Veo venir un taxi. No, veo venir algo que podría ser un taxi. Me preparo: acelero el ritmo de respiración, sacudo levemente las manos. Chequeo los posibles rivales y evalúo sus posiciones relativas. Hay tres señoras que vienen juntas, esas pierden conmigo, que ando solo. El tipo de la maleta grande también está en desventaja. Aun así, extiende la mano con el índice en alto y le da dos vueltas al antebrazo (está queriendo decir: “voy hasta la rotonda de la Ciudad Deportiva”). El taxi (confirmado, es un taxi) amaga con acudir y enseguida siento la sensación inconfundible que provoca la adrenalina. Me solidarizo por décimas de segundo con cada pirata que intentó un abordaje alguna vez. “Vamos, que tú puedes”, me digo para darme fuerzas.
Así más o menos empiezan cada día mis mañanas: aventura. Y la aventura para un día está bien, pero en dosis muy altas estresa y como cualquier caballero jedi sabe, el stress lleva a la ira, la ira lleva al odio y odio te conduce al lado oscuro.
En casi cualquier parte del mundo un taxi es un vehículo con chofer y taxímetro. Aquí en Cuba, para calificar un taxi, habría que agregar una lista de identificadores bien extensa y variopinta. Y suavizar lo del taxímetro, porque sería demasiado pedir.
Puede utilizar gasolina, petróleo o combustible doméstico entubado (léase, gas de balita). No hay distinción de marcas, modelos o fechas: puede ser un Audi del año, un Fiat Polaco o un Plymounth Fury del 58. Puede ser por fuera un jeep Willis y por dentro un Lada o por fuera un Lada y por dentro un Volkswagen escarabajo. La variedad tiende a infinito, como sucede con la vertiente musical del asunto, que también se antoja estocástica. Puedes encontrarte reguetón, ópera o incluso Radio Reloj y, si tienes suerte, puede hasta tocarte un chofer que cante.
Hay cosas que sí están claras. Por ejemplo, la primera frase del chofer va a ser invariablemente una de estas dos opciones: “Socio, no me vayas a tirar la puerta” o “Amigo, tíreme la puerta bien duro”. También es una verdad establecida que los pasajeros prefieren ventanilla. Algunos matarían por ella, y la mayoría miente con tal de obtenerla, con la clásica frase: “Pasa tú, que yo me quedo…” y que en realidad quiere decir: “Pasa tú, que yo me quedo con la ventanilla”.
La suerte es que en el mundo en ocasiones la justicia se manifiesta de manera imprevista, y el taxista, con tal de ganar un poquito más, coloca en el asiento trasero a cinco personas. No es posible, usted dirá. Lo es. No es magia, es ciencia. Se emplea el método del zipper humano: el primero se echa hacia adelante, el segundo hacia atrás, el tercero hacia adelante, y así sucesivamente. La naturaleza misma del procedimiento hace que la persona que tanto luchó por la ventanilla, no la disfrute pues está inclinada hacia adelante y hacia un lado (la persona, no la ventanilla), porque el asiento trasero se hunde en el medio, los cuerpos cambian de nivel y las cabezas se acercan. Los pasajeros están tan apretados en el asiento trasero que si se durmieran soñarían lo mismo. El pasajero más incómodo es –adivine quién– el de la ventanilla, que para mantener el equilibrio debe colocarse la puerta del auto bajo el brazo (pura justicia).
Desafiando la lógica, esa situación de incomodidad a los cubanos los pone conversadores. Comparten experiencias, opiniones y defienden a ultranza puntos de vista sobre cualquier tema: precios del agro, efectos del calor, posibles finales de las telenovelas en transmisión, si Cristiano Ronaldo es mejor que Messi y un largo etcétera. Estas conversaciones se solapan, se cruzan, se imbrican, se atan y desatan, desafiando la capacidad de concentración y el intelecto. Cada pasajero – orador intenta que su criterio prevalezca y la mejor herramienta es casi siempre aumentar los decibeles en detrimento de la calidad del argumento. Todo esto, recuerde siempre, con reguetón de fondo. Hay quien no soporta la tensión y claudica, o explota. Se baja, tira la puerta y grita: “Deja que llegue el ultimo capítulo de la novela para que veas que Messi sí se queda con Cristiano”.
Otro detalle sorprendente es que el taxista, chofer o botero, nunca revela para dónde va. Es como si pertenecieran a una secta que tiene como ordenanza primera no divulgar el destino. Muchos optan por no responder y otros, por una versión mejorada del cuento de La Buena Pipa. No me crea, haga la prueba. Chofer, ¿para dónde va? ¿Para dónde vas tú? ¿Pero no me puede decir para dónde va? ¿Para dónde vas tú? ¿Pero usted va a cambiar la ruta por mí? ¿Para dónde vas tú? y así sucesivamente…Repito: no me crea, pruebe.
