Alrededor de 3.000 temblores de tierra fueron registrados en Cuba en 2019, apenas seis de ellos perceptibles, y ninguno provocó daños humanos o materiales, informaron fuentes del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) a medios estatales.
El comportamiento de esos fenómenos muestra una tendencia decreciente desde 2017, según el informe anual que elabora el Cenais.
Cinco de los sismos percibidos por personas ocurrieron en la zona sur del Oriente cubano, y el otro se reportó en el mundialmente célebre balneario de Varadero, ubicado a 130 kilómetros al este de La Habana.
De acuerdo con expertos del Cenais y el Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Isla, la mayor cantidad de sismos registrados tuvieron magnitud inferior a los 2.0 grados en la escala sismológica de Richter, por lo que no fueron perceptibles.
El 6 de mayo fue el día de más movimientos telúricos registrados (31), y el temblor de mayor magnitud ocurrió el 4 de agosto al sur de Imías, municipio sureño de la oriental provincia de Guantánamo.
Los reportes anuales indican que de 2017 hasta 2019 la cantidad de terremotos se comportó por debajo del promedio de los ocurridos desde 2014, fundamentalmente porque no se reportaron sismos moderados o fuertes, ni siquiera series de sacudidas sin un sismo principal como ocurrió al sur de Imías en octubre de ese año.
No obstante, los especialistas advirtieron que esta etapa de aparente tranquilidad se puede interpretar como un “proceso de acumulación de energía” que podría generar una “anomalía sísmica importante” en la zona límite de placas fundamentalmente, por lo que la red de estaciones del Servicio Sismológico cubano mantiene vigilancia constante a esos fenómenos.