Cuba en el mapa de la economía colaborativa

Foto: BTC Keychain / Flickr

Foto: BTC Keychain / Flickr

El pasado 17 de julio un acontecimiento sin precedentes se registró en el ciberespacio: desde Cuba se completaba una primera transacción de Bitcoin. Usando el servicio público Nauta, Fernando Villar, fundador de BitcoinCuba.org recibía $20 de parte de Chris Groshong, CEO de CoinStructive, una organización especializada en ofrecer servicios y plataformas para la gestión de cripto-monedas a pequeñas empresas.

“No sabía si iba a funcionar, pero tenía mi cámara a mano cuando lo hice. No sólo pude recibir las BitCoins sino también transferir algunas de vuelta” dijo Villar a CryptoCoins News tras reportar en tiempo real el logro en el perfil de su organización en Twitter.

Concebida en el 2009 por quien se ha dado en llamar Satoshi Nakamoto (aunque su verdadera identidad se desconoce) Bitcoin (BTC) es una divisa electrónica descentralizada que se emplea como medio de canje de bienes y servicios bajo el concepto “peer to peer” (P2P), un nuevo modelo de comercio que favorece el intercambio entre pares (ya sean individuos o empresas). A diferencia de monedas como el euro o el dólar, esta se almacena en una “billetera digital” en una PC o teléfono móvil y no en un banco. Los pagos se envían de una cartera a otra (como Paypal) y un sistema de encriptación verifica que las transacciones sean legítimas. Algunos consideran muy seguras las transferencias BitCoin y han comenzado a ser populares entre los internautas pues pueden ser utilizadas como medio de pago anónimo, garantizando el control absoluto sobre los fondos propios.

Conseguir Bitcoin es relativamente fácil. Algunas páginas web suelen regalar céntimos a usuarios novatos. Así comienzan a familiarizarse. Pero lo más frecuente es ofrecer productos y servicios a cambio de este dinero virtual o intercambiarlo por cualquier divisa de curso legal. También es posible “minarlas”, o sea, ejecutar en ordenadores un programa para ayudar a verificar las transacciones. Como el proceso requiere una potencia de procesamiento elevada, se compensa el gasto de recursos y electricidad con esta moneda.  Sólo es posible “hallar” nuevas cripto-monedas cada 10 minutos y el límite máximo previsto es de 21 millones.

Fuente: http://www.dogecomunidad.com/
Fuente: http://www.dogecomunidad.com/

Se estima que en el 2014, alrededor de 100 000 comercios del planeta aceptaban BitCoin como pago, desde tiendas de productos de primera necesidad hasta compañías hoteleras. El principal inconveniente en su uso cotidiano es el alto nivel de volatilidad de su valor (cotizado en mercados de divisas), lo cual hace difícil fijar precios estables a los productos y servicios.

Fuente: http://www.cotizacionbitcoins.com/
Fuente: http://www.cotizacionbitcoins.com/

“Aunque muchas personas han visitado Cuba desde el advenimiento del Bitcoin, esta es la primera transferencia pública documentada, la cual se considera de gran significación debido a los cambios recientes experimentados en la isla” reflejó CryptoCoins News en su reporte.

Lo cierto es que para la mayor de las Antillas, jugadora de banco en las ligas menores del sistema monetario internacional, el mundo Bitcoin es aún un universo paralelo. Sus potencialidades de conexión con la Cuba de hoy, sin embargo, son ilimitadas.

No sería desatinado predecir un futuro cercano en que las remesas a Cuba se realicen en Bitcoins o se acepte este tipo de moneda en bazares electrónicos que suministran productos de primera necesidad a las familias cubanas a partir de cobros electrónicos a sus parientes en el exterior. De hecho, una transferencia Bitcoin es mucho más barata, rápida y desregulada que las que se realizan a través de instituciones bancarias.

En la mira de nuevos intermediarios

Aunque novedosa, la transacción de Bitcoin no es la primera en situar a la nación caribeña en el mapa de la llamada economía colaborativa. Ya lo había logrado AirBnB a principios de año cuando incluyó 1000 casas particulares cubanas en su red de alojamientos con presencia en 34000 ciudades de más de 190 países.

Facilitando la conexión entre consumidores y productores de bienes y servicios a través de Internet, los intermediarios P2P están revolucionando las formas tradicionales de distribución. Modelos de negocios como el de Uber, una compañía transportista que controla una flota de 160 000 vehículos en todo el mundo sin ser propietaria de ninguno y el propio AirBnB reciben tanto aplausos como resistencia entre consumidores y gobiernos.

Con grandes posibilidades para Cuba, ha sido la industria turística uno de los blancos más acertados por los recientes jugadores del mercado compartido. De acuerdo a una reciente encuesta de Deloitte a directivos turísticos españoles para su informe Expectativas 2015, existen opiniones dividas en cuanto al papel que desempeñan estos emprendimientos para las economías nacionales y en particular en el sector los viajes. Un 50 por ciento de los entrevistados consideró a los actores de la economía colaborativa como “una amenaza para la industria en general porque pueden confundir al consumidor e incluso dañar la imagen de seguridad de los operadores actuales”. En cambio, el 35 por ciento de los directivos opinó que los nuevos modelos suponen “una oportunidad que ampliará el mercado y todos saldremos ganando”. Un 15 por ciento mantuvo que la tendencia emergente era “una oportunidad para innovar y diferenciarse”. Los consumidores, por su parte, han acogido las nuevas prácticas con gran optimismo influyendo positivamente en el crecimiento de la demanda en las economías nacionales.

Se prevé que la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos favorezca el desarrollo de modelos colaborativos dentro de la economía cubana, especialmente en el emergente sector privado.

La apertura tecnológica será la carta de triunfo en una partida económica que recién comienza.

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