“La generación puntual de energía con recursos energéticos propios es un complemento imprescindible para garantizar y acelerar el desarrollo sostenible local, territorial y nacional”, aseguró el Doctor en Ciencias Luis Berriz Pérez, presidente de Cubasolar, durante el XI Taller Internacional Cubasolar 2014, que sesiona del 21 al 25 de abril en el Hotel Club Kawama en Varadero.
Bérriz comentó que Cuba pudiera autoabastecerse con las Fuentes Renovables de Energía (FRE) y la producción de electricidad en el país podría alcanzar el 5 por ciento, cuando en estos momentos no sobrepasa el 3 por ciento.
Un elevado por ciento de las FRE se genera en la agroindustria azucarera, un sector de prometedoras potencialidades para modificaciones tecnológicas. “Los costos para producir energía con las fuentes renovables están bajando y la electricidad producida por energía eólica ya puede competir ampliamente con la obtenida por el petróleo. Es imprescindible lograr lo más pronto posible la construcción de equipos en el país, para evitar las importaciones”, explicó el Doctor Enrico Turrini, ex presidente del Tribunal de las inversiones europeas en este campo.
Cuba en estos momentos presenta una alta dependencia del combustible importado (más del 50 por ciento) y, por tanto, baja seguridad energética. “La disminución de la dependencia energética es solo posible con la disminución de los portadores energéticos importados; por tanto, para el desarrollo en general no se puede depender de las actividades puntuales, ni para el local, de la importación de combustibles”, valoró Bérriz.
Según Bérriz, del balance energético por uso final en un hogar, en el consumo doméstico se utiliza el 45 por ciento de éste en cocción de alimentos, el 15 por ciento en calentar agua, otro 15 por ciento en refrigeración, un 10 en bombeo de agua, 5 en ventilación y un 10 por ciento en iluminación y otros equipos electrodomésticos. Este consumo es más de 60 por ciento en horario pico.
Otras características de la situación energética actual en Cuba es que presenta un consumo relativo doméstico muy alto (más del 50 por ciento) en comparación con la industria y el comercio, lo que dificulta una disminución de la demanda máxima por acomodo de carga y, a su vez, provoca un alto subsidio al consumo doméstico de electricidad para que esté en correspondencia con el ingreso familiar, con una diferencia elevada entre la demanda de electricidad máxima y mínima durante el día.
De ahí que el Doctor recalcó cuánto podría ahorrarse Cuba si desarrolla la energética local y la solar, a partir de los recursos propios, que no contaminen y que solucionen los problemas del futuro. No se puede pensar en el desarrollo sostenible si se contamina el medioambiente y se es dependiente.
“Es vital, no solo para los países del sur sino para todo el mundo, conocer los problemas del cambio climático y el gran daño que se le hace al medioambiente, ya que una de las causas del subdesarrollo mundial es la falta de energía”, añadió el presidente de Cubasolar.
Mientras, a pesar de la ausencia de venta a la población de equipos que pudieran disminuir el consumo e inclusive generar electricidad –tales como sistemas fotovoltaicos y pequeños aerogeneradores–, el gobierno cubano prioriza en las relaciones con organizaciones de colaboración internacional, el apoyo material y tecnológico en el desarrollo de objetivos para el aprovechamiento de las diversas fuentes renovables de energía. Contribuye, asimismo, a potenciar el rendimiento de las distintas fuentes renovables de energía, fundamentalmente en la utilización de la energía eólica, hidráulica, biomasa, solar, biogás y otras.
La provincia de Holguín es la que más avanza en la energía eólica, y las otras orientales en el desarrollo de la fotovoltaica, en zonas montañosas como el municipio Guamá, en Santiago de Cuba; San Antonio del Sur en Guantánamo y Bartolomé Masó en Granma.
Este Taller Internacional cuenta con la participación de académicos, investigadores y profesores de 11 naciones, entre ellas España, Perú, Italia, Aruba, Nicaragua, resaltando 11 representantes de diferentes estados norteamericanos, para un total de 200 delegados.
Theodor Friedrich, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Cuba, en su conferencia magistral Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición, se refirió a que “las FRE están conectadas con la sostenibilidad y que todo apunta a una descentralización y diversificación de la producción”.
Laurie Guevara-Stone, escritora y editora de EcoCuba Network, de California, expresó que las FRE tienen gran relevancia para salvar la vida del planeta y Cuba está en el camino correcto, con perspectivas y proyectos en construcción. “Ojalá otros países hicieran lo mismo, pues los más industrializados como Estados Unidos son los más necesitados de emplear las FRE por la gran cantidad de energía que consume”, comentó.
Por su parte, el joven Bryon Putman, estudiante de Fort Collins Colorado State University, elogió el empeño de Cuba por generalizar las FRE y consideró que es muy progresista en este ámbito por lo que ha podido apreciar en su visita a la Isla.
El Doctor Enrico Turrini, en su conferencia El camino al Sol en el perfeccionamiento del modelo socialista cubano, destacó la importancia de que Cuba avance cada año en la utilización de las FRE.
“En Cuba hay mucho sol y por eso funcionan un número respetable de paneles fotovoltaicos y calentadores solares sobre todo en escuelas y consultorios médicos aislados. También se desarrollan parques eólicos y en numerosas centrales hidroeléctricas y arietes hidráulicos utilizan la energía cinética del agua para enviarla a la altura donde se necesite.
“En el campo de la biomasa se emplea la caña y la Jatropha Curcas (Piñón de leche), de la cual se extrae de sus semillas un aceite que se usa como combustible para cocinar y accionar motores”, añadió Turrini.
Actualmente existen en la Isla proyectos en perspectiva para la producción de electricidad: Biomasa cañera, 755 megavatio (MW); Energía eólica, 633 MW; Energía fotovoltaica, 400 MW; Hidroenergía, 56 MW; Biomasa no cañera, 47 MW y Programas de biogás, 27 MW.
Por: Lis García Arango