Las construcciones dañadas en Cuba por el fuerte terremoto del pasado martes al sur de la Isla, estaban en “estado técnico deficiente”, de acuerdo con un especialista citado por el diario oficial Granma.
El Dr. Darío Candebat, jefe del Grupo de Ingeniería Sísmica, del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), dijo al medio que se llegó a esta conclusión luego de “un exhaustivo examen” realizado en varios territorios de la suroriental provincia de Granma, la más cercana al epicentro y, en consecuencia, la más afectada por el potente sismo de 7.1 grados en la escala de Richter.
El experto explicó que tras más de 20 horas de “intenso trabajo” en las localidades de Pilón, Niquero, Cabo Cruz, Media Luna, Campechuela, Yara y Bayamo, “se observó que los daños se corresponden con el agravamiento de afectaciones que ya presentaban edificaciones en estado técnico deficiente, así como debido a importantes problemas técnicos constructivos”.
En cambio, dijo, “aquellas viviendas con buen estado técnico no sufrieron daño alguno”.
Aunque inicialmente las autoridades cubanas –incluyendo al presidente Miguel Díaz-Canel– afirmaron que no habían registros de víctimas ni daños materiales luego del terremoto, reportes posteriores confirmaron, al menos, el derrumbe total de una vivienda, así como grietas y otros daños en unas 300 casas y también en entidades estatales como escuelas, círculos infantiles e instalaciones agrícolas, principalmente de Granma.
Ante estos reportes, Díaz-Canel llamó a “atender de inmediato” estas afectaciones durante una reunión gubernamental sobre el plan nacional de la vivienda.
En cuanto al comportamiento sísmico en la zona luego del sismo del 28 de enero, el Dr. Bladimir Moreno aseguró que se observaba una “disminución de la actividad” y fijó en más de 400 las réplicas reportadas hasta el pasado viernes.
Moreno, quien es el presidente del Consejo Científico del Cenais, explicó que se han tratado de sismos de magnitud mayor a 2.5 grados, pero que no han sido perceptibles en la Isla debido a su lejanía. Alrededor del 70 % de las réplicas han estado localizadas en la zona de las Islas Caimán, mientras que la mayoría de los restantes se han producido en la zona de Cabo Cruz, más cercanos a Cuba.
El terremoto de este martes, con magnitud 7.7 según el Servicio Geológico de Estados Unidos y de 7.1 de acuerdo con el servicio sismológico cubano, se registró a las 2:10 de la tarde (hora local ), con epicentro a 139 kilómetros al noroeste de Bahía Montego, Jamaica, y a 123 kilómetros al oeste-suroeste de Cabo Cruz, en el oriente cubano.
De acuerdo con especialistas del Cenais, citados por el diario estatal Granma, se trata del “terremoto más fuerte registrado de forma instrumental en la historia del servicio sismológico cubano”.
El movimiento y varias réplicas posteriores hicieron temblar varios países del Caribe, además de Cuba, principalmente Jamaica e Islas Caimán, y en menor medida a Haití , Belice, México y Honduras. Incluso en Miami, en el sur de Florida (EE.UU.), fueron evacuados varios edificios.
El último terremoto significativo que había ocurrido en Cuba fue registrado el 17 de enero de 2017, con magnitud 5.8 en la escala de Richter, y no dejó daños humanos ni materiales. Mientras, el primer temblor perceptible en Cuba en 2020 había sacudido la región oriental cubana de Caimanera, en la provincia de Guantánamo, el pasado 23 de enero con magnitud 4.2 grados sin causar tampoco víctimas ni daños.