, quien dialogó en 2016, en su condición de emprendedora, con el entonces presidente Barack Obama durante su visita a Cuba.

“Una marca tan grande, tan vieja, no tendría que copiar a otra que está creciendo ahora mismo”, opina una trabajadora del taller de impresión.

“En realidad eso pasa todo el tiempo: las grandes compañías le roban descaradamente el trabajo a las más pequeñas y como están mejor posicionadas, lo venden”, asegura Félix Manuel González, del equipo de marketing.

Zara, fundada en 1975, dispone hoy de unas 2250 tiendas en todo el mundo. En julio de 2018, fue condenada por la justicia italiana por violaciones a la propiedad intelectual con dos prendas que plagió. La sanción supuso retirar de la venta los productos afectados, y pagar una reparación de 235 euros por cada una de las prendas de los diseños plagiados que se encontraran en circulación.​

Clandestina ha respondido a la aparición en la cadena española de diseños sospechosamente parecidos a los suyos. Foto: Ernesto Mastrascusa/EFE.

La marca más famosa de Inditex ha estado envuelta en otros procesos judiciales y polémicas en diferentes países por el trato a sus trabajadores, incluyendo jornadas laborales que contemplaban domingos y días feriados, discriminación de género y talleres ilegales con condiciones de trabajo esclavo y / o trabajo infantil.

De acuerdo con la abogada y especialista en Derecho de Autor Darsi Fernández, la ley cubana y la europea establecen que un diseño está protegido por el hecho mismo de su creación, sin que sea una condición para su protección que se haya registrado previamente. “El registro es voluntario y no constitutivo de derecho”, explica a OnCuba. “En mi opinión, es fácilmente demostrable que es un plagio”, afirma a propósito de este caso.

Lidia Romero, del departamento legal de Clandestina, asegura que tomar una acción en este ámbito, si bien “es perfectamente posible, para Clandestina sería un proceso engorroso y costoso”.

“Nosotros somos pequeños, estamos en la isla, es muy difícil –insiste Leire Fernández– y al final, como Clandestina siempre ha usado el sentido del humor y sacar lo bueno de lo malo, lo del video fue un poco para compartir con la comunidad, porque nos había escrito mucha gente, y a la vez denunciarlo.

Tienda de la marca de ropa Clandestina. Foto: Ernesto Mastrascusa/EFE.

“Me encantaría considerar la opción legal, pero hemos hecho consultas con abogados y dicen que es un gigante y que es una cosa muy complicada. Nosotros no tenemos recursos financieros para asumir eso. En lo que estamos muy enfocadas es en la comunidad y en la campaña que estamos haciendo online, porque sabemos que hay muchos más casos, y de este modo pensamos llamar la atención a través de las redes y ojalá con el apoyo de los medios”, añade.

En cuanto a qué implica para su trabajo que esto pueda suceder, Leire explica que “por un lado esto da miedo porque porque sientes que, después de mucho tiempo y trabajo invertido, estás expuesta a que vengan y te copien… También sentimos que somos más conocidas, que aparecemos en sitios. Eso también es bueno”.

“Si nos están copiando, es porque estamos haciendo las cosas bien”, aseguran varios miembros del equipo asumiendo el lado positivo ante lo escabroso que se presenta un proceso legal que lleve el asunto a otro nivel.

“De todas maneras estamos asesorándonos, para protegernos en el futuro nosotros mismos y a otros diseñadores que trabajan en Cuba, y poder hacer algo”, comenta Leire.

Clandestina se presenta como una marca de moda cubana que “habla a una audiencia global”. Desde su fundación en 2015 ha tenido un gran impacto como representante del emergente sector privado cubano, y gracias a la puntería en el uso de los códigos y el humor locales, aprovechando ideas que surgen de la experiencia y la imaginación colectivas.

La marca opera internacionalmente desde 2017 y vende en su tienda en La Habana, en comercios minoristas del extranjero y por Internet. Presentó en noviembre de 2018 su colección “País en Construcción” en el Museo Nacional de Bellas Artes, en colaboración con Google Cuba. En junio pasado tuvieron una tienda efímera en Nueva York y Washington.

“Tienes que parar, Zara”; se despiden en el video, usando una frase callejera esparcida gracias al reguetón.

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