Cuba recibe a partir de este domingo a los viajeros internacionales sin tener que someterse a una cuarentena obligatoria ni presentar una prueba PCR negativa o realizarla a su llegada, aunque deberán portar un pasaporte de salud con aquellas vacunas anticovid certificadas hasta el momento por las agencias reguladoras.
Las autoridades sanitarias cubanas decidieron modificar las medidas de Control Sanitario Internacional adoptadas en la fase de trasmisión comunitaria ante el avance de la vacunación masiva en la Isla, con la que prevén alcanzar a más del 90 % de la población a finales de este mes.
Desde hace varias semanas, la curva de contagios y de personas fallecidas a causa del coronavirus se ha reducido paulatinamente y de manera sostenida en la mayoría de las quince provincias cubanas.
Los viajeros que lleguen sin un documento acreditativo de su vacunación anticovid deberán presentar una certificación de PCR negativo –realizada durante las 72 horas antes de tomar vuelo a Cuba– emitida por un laboratorio licenciado en su país de origen.
Las nuevas medidas de reapertura exoneran a los niños menores de 12 años, independientemente de su nacionalidad, de mostrar un esquema de vacunación o una prueba de PCR a su arribo.
En el caso de los viajeros cubanos –residentes o no en el país– que lleguen sin un esquema de vacunación aplicado o un PCR negativo, se les realizará la prueba en la Isla y tendrán que cumplir un período de aislamiento institucional de diez días.
Desde el próximo 15 de noviembre –cuando se producirá la reapertura total de Cuba al turismo internacional– se eliminará la aplicación del PCR-RT obligatorio en frontera de todo viajero a la entrada a la nación caribeña.
Las disposiciones sanitarias de la reapertura estipulan que si un viajero internacional presenta “signos y síntomas de la COVID-19 u otra enfermedad trasmisible” será remitido a una institución de salud donde se realizará una prueba de diagnóstico.
Además, se mantienen medidas como la toma de temperatura a todos los viajeros al entrar y salir del país, el uso obligatorio de la mascarilla y de soluciones desinfectantes para las manos, así como presentar el Seguro Médico COVID-19.
Cuba intenta con la reapertura de fronteras recuperar el turismo –su segunda fuente oficial de ingreso de divisas, solo por detrás de la venta de servicios profesionales al exterior–, después de más de un año y medio de restricciones y una drástica reducción de visitantes provocada por el impacto de la pandemia.
Antes de llegar la pandemia a Cuba en marzo de 2020, el turismo aportaba en torno al 10 % del producto interior bruto.
El país caribeño pretendía recibir el año pasado unos 4,5 millones de visitantes internacionales y revertir la caída de un 9,3 % de 2019, cuando viajaron al país 4,2 millones de turistas, 436.352 menos que en 2018, de acuerdo con datos oficiales. Pero la COVID-19 lo impidió. Y en el primer semestre de 2021 llegaron a la Isla apenas 114.460 viajeros internacionales, cifra que representa 870.739 visitantes menos que en el mismo período de 2020.