Cuba: un año de “dolarización parcial”

El Gobierno ha defendido la reforma, denominada Tarea Ordenamiento, aunque ha reconocido fallos de diseño e implementación. Desde círculos de expertos y sectores sociales han llegado críticas y quejas.

Personas en las afueras de una tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC), en La Habana Foto: Otmaro Rodríguez.

Personas en las afueras de una tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC), en La Habana Foto: Otmaro Rodríguez.

Las reformas económicas introducidas por el Gobierno cubano, que recién cumplieron un año en vigor, han producido, además de un marcado incremento de los precios, una “dolarización parcial” de la economía, según apuntan varios economistas entrevistados por la agencia española Efe.

El Gobierno ha defendido la reforma, denominada Tarea Ordenamiento, aunque ha reconocido fallos de diseño e implementación. Desde círculos de expertos y sectores sociales han llegado críticas y quejas.

A un año del Ordenamiento monetario

La Tarea Ordenamiento, entre otras cuestiones, acabó con la doble moneda nacional e introdujo la Moneda Libremente Convertible (MLC), una divisa virtual vinculada al dólar que se emplea para algunos pagos y también en las tiendas mejor surtidas del país.

El ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, aseguró ayer en el programa Mesa Redonda que las tiendas de MLC fueron una medida de “justicia social” y que sin ellas “la situación económica del país sería más compleja aún” después de la caída del turismo a causa de la pandemia de coronavirus.

“Las remesas adquirieron una importancia más relevante en cuanto a la disponibilidad de divisas del país y las tiendas en MLC, tal como se explicó en su momento, también persiguen el objetivo de impulsar la captación de remesas, porque un mercado desabastecido no capta remesas”, dijo.

Gil Fernández aseguró que estas tiendas seguirán operativas dependiendo “de la recuperación de la economía”, que según sus palabras “está en una situación muy tensa, viviendo una situación excepcional”. También depende de que el Gobierno pueda “dotar al peso cubano de una capacidad real de compra”.

“No teníamos la posibilidad de mantener el abastecimiento de los mercados minoristas en moneda nacional pues teníamos, incluso, varios proveedores que nos habían retenido las ventas y reaprovisionamientos por deudas. Las tiendas en MLC permitieron, en primera instancia, recuperar la confianza en esos proveedores y reactivar esos contratos”, dijo, citado por el portal oficial Cubadebate.

El economista cubano Pavel Vidal Alejandro, profesor asociado en la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), señaló en declaraciones a Efe que la “dolarización parcial” de la economía cubana es “una señal contraproducente”, porque “muestra que el Gobierno no confía en el peso” ni “en su propia reforma monetaria”.

Para la población cubana las tiendas en MLC siguen siendo controvertidas porque están mejor surtidas, pero la mayoría no puede comprar en ellas. Muchos no tienen acceso a divisas: cobran en pesos y las remesas están restringidas por las sanciones de EEUU.

Además, la moneda local se ha devaluado con fuerza en los últimos meses en el mercado informal mientras la divisa estadounidense se convierte progresivamente en referencia económica tanto como moneda de uso como reserva de valor.

El dinero importa

El tipo de cambio oficial en Cuba es fijo, en los 24 pesos por un dólar. Sin embargo, según algunas estimaciones como la que realiza el medio independiente El Toque, el billete verde estadounidense se cambia ya en el mercado informal por unos 100 pesos.

Otros medios independientes han especulado con la posibilidad de que el peso siga depreciándose con fuerza, algo que se ha criticado desde los medios estatales. Al respecto, dijo ayer el ministro de Economía cubano: “La no existencia de un mercado de dólares hace que prolifere el mercado ilegal. Si nosotros entráramos en ese mercado vendiendo dólares, pudiéramos ‘competir’ con ese mercado ilegal”.

Efe/OnCuba.

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