Confieso que he estudiado detalladamente cómo dirigirme al taxista para maximizar la probabilidad de que me lleve. He sido víctima de respuestas crueles y desenfadadas. Una vez pregunté: Chofer, ¿41 y 42? Me gritó: ¡83! Y aceleró. Y otra vez: Chofer, ¿Víbora? Y tú, ¡Anaconda! Así que he aprendido, en materia de taxis, a dosificar la educación formal. Pedir de favor que te dejen donde puedas, puede significar bajarte un par de buenos kilómetros después de donde tenías planeado. Tengo algunas estrategias que funcionan, y las comparto con usted.
- Súbase al taxi primero y después pregunte para dónde va. Siempre habrá tiempo de bajarse en caso de que no le convenga.
- No deseche un vehículo por incómodo. El siguiente podría no pasar nunca. En buen cubano: la luz de adelante es la que alumbra.
- Espere lo mejor y prepárese para lo peor. No se asombre de nada. La ventanilla puede que no suba, que no baje, o que no exista. La puerta puede que no cierre, o que no abra. Usted tranquilo. Que nada le empañe la sonrisa.
El tema es profundo y espinoso. Se quedan muchísimas cosas por decir. Yo, por mi parte, después de escribir esta líneas voy a acostarme temprano y a descansar, que mañana me espera un día complicado. Uno de esos días que empieza tratando de subirme a donde usted ya seguro se imagina.
Simpatiquisimo! Gracias al autor!
tremendo articulo. Me impresiono la narrativa, me recordo al grande Onelio 🙂
Típico del cubano: reírse de sus propios males. Al menos nuestro humor nos consuela. Lastimosamente esa es la triste realidad, como también es realidad que un altísimo % de la población por sus ingresos legales nunca soñará tomar un taxi para ir a su trabajo.
Independientemente de lo simpático que ha sido tocado este tema lo verdaderamente triste es el Ego estúpido de muchos de los boteros de Cuba que se basan en la miseria del transporte de Cuba . algún día ellos (los boteros de hoy) sabrán lo anormal que es su actitud
Me he reído, leyendo su artículo y recordando mis peripecias con los boteros, q muchas veces sentí enormes deseos de llorar por impotencia, pero como bien usted dice, siempre trate q nada empañara mi sonrisa. Muchas gracias por su artículo, ha sido un látigo con cascabeles.
Genial escrito digno de su autor! Cuando vivía en Cuba coincido en varias ocaciones con Bacallao en Proyecto Delta y me encanta su forma de hacer humor. Enhorabuena.
Me encantó el artículo, dan ganas de reír y por momentos de llorar.
Ojalá sigas escribiendo para oncuba.
¡Genial, Jorge! Como siempre, muy bueno el monólogo. Con muchos detalles que a veces nos pasan desapercibidos pero que están. Así es como se vive en Cuba con los taxis.
Contra este no será el bacallao de MATCOM, vaya ahora a los matematicos les ha dado por ser periodistas también??
Buenísimo!!!…me encantó
Me he reído muchísimo leyendo este artículo. Es verdad que te quedaron cosas por decir pero no se puede abarcar todo. Antes (de que se pusiera mas mala la cosa del petroleo por la izquierda) habían puntos y horarios en los que siempre era complicado coger un carro, pero ahora la excepción se convirtió en regla, no importa la hora o el lugar, montarte en un “taxi” te va a resultar difícil,
Ahh, se me olvidaba. Con lo único que no estoy de acuerdo es con lo de als 5 personas en el asiento trasero, eso (al menos en la habana) ya no pasa, pues es una multa casi segura pal chofer
Vaya vaya mira con la cantidad de almendro es ke hay en la habana el ke pase con 3 gente atrás y me diga ke me suba se volvió loco. Y no comparto eso de ke no te digan para donde van pues yo siempre pregunto y me responden y si no es mi ruta pues no me monto si al minuto literalmente vendrá otro almendron así ke eso se lo cree el ke no vive en cuba. Saludos.
Excelente! me he reído de lo lindo, y como dice otro lector: también da deseos de llorar, pero el cubano prefiere reír, muy bueno y refrescante. 41 y 42: 83, jajajajajaja
Espectacular este artículo, me he reído en grande, muy detallado, es un sentimiento compartido, lo único que parece que los taxis están en huelga o las personas tienen más recursos para cada mañana abordar un taxi, la cuestión es que siempre vienen llenos. Hoy asombrada a las 6:40 am la cantidad de personas para coger un carro en lacret y mayía.
me encanta!!
