Las autoridades cubanas apelan a la autorresponsabilidad de las personas que arriban al país, en particular de los cubanos que llegan desde el exterior, para mantener el control sobre la COVID-19, en momentos en que el flujo de viajeros internacionales ha comenzado a crecer tras la reapertura del aeropuerto internacional de La Habana.
“Existen mecanismos y protocolos como parte del sistema de salud cubano para garantizar el control de estas personas, pero también apelamos a la autorresponsabilidad de los viajeros, porque ello no solo es en beneficio de su salud sino también de sus familias y de la sociedad en general”, aseguró este martes en rueda de prensa Ernesto Soberón, director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior de la cancillería de la Isla.
Sobre los cubanos llegados del extranjero, Soberón señaló que “se sobreentiende que no solo quieran protegerse ellos, sino también a sus familiares, y que exista una predisposición favorable a cumplir lo establecido” en los protocolos sanitarios de la Isla, los cuales dictan un régimen de aislamiento social para los viajeros en sus domicilios u hospedajes hasta tanto no se conozca el resultado de las pruebas diagnósticas que se le realizan a su llegada y al quinto día de estancia en Cuba.
“Todo ello se manejará con el rigor necesario, pero también apelando a la conciencia de las personas para que nadie con una irresponsabilidad dañe a sus familiares, allegados y a todo el país”, respondió el diplomático a una pregunta de OnCuba.
“Los viajeros tienen que ser conscientes de la necesidad de esperar el resultado del PCR antes de entrar en contacto con un número mayor de personas, y ello garantizará en los casos que resulten positivos, un control más rápido de la situación, la localización más efectiva de los posibles contactos, y aplicar los protocolos previstos para estos casos con la atención no solo del afectado sino también a sus contactos”, añadió.
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En opinión de Soberón, “el control que se ha logrado en el país en materia epidemiológica y la efectividad de los protocolos aplicados, dan garantía a los cubanos que residen en el país, pero también a los que residen en el exterior cuando vienen de visita y cuando están fuera, porque tienen la tranquilidad de que sus familiares en Cuba se encuentran en una situación favorable y tienen garantizada una atención efectiva ante la pandemia”.
Preguntado sobre posibles medidas punitivas contra cubanos residentes fuera de la Isla que incumplan los protocolos durante sus visitas al país, el funcionario dijo esperar que no sean necesarias y aseguró que se evaluaría caso a caso. Explicó que las medidas no son extremas y sí necesarias, e insistió en la importancia de un comportamiento responsable que contribuya a evitar de rebrotes de la COVID-19.
“No son medidas en extremo: es básicamente un aislamiento en el domicilio, lo que le permite contacto con todos los familiares más cercanos, pero evitando una interacción con otras personas –argumentó–. De lo que se trata es de limitar el contacto social hasta que no haya seguridad de que el viajero no porta el virus”.
Cuba suma hasta el cierre de este lunes 7.667 casos detectados de la COVID-19 y 131 víctimas mortales de la enfermedad, en tanto se han recuperado 7.113 pacientes. En las últimas semanas, tras la vuelta de los vuelos comerciales a varios aeropuertos del país, ha ocurrido un incremento de casos importados, lo que obliga a un estricto control y seguimiento de todos los viajeros, y pone en la mira al aeropuerto José Martí de La Habana, que recién este domingo reinició sus operaciones regulares y es la principal puerta de entrada al país.