Coppelia, la heladería más popular de La Habana, dejará a sus incondicionales visitantes sin poder disfrutar de sus productos por una reparación general desde el 2 de mayo hasta la primera mitad de junio.
Durante las labores de mantenimiento y restauración de las instalaciones de la heladería, que ocupan una manzana de la céntrica avenida 23 de El Vedado, también cesarán las producciones de la fábrica de helados del mismo nombre, según explicó una nota del Consejo de la Administración Provincial (CAP) divulgada este viernes por medios estatales.
“El objetivo es hacer mejoras tecnológicas en la fábrica, perfeccionar los procesos de elaboración del helado, y crear las condiciones para la producción definitiva y estable del helado Coppelia”, explica la nota.
Esta parada será aprovechada también para realizar trabajos de mantenimiento en la heladería, con el fin de mejorar los servicios en el emblemático establecimiento gastronómico de cara a las obras que se ejecutan en la capital cubana por el 500 aniversario de su fundación el próximo 16 de noviembre.
El periódico provincial Tribuna de La Habana señaló en un reporte sobre el cierre temporal de la célebre “catedral del helado” habanera que esperaba que las mejoras se extendieran también a los servicios, su “talón de Aquiles” que le ha recibido numerosas críticas.
La falta de calidad de los helados, la pobre oferta en sabores y las bolas incompletas son las quejas más frecuentes de los visitantes de la cincuentenaria Coppelia, a lo que se suman las largas esperas y el trato inadecuado de algunos empleados.
Coppelia tomó su nombre del mítico personaje de una conocida pieza de ballet clásico y es precisamente la figura de una bailarina la que identifica la marca del helado cubano que comenzó sus ventas con 26 sabores en la instalación abierta el 4 de junio de 1966 en un espacio que incluye la céntrica esquina conformada por las calles 23 y L.
Los sabores de helados más populares en su oferta ilustraron el alegórico título Fresa y chocolate de una de las películas más famosas y premiadas de la cinematografía cubana, la única que ha logrado una nominación a los premios Óscar de la Academia de Hollywood.
El arquitecto cubano Mario Girona fue el autor del diseño de la heladería construida sobre el terreno donde antes hubo un hospital y posteriormente un parque turístico recreativo, y que cuenta con capacidad para atender a un millar de comensales simultáneamente.
Toda una manzana ocupa el centro gastronómico concebido como un gran domo circular de 40 metros de luz que cubre otros seis espacios, también circulares, rodeados de modernos lucernarios, zonas a cielo abierto y jardines.
Es ironico que le digan la catedral del helado cuando debe ser la choza del helado, mala calidad del productop y más mala de lso empleados y admisntrativos. deberian quitarsela a la empresa de comercio y gastronomia, y hacer una empresa mixta con empresas italianas y poner robot a despachar el helado, aplicando la snuevas tecnologías, pues ya el vicio del robo y el maltrato no es solo por los bajos salarios, sino por la descomposición de la clase trabajdora, que en vez de desempeñar el papel de vanguardia que debe tener , se convierte en “lumpen porletariado” , eso es lo que debái debatir el congreso de la CTC que acaba de concluir.
El colmo del robo no esta solo en Copelia sino en el kiosko que vende perros calientes y refrescos, bueno los refrescos de lata siempre estan caliente y el precio es $10 , pero cerca en todos los paladares y cafeterias privadas te encuentras el refresco frio a 20 y 25$. ¡Como es posible e que la Comisión de Implementación, El Partido provincial y el gobierno provincial permitan tal situación. O es que ahora son defensores del mercado de “oferta y demanda”…. o del sector privado que es mas eficiente que el sector estatal , de seguir así todo tendria que pasar al sector privado. ¡Y quienes serian los nuevos dueños?, seguro que van a tomar la experiencia China y decretar quienes son mulimillonarios desde la selección de cuadros que hagan desde el Patido y el gobierno que hoy estan permitiendo tales babaries de la “economia actualizada “