Y cuando el chofer para y recoge al 5to pasajero, pone cara de conmiseracion y le dice a los que estan en el carro ya montados: vamos a hacer un esfuerzo caballero, para que el pobre compannero se pueda subir jajajaja
Muy bueno! Que falta hacía un poco de humor en esta crisis de los boteros. Si hubiera un Bacallao para cada mal rato que pasamos…
Excelente radiografía de las peripecias diarias del cubano de a pie. He disfrutado tanto esta historia, porque en mi último viaje a La Habana tuve esta experiencia, gracias a la sugerencia de una amiga cubana. Felicito al autor Jorge Bacallao y a On Cuba por publicarlo.
muy buen articulo.. te felicito. he ha servido de mucho. para mostrarle a mis amigos que no son cubanos. lo que pasamos los de a pie. te propongo que narres algo sobre el comprar lo que necesitas.. otra de las amargas experienciaa del dia a dia. y que muchos no entienden. felicidades.
escrito por un cubano d verdad jodedor,observador y q me ha traido recuerdos d mucho tiempo,q bacan
tenlo por seguro. es una realidad cubana. pero aun prefiero tomar un taxi a viajar en cualquier P. jajajajajaj. asi q animos, siempre habra otras opciones para viajar comodo:
1- comprar un auto.
2- ir a pie.
Buen Articulo….Verdad es dificil pero al final te ries muchas veces de tus desgracias y eso nos a salvado por annos ..es Cuba unica e irrepetible y como dijera Kola Loca es su cansion CUBA SE ESTRANNA,, Gracias por el buen humor
La situación del transporte sin dudas es tarea pendiente para el gobierno, sera q no saben resolverla, sera q no pueden o simplemente no le interesa. La Política de ocultar la información esta presente a todos los niveles en nuestro país, es lógico q incluso los taxistas hayan aprendido por imitación y cuenten con esa herramienta para evadir multas y cuestionamientos. Los boteros son un conjunto bastante heterogéneo, hay de todo tipo de persona en este trabajo tan difícil, no solo porque trabajar con publico siempre lo es, sino porque ademas trabajan al sol, no tienen donde orinar, hacen de mecánicos, y son sometidos a stress frecuente por la policía de transito y los inspectores estatales. Muchos de ellos eligen ese trabajo por q no encuentran otro con el q puedan tener una vida mas o menos decente. La ofensiva de los medios hacia los boteros por la subida de los precios no la he visto por el desastroso transporte publico q tenemos y q no tiene cara de mejorar. Esta ofensiva del gobierno hacia este sector a empeorado la situación lejos de mejorarla, ahora hay menos maquinas y menos taxistas q se comuniquen como personas normales. Al parecer el gobierno los ve como enemigos, en lugar de verlos como los ciudadanos q pagan altísimos impuestos sin el estado garantizarles absolutamente nada, las personas q garantizan q el país funcione al menos en apariencia, nadie o casi nadie puede garantizar la puntualidad en un centro laboral si no cuentan con las maquinas. Por tanto creo q en lugar de agredir y satanizar a los q realizan esta labor, debería el gobierno fomentar esta actividad, apoyarla y soportarla para q podamos al menos marcar antes de las 8 00 am……..
Alternativas de Pago. Ese tambien seria un tema suculento a debatir. por ejemplo, este fin de semana tome un taxi en direccion al Vedado y cuando me decido a pagar me percato que no tengo dinero. ¿que me dijo el chofer? “pasame 50 centavos de credito a mi celular”. le pase 60.
Realmente he disfrutado este articulo cantidad…y hasta recorde una vez cdo le pregunte a un taxista que para donde iba y me respondio que para viejo!!!
Buenísimo Baca! OnCuba ha subido de nivel con este artículo. Felicidades!!
Ay coño Baca, que me has hecho reír desde este culo del mundo donde hace rato no cojo un almendron!
Genial!!!!
No se si me he reído o he llorado, pero para que tengan una idea he soltado todo El tiempo carcajadas y las lagrimas me han corrido Por El cuello, pero me sentia terrible esta mañAna que lograr las dos cosas llorar y reirme, ha sido terapeutico, gracias, Jorge, me iré sin un infalto en la próxima aventura.
Humor del bueno. Agudo, inteligente, gracioso, agradable. Gracias
Parabéns ao escritor Jorge! Usted conseguiu fazer este escrito que é uma obra de arte das dificuldades vividas. Sou do sur do Brasil, tenho muitos amigos cubanos aqui, em breve irei conhecer a ilha e com certeza andar de taxi! Abraço ao valoroso povo cubano!
Muy bueno el relato, muestra diáfanamente los logros de 60 años de dictadura marxista en lo que fue la joya de Caribe.