Cuba busca petróleo en lo profundo

Cuba avanza en la perforación del que llegará a ser el pozo de petróleo horizontal más profundo de Latinoamérica y el Caribe, situado en la costa norte, donde ya supera los 6 kilómetros y deberá alcanzar la cifra récord de más de 8,2 kilómetros, informan hoy medios oficiales cubanos.

Los trabajos en el pozo de alcance extendido “Varadero Oeste 1008”, con reservas estimadas en 11,000 millones de barriles, se realizan con financiación y dirección de Cuba, que ha optado por esta tecnología para “explotar desde la costa el crudo que yace bajo el mar” y “abaratar los costos de inversión”, indicó el diario Juventud Rebelde en portada.

La torre de perforación tiene 58 metros de altura y 3,000 caballos de fuerza, y fue arrendada a la empresa china Gran Muralla, de acuerdo con una nota de AFP.

La perforación comenzó el 28 de diciembre de 2016 en Boca de Camarioca, Matanzas (a unos 100 kilómetros al este de La Habana), y ha sido compleja “por la geología de la roca subterránea”, explicó el director general de la estatal Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo del Centro (Epep-C), Marcos Antonio Pestana.

“La perforación siempre impone nuevos retos y en estos momentos perforamos en seis pozos, los cuales prometen mucho para la producción de la empresa y del país”, dijo Pestana.

Desde enero pasado las operaciones de la empresa se extendieron hasta la zona de Ciego de Ávila.

En Cuba el primer pozo de petróleo extendido fue el “Varadero 1000” y hoy ya suman nueve los abiertos con esta tecnología en la Isla.

El sistema energético cubano depende casi en su totalidad del petróleo, aunque se trabaja en la migración hacia fuentes de energía limpia. Cuba consume unos 130,000 bdp y produce aproximadamente 50,000 bdp, señala el experto Jorge Pinón, de la Universidad de Texas en Austin.

El crudo cubano es pesado y solo puede usarse en la generación eléctrica y la producción de derivados.

En estos momentos La Habana busca proveedores alternativos ante la reducción de los envíos de crudo a precio subsidiado desde Venezuela, su principal aliado regional.

Según algunas estimaciones, en los últimos dos años el país suramericano ha disminuido su suministros hasta unos 55,000 barriles diarios, alrededor de la mitad de sus mejores momentos, debido a su crisis económica y la caída de los precios del petróleo.

Ante el declive de los campos en tierra y el fracaso de varias campañas en el Golfo de México, Cupet apostó esta alternativa, que abarata costos de inversión al permitir explotar desde tierra el crudo que yace bajo el mar, y desde cerca de la costa.

Recientemente Cuba anunció un nuevo acuerdo de suministro de petróleo a cambio de servicios médicos con Argelia, que envió en 2017 unos 2,1 millones de barriles de crudo a Cuba, cifra que se debe repetir este año, según medios especializados.

Rusia también acudió en ayuda de su antiguo aliado, al que suministró el año pasado 200,000 toneladas de petróleo para la compañía cubana Cubametales, dentro de un acuerdo entre los gobiernos de Moscú y La Habana.

La petrolera estatal rusa Rosneft ha negociado además el desarrollo de futuros proyectos conjuntos para la producción de petróleo en territorio cubano, tanto en tierra como en el mar.

EFE / OnCuba

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